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Termina amor entre actriz de “Twilight” Nikki Reed y Paul McDonald

La actriz y cantante que apareció en la cinta “Twilight” Nikki Reed ha decidido poner fin al matrimonio que sostuvo junto a Paul McDonald durante casi tres años, así lo han dado a conocer varios medios.

Termina amor entre actriz de “Twilight” Nikki Reed y Paul McDonald
Getty Images | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • Los artistas estuvieron casados durante un año y medio.
  • Según varios medios, ambos llevan viviendo seis meses separados.
  • Últimamente se ha visto a Reed sin su anillo de compromiso.

“Después de pensarlo mucho, Nikki Red y Paul McDonald están terminando su matrimonio. Ellos han estado viviendo por separado durante los últimos seis meses debido a que tienen que trabajar en sus obligaciones”, comentó el representante de la artista a US Weekly.

Y aunque el amor que se tenían como pareja se ha terminado, no pasará lo mismo con sus carreras musicales. “Van a seguir compartiendo su amor por la música, y todavía están trabajando en su álbum debut. “I’m Not Falling” Ellos siguen siendo buenos amigos”, agregó el manager.

Esta noticia se confirmó luego que Reed fue vista por las calles sin su anillo de compromiso. Según han difundido otros medios, ella ya vivía desde hace seis meses separada de McDonald.

Y frente a este triste final de amor, lo único que nos preguntamos es: ¿por qué se termina el encanto?Aunque pueda sonar muy duro, esto podría deberse a que “el amor nunca existió”. Así lo considera la terapeuta Louise L. Hay, autora de publicaciones como “Usted puede sanar su vida” y “El poder está dentro de ti”.

“Si bien al principio lo confundimos con el enamoramiento, más adelante volvemos a equivocarnos, creyendo que el amor es el sentimiento amoroso”, comenta al periódico español El País. “Muchas personas dejan de amar a sus parejas porque ya no tienen sentimientos de amor hacia ellas”, como habría pasado entre la joven pareja de Reed y McDonald.

Para Hay, parte de la clave para una buena relación radica en tenerse amor hacia uno mismo, ya que, aunque suene muy trillado, si no te amas no puedes amar a los demás. Muchas parejas suelen descubrir esto, puesto que debido a la falta de autoestima, suelen buscar en su compañero el cariño, aprecio y reconocimiento que no se dan a sí mismos.

Parte del amor hacia uno mismo radica en la autoestima, el cual es un sustantivo que proviene del prefijo autos, (que quiere decir ‘por sí mismo’) y la palabra latina aestima, del verbo aestimare, que quiere decir ‘evaluar, valorar, tasar’. Conjugando esto, la palabra autoestima se define como “la manera en la que nos valoramos a nosotros mismos”.

Por otro lado, para que la atracción y el deseo no se desvanezcan, David Deida, autor del libro “En íntima comunicación” plantea que uno de los amantes encarne y potencie el rol masculino (vigorosidad, fuerza e iniciativa) y el otro femenino, en donde destaca la afectividad, la empatía y la receptividad.

De acuerdo con Deida, "en la medida en que los amantes se polarizan, conociendo y respetando sus diferencias, no sólo crecen, sino que se vuelven sostenibles con los años". Para lograrlo, la esencia masculina debe dedicar más tiempo para cuidar su vínculo afectivo y la femenina debe dejar espacios para no ahogar a su pareja".

Para que una relación funcione bien algunos especialistas consideran tres pilares: la responsabilidad personal (cada amante se hace cargo de sí mismo), la interdependencia (una vez conquistada la autonomía se busca construir una convivencia constructiva) y finalmente valorar y disfrutar de la pareja.

También es importante tener una mentalidad sana. Sobre esto el psicoanalista Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt considera: "Yo soy yo, tú eres tú. Yo no vine a este mundo para vivir de acuerdo a tus expectativas. Tú no viniste a este mundo para vivir de acuerdo con mis expectativas. Yo hago mi vida, tú haces la tuya. Si coincidimos, será maravilloso. Si no, no hay nada que hacer".

Si hoy en día nuestras relaciones están marcadas por la rutina, el conflicto y el sufrimiento, es precisamente porque nadie nos ha enseñado a amar, consideran los expertos. Pero como cualquier otra cosa, se trata de practicar y cometer errores. La terapia de pareja ofrece una oportunidad de detectar problemas y corregirlos.

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