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Cómo bajar una cuenta de hospital

Desagradable sorpresa

Es una situación demasiado frecuente, uno va a una emergencia por una fractura simple, o debe planificar una cirugía urgente, como una apendicitis. Luego, las cuentas médicas no paran de llegar y son realmente mayores. Es desesperante, ya sea que se tenga o no seguro. Qué hacer para disminuir el gasto de hospital.
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Fractura millonaria

La visita a una sala de emergencia por quebrarse un brazo puede generar cuentas de hasta $3,000 dólares, según el HealthCare Blue Book. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades indican que, cada año, 136 millones de personas llegan a alguna de las 3,900 urgencias que hay en el país. De esa cifra, 20 millones lo hacen en ambulancia.
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Fractura millonaria
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1. Organizar las cuentas

Cuando uno entra a una emergencia cree que luego llegará una sola cuenta. Pero no es así porque la mayoría de los servicios son de proveedores externos. Por eso, si, por ejemplo, se trata de una cortadura que requirió unos puntos llegarán las cuentas de: el hospital, el cirujano, el anestesista, otra por rayos X, etc. Hay que organizarlas, para luego reclamar a quien corresponda.
1. Organizar las cuentas
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Curarse vs fundirse

¿Por qué si uno se está recuperando de una apendicectomía debe pensar en el dinero? Pues porque el costo de los cuatro días de hospital que puede requerir esta cirugía menor roza los $8,100. Esto sin contar los $1,300 que cobrará el cirujano y los $800 del anestesista, indica el HealthCare Blue Book.
Curarse vs fundirse
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2. Consultar con la aseguradora

Si se tiene seguro, por supuesto que cualquier plan cubrirá una parte del costo hospitalario. Pero el problema, indica Tony Dale, de Karis Group, una entidad de defensa del consumidor de Austin, Texas, es que los costos del sistema son tan altos que siempre hay que pagar mucho. Por eso, hay que estar en contacto con la aseguradora, para saber de inmediato cuánto cubrirán.
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2. Consultar con la aseguradora
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Sin seguro, peor

Claro, si no se tiene seguro y el hospital comprueba que sí se tiene solvencia económica, el resultado es implacable. Tal fue el caso del ejecutivo recién desempleado John Fugazzie, de 57 años, quien en Nueva Jersey recibió una cuenta de $177,569 por pasar seis días en el hospital tras sufrir un ataque cardíaco. Casi sufre un segundo...
Sin seguro, peor
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3. Pedir asistencia financiera

Los expertos como Gerry Derweiler, de credit.com, aconsejan pedir ayuda financiera lo más pronto posible: no deben pasar más de 90 días desde el episodio médico. Hay que negociar con los hospitales que ahora ofrecen planes de pago y, con suerte y persistencia, reducen los costos originales.
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3. Pedir asistencia financiera
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Derechos del paciente

La Ley de Cuidado de Salud, conocida como Obamacare, otorga al paciente un amplio derecho al reclamo, y también controla más de cerca el gasto de los hospitales, lo que cobran y cómo se desempeñan. De hecho, son premiados aquéllos que tienen menos tasa de readmisiones, es decir, de personas que vuelven tras un tratamiento o cirugía.
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4. Escribir cartas

Parece una medida del siglo XIX, pero funciona. Hay que saber el nombre de cada proveedor de salud que participó en el tratamiento o la cirugía. Y enviarles cartas personalizadas explicándoles por qué no se puede pagar las cuentas. La solidaridad aparece en muchas ocasiones y los médicos bajan sus tarifas.
4. Escribir cartas
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Un caso en Maryland

Esto le pasó a Teresita Caula, quien estaba de visita en el país en el 2008, cuando sufrió dos accidentes cerebrovasculares y tuvo que ser operada de emergencia en el Holy Cross Hospital, de Silver Spring. Todo el gasto hospitalario sumó $30,000 dólares. ¿Qué pasó luego?
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¡Tienen corazón!

Paula, la hija de Teresita, le escribió cartas personalizadas a cada uno de los profesionales de salud que participaron de la emergencia de su madre. Y la mayoría redujo sus cobros. El cirujano, que iba a cobrar $7,800, le dijo a Paula que reduciría su ganancia y le cobraría como si Teresita hubiera sido beneficiaria del Medicare: $1,200.
¡Tienen corazón!
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5. Apelar a la solidaridad

Muchas veces, el pago de una cósmica cuenta hospitalaria termina siendo un trabajo de equipo. Realizar una colecta puede funcionar para que familiares, amigos, vecinos y hasta compañeros de trabajo aporten su granito de arena. Hay sitios que ayudan a crear una página web a través de la cual se puede contribuir.
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6. Hablar con todo el mundo

Ante estas situaciones, de nada sirve meter la cabeza en la tierra como el avestruz. Va a ser un trabajo extra hablar con médicos, proveedores, gerentes de hospitales, supervisores de las aseguradoras. Pero seguramente de esta forma se lograrán resultados, enfatiza Dertweiler.
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6. Hablar con todo el mundo
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7. Negociar en ambas direcciones

Tanto debes negociar tú mismo, como exigirle a la aseguradora que negocie por tí. Y lo que logre la aseguradora debe aplicar a tu bolsillo. Si, por ejemplo, la compañía de seguros tiene un co pago de 20% con el hospital, la persona debe pagar ese mismo porcentaje o menos, pero nunca más. Así, se reduce mucho el costo original.
7. Negociar en ambas direcciones
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Curarse sin dolor extra

Según la National Hospital Ambulatory Medical Care Survey, las tres principales razones por las que una persona llega a la urgencia de un hospital son: heridas menores, esguinces y crisis respiratorias. Pero, por la razón que sea, la estadía en el centro de salud y los días posteriores deberían ser sólo para recuperarse, y no para enfermarse más a causa de una cuenta imposible de pagar.
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