A pesar que afecta la vida de 50 millones de personas en todo el mundo, la causa exacta de la demencia continúa siendo una incógnita para los científicos. En un intento por combatir esta condición, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó pautas de prevención, identificando y evaluando 12 factores de riesgo.
La demencia engloba un grupo de enfermedades que causan pérdida de memoria, alteraciones en el razonamiento y trastornos de conducta. La forma más común es la enfermedad de Alzheimer, que solamente en los Estados Unidos afecta a 3.5 millones de personas.
Otros ejemplos de demencia son:
- Enfermedad de Huntington.
- Enfermedad de Lyme.
- Enfermedad de Pick.
- Esclerosis múltiple.
- Lesión cerebral.
- Mal de Parkinson.
En la mayoría de los casos, esta condición impide a las personas continuar con sus actividades cotidianas. Principalmente, porque son condiciones degenerativas, esto significa que los daños que causan en el cerebro no pueden detenerse o revertirse. Por ello, se considera uno de los principales motivos de discapacidad y dependencia.
Debido a su alta incidencia, la OMS consideró a la demencia un problema de salud pública y los profesionales, una prioridad en el campo de la investigación. A pesar de que todavía no se identifica el problema de raíz, diferentes estudios arrojaron luz sobre qué factores pueden contribuir al desarrollo de esta afección.
Formas de prevención
A pesar de que la edad es el principal factor de riesgo para sufrir deterioro cognitivo, los expertos advierten que la demencia no es una consecuencia natural o inevitable del envejecimiento.
Los especialistas de la OMS se valieron de distintas investigaciones para identificar otros 12 factores de riesgo:
- Abuso de alcohol.
- Altos niveles de colesterol.
- Aumento brusco de peso.
- Depresión.
- Diabetes.
- Falta de actividad física.
- Falta de contacto social.
- Hipertensión.
- Mala alimentación.
- Pérdida de audición.
- Reserva cognitiva deficiente.
- Tabaquismo.
Como puede apreciarse, muchos de los factores de riesgo son modificables. Por este motivo, la OMS dirigió esta información a las organizaciones gubernamentales, con el propósito de que redacten mejores políticas de prevención y tratamiento.
"Necesitamos hacer todo lo posible para reducir el riesgo de demencia. La evidencia científica reunida para estas pautas confirma lo que sospechamos por algún tiempo, lo que es bueno para nuestro corazón, también es bueno para nuestro cerebro", advirtió el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
El organismo también señaló que existe evidencia sólida sobre medidas que se pueden adoptar para controlar esos factores y prevenir el riesgo de demencia, por ejemplo:
- Mantenerse activo: Además de sus beneficios físicos, el ejercicio puede ayudar a mantener el cerebro sano y joven. Esto se debería a que impide el aumento de un compuesto llamado colina, responsable de la pérdida de células nerviosas.
- Reducir el consumo de alcohol: Los especialistas reconocen que el consumo excesivo de alcohol interrumpe la energía que garantiza el funcionamiento normal del cerebro. Esta situación tiene como consecuencia, entre otras cosas, la aparición de diferentes alteraciones neurológicas, entre ellas la demencia.
- Incluir una dieta mediterránea: Esta es una alimentación basada en frutas, verduras, grasas saludables (como el aceite de oliva), granos y cereales. Distintos estudios encontraron que su consumo regular mejoraría las habilidades cognitivas y reduciría el riesgo de demencia de manera importante (un trabajo señaló incluso, una reducción de entre 30% y 35%).
Sin embargo, y aunque los expertos lo consideren importante, no existen suficientes pruebas que garanticen que el uso de antidepresivos, audífonos o el contacto con las personas sea efectivo para prevenir el deterioro cognitivo.
"La existencia de factores de riesgo potencialmente modificables significa que la prevención de la demencia es posible a través de un enfoque de salud pública", señalaron en el documento oficial de la OMS.
Y agregaron "El objetivo del plan de acción es mejorar la vida de las personas con demencia, sus cuidadores y sus familias, al tiempo que se disminuye el impacto de esta enfermedad en ellos, así como en las distintas comunidades y países".
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