Es un tema que ya ha sido estudiado en el ámbito de la psicología animal.
Ya en la década de los 70, varios científicos han relacionado el tamaño de los testículos con la infidelidad en algunas especies animales, en primates por ejemplo, y se ha llegado a la conclusión de que por la llamada selección natural, un proceso descrito para explicar la evolución de las especies y la superviviencia de los ejemplares más aptos desde el punto de vista adaptativo, llevó a que los machos de la especie a tener genitales más grandes para reservar más esperma y por ende tener más cría. 
Estos comportamientos sexuales de los animales han sido el puntapié inicial para que científicos de todo el mundo busquen evidencias científicas que consigan explicar qué es lo que sucede en los seres humanos.
En esta línea de investigación, un grupo de científicos encabezados por el Doctor Petter Bockman, de la Universidad de Oslo, Noruega y publicado por la revista científica noruega Apollon y del que se habla también en la revista Psychology Today, afirma que existe una correlación entre la infidelidad y el tamaño de los testículos de un primate macho.
Testículos de mayor tamaño permiten retener y producir una cantidad mayor de espermatozoides, lo cual hace que en el macho aumente la motivación de difundir sus genes a través del contacto con varias hembras.
"Logramos determinar el grado de infidelidad de los primates de sexo masculino observando el tamaño de sus testículos y llegamos a la conclusión de que cuanto más grandes los tienen, son más infieles a su pareja", explica el estudio científico.
Pero la fidelidad de las hembras también puede ser relacionada con el tamaño de los testículos en los machos. "Podemos determinar el grado de fidelidad en la mujer mirando el tamaño de los testículos de los machos. A machos con testículos más grandes, encontramos hembras menos fieles", explicó Bockman.
Esto se explicaría ya que, ante la infidelidad de las hembras, el macho necesitará un mayor tamaño testicular para tener más espermatozoides y competir con los otros machos de la manada.
Sin embargo, ya son varios los artículos publicados, como el del psicóloga Hogan Sherrow en Psychology Today que cuestionan este tipo de estudios y aseguran que nada tiene que ver el tamaño de los testículos con la infidelidad y que no hay forma de explicar una conducta tan compleja y particular en las relaciones humanas con una explicación netamente biológica.
¿Ellos sienten un impulso sexual mayor?
Otro de los intentos por explicar la infidelidad en los hombres se relaciona con un impulso sexual mayor y no tanto como una falta de autocontrol, como muchos han referido.
Una investigación científica realizado por la psicóloga Natasha Tidwell, de la Universidad de Texas y publicado en la revista Personality and Social Psychology señala que los hombres tienen un impulso sexual más intenso que las mujeres y por seo, serían más propensos a la infidelidad.
La pregunta que se ha realizado el grupo de científicos es si la infidelidad en el hombre se relaciona con un impulso sexual mayor o con falta de autocontrol y llegaron a la conclusión que se trata de un tema de impulso sexual.
Para llegar a esa conclusión, se han realizado dos experimentos: uno que estudiaba las diferentes tentaciones sexuales que los sujetos habían tenido en el pasado experimento y se le pidió a los participantes de ambos sexos que describieran cómo fue la atracción sexual que sintieron hacia una persona “no disponible", el otro evaluaba la relación entre impulsos sexuales y auto-control, en el que respondieron una serie de preguntas diseñadas para medir la fuerza de su impulso sexual, la forma en que tratan de controlar dicho impulso conscientemente, y también lo que resulta de esa “negociación”.
Como conclusión, señala la investigadora "cuando los hombres hablaban de su comportamiento sexual del pasado, reportaban haber sentido un impulso más fuerte, en comparación con lo que reportaban las mujeres. La fuerza de los impulsos parecería tener mayor importancia que los mecanismos de auto-control.
