¿Es posible que me parta un rayo?

Lo que pintaba como un día de diversión en la playa terminó por convertirse en una pesadilla. Numerosas personas que se congregaron en Venice Beach de Los Ángeles, California el 27 de julio atestiguaron cómo un rayo le cayó encima a un hombre de 20 años. Luego de ser llevado y revisado por médicos, la víctima fue declarada muerta.

El chico, de quien se ignora su identidad, no fue la única víctima del fenómeno natural; además de él otras 13 personas, entre ellas, un joven de 15 años resultaron heridas. Según las autoridades locales, los afectados sufrían desde ansiedad hasta otra clase de complicaciones que necesitaron de reanimación cardiopulmonar.

Y es que, hablar de rayos, es tratar con una de las causas principales de muerte relacionadas con las condiciones metereológicas, según explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Además, es la causante de alrededor de $5 millones en pérdidas económicas anuales en Estados Unidos.

El lamentable caso de la playa de Los Ángeles no es el único que protagoniza un rayo con bajas humanas. El 16 de mayo de 2013, durante un partido de fútbol llanero, en Atlacomulco, Estado de México se presentó el mismo fenómeno que terminó con la vida de dos personas. Además hubo dos heridos.

Un accidente de esta magnitud es un asunto serio. Las afectaciones a la salud generalmente no son visibles e incluyen problemas del tipo neurológico y cardiopulmonares como asistolia, fibrilación ventricular o un paro respiratorio que puede conllevar a la muerte.

Otras posibles lesiones incluyen shock, quemaduras en partes corporales por donde entra y sale el rayo y en zonas de contacto con partes metálicas como joyas. También puede producir pérdida de visión y audición, así como fracturas óseas. Si la víctima está sangrando o parece presentar huesos rotos se recomienda no moverla de su lugar.

Absolutamente nadie está exento de que le caiga un rayo, aunque a veces es sinónimo de mala suerte. Tal fue el caso de la selección española de fútbol, quien a su regreso del Mundial de Brasil, donde fue eliminado de la primera fase, un rayo cayó en una de las alas del avión donde viajaba. Por fortuna el incidente no pasó a mayores.

Las probabilidades de que te caiga un rayo dependerá de algunos aspectos, por ejemplo, los factores regionales. De acuerdo con los CDC, a pesar que los rayos afectan a todas las regiones del país, los estados del sureste son los que están en mayor riesgo.

Algunas de las regiones con más peligro son Alabama, Carolina del Norte, Colorado, Florida, Georgia, Missouri, Nueva jersey, Ohio, Pensilvania y Texas. Sin embargo, Florida es considerada como la capital de los rayos, con más de 2,000 lesiones en los últimos 50 años a causa de éstos.

Aunque los rayos pueden ocurrir en cualquier temporada del año, se ha encontrado que en verano es cuando más se registran. De hecho, julio, es el mes ideal. El horario preferido en que más caen es por la tarde, entre el medio día y las 6 de la tarde, explican los CDC.

Cabe destacar que los rayos caen con más frecuencia en las personas que trabajan afuera o practican actividades recreativas al aire libre. Más de una tercera parte de las muertes causadas por los rayos ocurren en las granjas. Otros lugares comunes son los sitios industriales.

Ante la caída de un rayo sobre una víctima, los CDC sugieren llevar a cabo una serie de 4 pasos para ayudar a salvarles la vida. Primeramente, lo más recomendable es llamar a una línea de emergencias.

Posteriormente se recomienda aislar a la víctima si es posible y si se ubica en una zona de peligro (cerca de un árbol o en un campo abierto). Después, asegúrate que la víctima se encuentra respirando y si late su corazón. El mejor lugar donde se puede tomar el pulso es la arteria carótida, que está en el cuello debajo de la mandíbula.

Si la víctima no se encuentra respirando comienza inmediatamente a darle respiración de boca a boca. Y si no tiene pulso, se recomienda hacer también compresiones cardiacas, el cual consiste en presionar con ambas manos sobre el pecho del paciente de manera frecuente. Indican los CDC.

El mejor lugar comúnmente disponible contra los rayos es una construcción grande, sólida y completamente cercada como una casa. Según el Centro de Recursos del Departamento de Seguros de Texas, tanto el cableado como la plomería deben ir dentro de las paredes.

Si no se puede llegar a un refugio adecuado contra relámpagos, evita los lugares elevados, áreas libres como campos deportivos, objetos aislados como árboles, postes, estar en vehículos abiertos, tractores para cortar el pasto, edificaciones sin protección como pabellones para picnic, refugios para la lluvia y paradas de autobús.

Son varias las vías por las que los rayos envían electricidad, por ejemplo las cañerías de metal, los cables eléctricos (como los de teléfono), así como las vigas metálicas de refuerzo que hay en los pisos y paredes de concreto, por lo que también se sugiere evitar el contacto con dichos materiales durante una tormenta.

Luego de vivir un hecho traumático, como ver la caída de cerca de un rayo algunas personas entran en pánico y temen que sean las próximas víctimas; sin embargo, las probabilidades que esto suceda son remotas. Según los CDC, el riesgo es de cerca de 1 entre 500,000.