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¿Tu celular te hace peor padre?

Un estudio publicado recientemente en la revista científica Pediatrics, realizado por científicos del Boston Medical Center  asegura ser la primer investigación en el tema de interacción entre padres e hijos observando sus comportamientos y el uso de dispositivos móviles.

El grupo de investigadores se sentó disimuladamente en diferentes restaurantes de comidas rápidas y tomó nota de lo que observaba en las mesas en las que había padres e hijos. Los padres a cargo estaban tan preocupados por sus teléfonos celulares y por sus hijos que no notaron la presencia de los observadores.

¿Tu celular te hace peor padre?
| Foto: THINKSTOCK

Puntos clave

  • Un grupo de científicos observó a 55 padres comiendo con sus hijos.
  • Nada menos que 40 de ellos prestaron atención a sus teléfonos durante la comida.
  • Los expertos aseguran que esta distracción perjudica la interacción padre-hijo y a la larga puede tener consecuencias.

"Elegimos estudiar y observar a los padres a cargo de los niños en el momento de la comida ya que es una actividad cotidiana, pero también es un momento de interacción y la mirada cara a cara son consideradas importantes para la educación", explica el pediatra del Boston Medical Center,  Jenny Radesky.

"Se calcula que el 40% de las comidas de los estadounidenses son realizadas en restaurantes con lo cual, la visita a un local de comidas rápidas con los niños resulta un evento bastante frecuente y representantivo de las comidas familiares", escribieron Redesky y sus colaboradores.

Dentro de las observaciones que tomaron los científicos, los padres a cargo que estaban absorbidos en la tecnología y sus celulares, eran los que reaccionaban en forma más dura cuando uno de los chicos se portaba mal. 

Una de las observaciones de los investigadores señalan que fue muy común ver a los padres responder mensajes en su celular moviendo la cabeza e intentando responder a las demandas de los niños, y de vez en cuando estableciendo con ellos contacto visual. También registraron una serie de conductas robóticas o malhumoradas cuando los niños demandaban su atención.

"Los padres a cargo de los niños miran sus teléfonos, asienten con la cabeza, responden robóticamente pero no prestar verdadera atención a sus hijos y no responden con palabras...no parecen estar escuchando ni estar atentos con lo que sucede a su alrededor", escribió en sus notas uno de los investigadores.

Los investigadores observaron unos 55 padres en diferentes que estaban comiendo con uno o más niños y llegaron todos a conclusiones similares. De los 55, 40 de ellos utilizaron el celular mientras estaban comiendo con sus hijos.

Si bien se requiere de una mayor investigación, el punto es muy útil como para reflexionar y comenzar a pensar de qué forma estamos educando a nuestros hijos.

"Lo que hemos notado es que muchos niños toman esta actitud de los padres con naturalidad y aceptan esta falta de conexión y atención, mientras que otros se vuelven más demandantes y requieren muchas veces de retos y respuestas negativas de sus padres", escribieron los autores.

Cómo mejorar la comunicación

La comunicación entre padres e hijos es fundamental. La Asociación Americana de Psicología ofrece los siguiente consejos para mejorar la comunicación con tus hijos.

  • Observa  los momentos en los que tus hijos están más dispuestos a hablar , por ejemplo a la hora de la comida o en el auto e intenta estar disponible para ellos. 
  • Busca un tema de conversación.
  • Si tienes varios hijos, reserva tiempo para cada uno de ellos en forma individual. 
  • Descubre sus intereses e inicia la conversación compartiendo algo que estén pensando en lugar de hacerlo con una pregunta.
  • Es importante que se sientan escuchados, exprésales tu interés sin invadir su privacidad.
  • Escucha y trata de entender su punto de vista aunque resulte difícil y déjalos terminar de hablar antes de responder o emitir tu opinión.
  • Hazle saber que los estás escuchando.
  • Si te hablan, deja lo que estás haciendo y repite lo que escuchas así te aseguras haber entendido bien y que ellos sepan que fueron escuchados.

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