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Amanda Bynes ya se porta como niña buena

Todo comenzó cuando a la joven actriz Amanda Bynes se le ocurrió prenderle fuego a la entrada de una casa en julio de 2013, a partir de entonces nada volvió a ser igual. Ahora ella permanece en un centro de rehabilitación bajo los diagnósticos de esquizofrenia y bipolaridad, pero al parecer, la artista estaría respondiendo al tratamiento e incluso ha mostrando mejorías, según una versión de foxnews.com.

Amanda Bynes ya se porta como niña buena
The Grosby Group | Foto: THE GROSBY GROUP

Puntos clave

  • Desde julio de 2013, la joven artista se encuentra en rehabilitación.
  • El diagnóstico inicial fue esquizofrenia y bipolaridad.
  • Estará tres meses más en terapias.

“A Amanda le están dando 2 permisos a la semana para ir a la playa o salir a comer y hacer cosas acompañada por un responsable profesional. Está haciendo un gran progreso”, señala el sitio.

Aunque en un principio se pensó que el cambio de clínica afectaría a la artista, pues inicialmente se encontraba en el centro médico de la UCLA, la verdad es que ésta cumple con las necesidades específicas de Bynes, por lo que esperan que permanezca tres meses más recibiendo terapia.

Si en algo habría de beneficiar esta situación a Amanda es que sus papás han estado más cerca de ella, de hecho, la misma fuente ha asegurado que han sido pilar en su recuperación ya que en el pasado no tenían una buena relación, hecho que la misma artista reveló por Twitter.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental, la esquizofrenia, uno de los problemas que padece la joven estrella, afecta a un 1 por ciento de los estadounidenses y consiste en escuchar voces que otros no escuchan, hablar sin sentido o sentarse durante horas sin moverse ni hablar.

Para estos casos los tratamientos ayudan a calmar muchos de estos síntomas, pero aún así, el paciente tiene que lidiar con ellos a lo largo de toda la vida. Parte de las medicinas empleadas son los medicamentos antipsicóticos, entre los que destacan el Clorprozamina, Haloperidol, Perfenazina, Flufenazina.

Posteriormente se recurren a los tratamientos psicosociales, los cuales ayudan a los pacientes a afrontar los desafíos diarios de la enfermedad, como dificultad con la comunicación, el cuidado personal, el trabajo y las relaciones con los demás. Quienes reciben estos medicamentos tienen menos probabilidades de recaer.

Con frecuencia, las personas con esquizofrenia se resisten a realizar un tratamiento, dado que no piensan que necesitan ayuda porque creen que sus delirios o alucinaciones son reales.

En estos casos, los familiares y amigos puede que tengan que tomar las medidas necesarias para mantener a salvo a su ser querido. Lamentablemente cuando una persona se vuelve un peligro para sí misma o para los demás, lo mejor es tomar la decisión de llamar a la policía para que sea atendida en un hospital.

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