Según el medio Radar Online, Brooke Mueller, quien estuvo dos veces en rehabilitación durante su embarazo, accedió a que Bob y Max, los hijos que tuvo junto Charlie Sheen, fueran monitoreados.
Puntos clave
- Los hijos del actor estarían presentando algunos síntomas.
- Ya que, durante su embarazo, su ex pareja estuvo en rehabilitación por adicciones.
- Razón por la que actualmente se encuentran bajo monitoreo.
Esta decisión se tomó después que personal del Departamento de Servicios a Niños y Familias de Los Ángeles visitara a la también actriz, quien aceptó a que sus retoños se sometieran a análisis, pues su vida depende de eso.
Mueller, al igual que Sheen tiene un historial de adicciones inmenso, en donde se incluye el consumo de metanfetamina cristal, uno de los estimulantes más adictivos, así como de alcohol, de acuerdo con la página de internet.
Los efectos que puede tener consumir alcohol durante el embarazo pueden tener consecuencias nocivas en los hijos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades advierten que el aprendizaje y memoria, el control de las emociones, la comunicación y la socialización, así como realizar tareas diarias como vestirse y comer pueden verse afectadas.
Algunos de estos síntomas, como alteraciones en la conducta ya se estarían manifestando en los pequeños del protagonista de Anger Management, ya que en días pasados, Denise Richards, ex esposa de Sheen y quien tenía la custodia de Bob y Max, escribió en una carta que por su comportamiento ya no podría hacerse cargo de ellos.
Según la misiva, las hijas de Richards habían sido “estranguladas, pateadas en la cabeza y el estómago, rasguñadas, mordidas, golpeadas y escupidas” por Bob y Max, quienes trataban de la misma manera a los perros de la casa.
Cabe recordar que los mellizos nacieron siete semanas antes de la fecha establecida, y Max tuvo que permanecer en el hospital en terapia intensiva por problemas del corazón, otro de los síntomas que se asocian a esta enfermedad.
Aunque no existe una cura para esta padecimiento, los tratamientos pueden ayudar; éstos incluyen medicamentos para tratar los síntomas y terapia de conducta. Dependiendo de los síntomas del paciente varía el tratamiento.
Lo mejor que pueden hacer las mujeres que estén embarazadas, es alejarse de las bebidas alcohólicas. Quienes tengan problemas con la bebida necesitarán acercarse a un programa de rehabilitación para el consumo excesivo de alcohol y someterse a un control estricto por parte de su médico.
