No hay una forma correcta de lidiar con todas las cuestiones a que nos enfrenta el cáncer, cuando se introduce en nuestras vidas, la entera familia se afecta en las batallas que son un reto muy difícil.
Todos los sobrellevamos de diferentes maneras y hay momentos muy críticos y duros. Aprendemos de oír las experiencias de otros cuando nos relatan las diferentes formas que tienen de copar con el cáncer y lo que han aprendido de ellas. 
Yo he aprendido que cada día de vida es un premio.
- Aprendí que debo sólo preocuparme de vivir un día a la vez.
- Aprendí que muchas de las preocupaciones de la vida diaria son solo pequeñeces y dejé de darles importancia.
- Aprendí a buscar la parte positiva de las cosas.
- Aprendí a enfocarme en no perder el gozo de vivir.
- Aprendí a soltar los miedos a la vida con sus cambios y pérdidas porque aprendí a confiar en Dios, a edificar la fe y expandirme en amor.
- Aprendí a no darme por vencida pero si rendirme a la voluntad de Dios.
- A reconocer que Dios sabe como las cosas deben de ser, que cualquier cosa que esté pasando, está en perfecto orden divino.
Todo está en perfecto orden divino para nuestra evolución espiritual, para nuestro crecimiento, para nuestra enseñanza.
