¿Te suena el nombre de Robert Vineberg? Es muy probable que no, pero al menos para los fallecidos Seymour Hoffman y Amy Winehouse sí lo era. Se trataba del mismo repartidor de drogas que ambos artistas tenían, según ha revelado la policía.
Puntos clave
- Ambos artistas murieron a causa de sus adicciones.
- Eran adictos a la heroína.
- Y por si fuera poco, compartían al mismo “dealer”
Tras la muerte del actor Seymour Hoffman, el 2 de febrero de 2014, las autoridades de Nueva York trataron de rastrear el origen de la heroína que fue encontrada en su departamento y al parecer han dado con el responsable.
Entre los detenidos destaca Vineberg, quien no es cualquier persona. Bajo el nombre de Robert Aaron se trata muy músico de jazz respetado, aunque en una constante decadencia. Además, no sólo era el distribuidor de Hoffman, sino también era un ser muy cercano.
“Él era mi amigo. Pude haberlo salvado. Si yo hubiera sabido que estaba en la ciudad le habría dicho ‘hey hagamos un encuentro de Alcohólicos Anónimos’ Si yo hubiera estado con él, esto no habría ocurrido, no bajo mi vigilancia”, manifestó.
De acuerdo con The New York Post, un testigo aseguró a la policía haber visto a Hoffman comprando heroína en la vivienda de Vineberg, ubicado en el número 302 de Mott Street, de Nueva York, unos meses antes de su fallecimiento.
En dicho lugar la policía incautó 350 papelinas de heroína, pero ninguna del tipo como la que se encontró en la casa del actor. Debido a esto arrestaron al jazzista y a otras dos personas.
Seymour Hoffman no era el único famoso allegado de Vineberg, pues se ha encontrado que también Amy Winehouse fue su amiga y quien a pesar de ser una empedernida consumidora de heroína, murió a causa de su alcoholismo en julio de 2011.
Pero la historia del polémico “dealer” no termina ahí. También se halló que tenía relación con una de las leyendas del arte de los años 80, Jean Michael Basquiat, quien curiosamente murió de una sobredosis de heroína el 12 de agosto de 1988. Se dice que el pintor también frecuentaba el departamento de Vineberg.
Más allá del surtidor, lo que más unía a Winehouse, Hoffman y a Basquiat era su compulsiva adicción hacia la heroína, una droga sumamente adictiva que ha sido considerada como un problema en los Estados Unidos.
Entre algunos de los principales problemas de salud provocados por la heroína se incluyen abortos, infecciones cardiacas y muertes por sobredosis. Además, las personas que se inyectan corren mayor riesgo de adquirir enfermedades infecciosas, incluso VIH/SIDA y hepatitis.
Es probable que los artistas mencionados hayan usado cada vez más cantidades de heroína hasta convertirse en unos drogadictos desenfrenados, pues el consumo habitual de la heroína conduce a su tolerancia, lo que demanda que los usuarios necesiten más cantidades de droga para tener el mismo efecto.
Con información del Instituto Nacional Sobre el Abuso de Drogas.
