Aunque bien dicen que el hubiera no existe, el astro portugués Cristiano Ronaldo estuvo a punto de no conocer el mundo por decisión de su madre Dolores Aveiro, quien en su libro “Madre Coraje” destacó que pudo haber interrumpido su embarazo.
De acuerdo con la publicación autobiográfica, el momento por el que atravesaba la progenitora de CR7 hace treinta años no era el mejor, pues la situación económica era crítica y la idea de mantener un hijo simplemente era imposible.
Aveiro, quien en ese momento se encontraba embarazada de Cristiano, pensó seriamente en abortarlo a pesar de las recomendaciones que no lo hiciera, según relata en el libro.
“¡De ninguna manera! Usted tiene sólo treinta años y ninguna razón física por la cual no pueda tener ese bebé. ¡Ya verá cómo es la alegría de la casa!”, le comentó su propio doctor a Dolores.
Sin embargo, la señora hizo caso omiso y probó con un remedio casero que le aconsejó una vecina para interrumpir la gestación, pero al no funcionar, decidió tenerlo. “Si la voluntad de Dios es que este niño nazca, que así sea”.
Por fortuna, el niño nació bien de salud y el resto es historia, ahora Ronaldo es uno de los máximos goleadores del Real Madrid y es ícono dentro del fútbol mundial.
Pero, al igual que Cristiano, la pregunta de muchos gira en torno a qué habría sido de aquellos hijos que no nacieron debido a que fueron sometidos a un aborto. La respuesta nunca se sabrá.
Y es que uno de los eternos dilemas de muchas futuras mamás llega a ocurrir cuando se presenta un embarazo no deseado por lo que el aborto es para muchas de ellas la prioridad.
Y aunque esta práctica ha sido empleada desde hace varios siglos, en las últimas décadas los niveles han descendido en el país, según un informa hecho por investigadores del Instituto Guttmacher.
Tan sólo en 2011 la tasa fue de 16.9 abortos por cada 1,000 mujeres de 15 a 44 años de edad, lo cual estuvo muy por debajo de la tasa de 29.3 por casa 1,000 mujeres en 1981.
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