Vinculan cada vez más a los opioides con muertes de mujeres embarazadas

La epidemia de opioides de EE. UU. sigue arrasando sin control, y una nueva investigación muestra que las muertes relacionadas con el embarazo debido al mal uso de los opioides aumentaron en más del doble entre 2007 y 2016.

Las muertes durante o poco después del embarazo aumentaron en un 34% en ese periodo, y el porcentaje en que estuvieron implicados la heroína, el fentanilo o analgésicos recetados (como OxyContin) se incrementaron de un 4% a un 10%, señalaron los investigadores.

Vinculan cada vez más a los opioides con muertes de mujeres embarazadas
| Foto: GETTY IMAGES

Los hallazgos "confirmaron nuestras sospechas en gran media", afirmó la autora principal, Alison Gemmill, de la Universidad de Stony Brook, en Nueva York.

"Sabemos que la mortalidad relacionada con los opioides ha aumentado entre todas las mujeres en edad fértil", dijo Gemmill. También se sabe que la cantidad de bebés que sufren de síndrome de abstinencia neonatal (debido al uso de opioides durante el embarazo) ha aumentado de forma dramática en los últimos años, añadió.

"Nuestra investigación apunta a otro efecto indirecto de estas tendencias más amplias de la crisis de opioides", agregó Gemmill, profesora asistente de medicina familiar, de la población y preventiva.

El análisis observó los datos de los certificados de defunción del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de EE. UU. de mujeres de 15 a 49 años de edad. Los investigadores se enfocaron en las muertes en 22 estados y Washington, D.C., que ocurrieron durante el embarazo o hasta un año después del embarazo.

El equipo del estudio encontró que aunque las mujeres blancas son menos propensas a morir de cualquier causa durante el embarazo, son más propensas que las negras o hispanas a fallecer debido a los opioides.

"Creemos que esto se debe a que lo que estamos viendo refleja unas tendencias más amplias de la epidemia específicas según la raza", planteó Gemmill.

Apuntó a la investigación realizada por ella y sus coautores que encontró que entre mediados de los 90 y 2010, "la epidemia de opioides se expandió rápidamente en la población blanca, mientras que la mortalidad por opioides se mantuvo estable en la población negra".

La gran mayoría de las muertes relacionadas con los opioides en el grupo del estudio (un 70%) ocurrieron durante el embarazo o en un plazo de 42 días tras interrumpir un embarazo, según el nuevo informe.

Además, la clase subyacente de sustancias implicadas en la muerte de una mujer embarazada cambiaron a lo largo de la década, y la metadona estaba implicada en menos fallecimientos.

En 2016, casi un 80% de esas muertes implicaban a la heroína o a un opioide sintético, como el fentanilo. Esa cifra era de menos de un 20% en 2007, apuntaron los autores del estudio.

La forma exacta de la muerte de esas mujeres (por ejemplo, si se debió a una sobredosis) permaneció fuera del alcance del estudio.

Pero como un embarazo generalmente implica un contacto frecuente entre una mujer y sus proveedores de atención de la salud, Gemmill sugirió que los profesionales clínicos tienen una magnífica oportunidad para intervenir ante el abuso de sustancias.

También anotó que una proporción sustancial de las mujeres fallecieron por el uso de opioides más de seis semanas tras dar a luz. Esto "subraya la necesidad de estrategias especializadas que aborden las complejas necesidades a las que las mujeres se enfrentan tras dar a luz", señaló.

"Es una tarea difícil", reconoció Gemmill, "dado que muchas mujeres ni siquiera acuden a su revisión postparto recomendada".

La Dra. Maria Small es profesora asociada de obstetricia y ginecología en el Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

"El problema necesita una solución basada en las políticas y la medicina", aseguró Small.

Cualquier respuesta ante el riesgo creciente tendrá que ir más allá de simplemente abordar las necesidades médicas y de emergencia inmediatas de cada mujer, sugirió. También requerirá profesionales clínicos "con conocimiento sobre la forma de tratar las toxicidades de los opioides y de otras sustancias", dijo Small.

También se necesitan programas de tratamiento que recluten a los seres queridos y a la comunidad en general, añadió Small.

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente en línea de la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.

Más información

Para más información sobre el embarazo y el uso de los opioides, visite el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU

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