Una buena noticia para veganos y vegetarianos: la clásica cerveza irlandesa Guinness ya podrá ser incluida para disfrutar entre amigos. Esta cremosa y tradicional bebida tendrá cambios en su proceso de elaboración, ya que la empresa no utilizará más vejiga de pescado para filtrar el líquido.
Esta práctica dejaba vestigios de pescado, y el producto no podía ser consumido por veganos, vegetarianos y alérgicos a este alimento. Los primeros maestros cerveceros filtraban su producto con isinglass, tal como se conoce a la gelatinosa vejiga de pescado. La tradición se mantuvo durante dos siglos y medio antes de esta importante decisión de la empresa.
La presencia de vestigios de sustancias extrañas en un producto se conoce como traza. Pueden incorporarse accidentalmente durante el proceso de fabricación, al quedar restos en las máquinas o caer entre los ingredientes por alguna causa imprevista.
Sin embargo, estos accidentes deben ser especialmente evitados en algunos productos, y por ello se los somete a estrictos controles. Tal es el caso de los alimentos para enfermos celíacos, por ejemplo, que no deben tener rastros de gluten para evitar una reacción adversa del organismo. También con los productos kosher, en los que por motivos religiosos, no se deben combinar en un mismo alimento lácteos con carnes, o en los artículos destinados a personas con alergias alimentarias.
Cuando se sabe que un alimento puede tener vestigios de otro en su elaboración, se lo debe indicar en la etiqueta de información nutricional. Así, por ejemplo, puede haber rastros de gluten en algunas marcas de té, producto de una contaminación cruzada en los campos de recolección. También se han hallado fragmentos de maní entre las nueces, o rastros de huevo en espaguetis que no lo incluían en su receta original.
La FDA informa que no es necesario declarar en el etiquetado cuando hay trazas de otros alimentos, en la medida en que éstas no tengan un efecto técnico o funcional en el producto terminado. Entre los que se deben reportar obligatoriamente, figuran los 8 alérgenos más importantes, que son: huevo, leche, pescado, crustáceos, nueces, trigo, cacahuates y soja.
Si bien hay más de 160 alimentos responsables de causar alergias alimentarias, no es necesario reportarlos en las etiquetas, ya que el 90% de ellas provienen de estos 8 principales. Así lo establece el Acta de Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor (Food Allergen Labeling and Consumer Protection, FALCPA por sus siglas en ingles).
