Todos conocemos a alguien que sufre de depresión, fobia, ataques de pánico o o trastorno bipolar. Pero la línea entre salud y enfermedad mental no siempre es clara.
La salud mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como un estado de bienestar, de equilibrio, en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades y puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Salud y enfermedad mental no son opuestos. Para poder saber si una persona es sana mentalmente, basta con observar algunos aspectos como la superación de acontecimientos traumáticos, la forma de manejar las tensiones y desafíos propios del día a día que todos tenemos. Es importante poder diferenciar síntomas de enfermedades mentales.
Algunos datos interesantes
Acorde con datos del sitio oficial MentalHealth.gov, uno de cada cinco adultos sufre algún tipo de trastorno o enfermedad mental y millones de los que necesitan tratamiento no acceden a él debido al costo que implica o el estigma negativo que acarrea.
Por otro lado, se calcula que alrededor de la mitad de los desórdenes mentales aparecen antes de los 14 años y un 75% por ciento de ellos incluso antes de que la persona cumpla los 24 años. Sin embargo, acorde con datos de la organización gubernamental, menos de un 20% de los niños y adolescentes con problemas de salud mental reciben el tratamiento que necesitan.
Entre las enfermedades mentales, las más comunes están la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de pánico, el estrés post-traumático (PTSD por sus siglas en inglés), y el trastorno de la personalidad.
¿La adicción es una enfermedad mental?
Sí, explican los expertos del Instituto Nacional de Salud Mental. Se considera a la adicción una enfermedad mental porque cambia al cerebro de manera fundamental, interrumpiendo la jerarquía normal de las necesidades y los deseos, y sustituyéndolos con nuevas prioridades relacionadas con la obtención y el consumo de drogas. Los comportamientos compulsivos resultantes del consumo de drogas, debilitan la capacidad para controlar los impulsos a pesar de las consecuencias negativas, son similares a las características básicas de otras enfermedades mentales.
No discriminan
Las enfermedades mentales pueden afectar a cualquier persona, sin importar su edad, su raza, su religión o su clase social. Son enfermedades como cualquier otra y en ningún caso se son el resultado de alguna debilidad personal, de la falta de carácter o de la indisciplina.
Sin el tratamiento adecuado, las consecuencias tanto para el individuo, como para la familia y la sociedad pueden ser graves.
La buena noticia es que la mayoría de las personas que padecen una enfermedad mental seria puede experimentar una gran mejoría si participan activamente de un plan de tratamiento individual.
Junto al procedimiento médico de diagnóstico y medicación en el caso que sea necesario, los tratamientos psicológicos, como la terapia del comportamiento cognitivo, la terapia interpersonal, los grupos de apoyo y otros servicios de la comunidad pueden ser parte del tratamiento y facilitar la recuperación.
Además, una buena dieta equilibrada, el ejercicio físico, el descanso adecuado, las relaciones interpersonales y las actividades remuneradas o voluntarias contribuyen a la salud y al bienestar total, incluyendo la recuperación de las enfermedades mentales.
Las más comunes
La depresión: afecta nada menos que a unas 350 millones de personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en ocasiones esta enfermedad se encuentra asociada a problemas de salud física, como cardiopatías. Sin embargo, también hay circunstancias como las presiones económicas, el desempleo, los problemas familiares o los conflictos que aumentan el riesgo de padecerla.
Fobias. De acuerdo con la Asociación de Psiquiatras Americanos (APA), cerca de 19 millones de adultos padecen algún tipo de fobia, es decir, un tipo de trastorno de ansiedad que consiste en un miedo irracional y exagerado ante objetos, situaciones o actividades. La más común es la fobia social, pero existen otras como la amaxofobia (miedo a conducir) y la aerofobia (fobia los aviones).
Trastorno Bipolar: El trastorno bipolar es una enfermedad mental severa. Las personas que la sufren experimentan cambios de ánimo muy abruptos y poco comunes. Se trata de personas que se sienten muy feliz y con mucha energía algunos días y otros muy triste y deprimido. Y, así, vuelve a empezar el ciclo otra vez. En general, entre un ciclo y otro, tienen estados de ánimo que parecen normales. Este ciclo de cambios de humor y estado de ánimo puede prolongarse indefinidamente o ser parte de una etapa de crisis.
Ataques de pánico: Estos repentinos ataques de miedo comienzan con una sensación de estar fuera de control combinado con una serie de síntomas físicos como palpitaciones, sudoración repentina, mareos, náuseas, dolor en el pecho, dolores de estómago y duran por lo general entre 10 y 20 y minutos y luego desaparecen. Los niños también pueden tenerlo. La situación aparece en forma inesperada y desata una reacción física que aparenta ser un ataque cardíaco pero no lo es.
¿El Alzheimer es una enfermedad mental?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa neurológica que ocasiona trastornos mentales. Afecta al cerebro y que origina un deterioro gradual y progresivo de importantes funciones cerebrales como la memoria, la percepción del tiempo y el espacio, el lenguaje y, finalmente, la capacidad de cuidar de uno mismo.
Los trastornos neurológicos son enfermedades del sistema nervioso central y periférico, es decir, del cerebro, la médula espinal, los nervios craneales y periféricos, las raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular, y los músculos.
Otros trastornos neurológicos son la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, enfermedades cerebrovasculares, migraña, cefalalgias, esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, infecciones neurológicas, tumores cerebrales, afecciones traumáticas del sistema nervioso.
Lo que se conoce específicamente como enfermedades mentales tienen manifestaciones en el pensamiento, la conducta y las emociones pero no como producto de un trastorno neurológico, sino más bien funcional.