Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Una sauna tras el ejercicio podría mejorar su salud incluso más

JUEVES, 21 de julio de 2022 (HealthDay News) -- La próxima vez que haga ejercicio, quizá deba meterse 15 minutos en la sauna cuando acabe, para recibir beneficios adicionales para su corazón.

Este es el principal hallazgo de una investigación finlandesa. Encontró que usar la sauna confiere unos beneficios cardiovasculares adicionales, más allá del ejercicio solo.

Una sauna tras el ejercicio podría mejorar su salud incluso más

El nuevo estudio no observó cómo las saunas pueden potenciar la salud del corazón, pero otros estudios han aclarado estos beneficios. Se ha mostrado "que parte de las respuestas cardiovasculares del baño de sauna son comparables a los del ejercicio de intensidad moderada, al menos de forma aguda", señaló el autor del estudio, Earric Lee, investigador de la facultad de ciencias del deporte y la salud de la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia. La sauna forma parte integral de la cultura finlandesa, y en Finlandia hay más saunas que coches, comentó.

Las personas que usaban la sauna tras hacer ejercicio tenían una presión arterial y unos niveles totales de colesterol más bajos que las personas que no la usaban, encontró el estudio. En específico, la presión arterial sistólica (el número superior en una lectura de la presión arterial) se redujo en casi 9 mm Hg, y los niveles totales de colesterol pasaron del rango alto al aceptable entre las personas que usaban la sauna tras hacer ejercicio.

Durante el estudio de ocho semanas, 47 adultos bastante sedentarios, de 30 a 64 años, se dividieron en tres grupos: ejercicio de resistencia y aeróbico tres veces por semana durante 50 minutos por sesión, ejercicio de resistencia y aeróbico tres veces por semana durante 50 minutos por sesión seguidos de 15 minutos de sauna, o sin ejercicio ni sauna. La actividad aeróbica, como correr o caminar a buen paso, hace que el corazón lata, mientras que el ejercicio de resistencia desarrolla los músculos.

Todos los participantes del estudio tenían al menos un factor de riesgo de la enfermedad cardiaca, por ejemplo colesterol alto, hipertensión, obesidad, tabaquismo, o un historial familiar de enfermedad cardiaca. Los participantes podían salirse del sauna tras 15 minutos si se sentían incómodos en el calor, pero nadie salió.

Las personas en el grupo de ejercicio y sauna y las del grupo de ejercicio solo mostraron un aumento en su tasa de consumo máximo de oxígeno, o VO₂ max, en comparación con las personas del grupo de control. El VO₂ max se refiere a la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede usar durante el ejercicio, y mientras más alto es, mejor es la condición física.

Además de las reducciones en la presión arterial y el colesterol, las personas que usaron la sauna tras el ejercicio mostraron unos aumentos incluso más grandes en el VO₂ max que sus contrapartes del grupo que solo hizo ejercicio, mostró el estudio.

El estudio se publicó en la edición en línea del 4 de julio de la revista he American Journal of Physiology—Regulatory, Integrative and Comparative Physiology.

Los nuevos hallazgos amplían a las crecientes evidencias de los beneficios de las saunas para la salud, aseguró S. Tony Wolf, experto postdoctoral de quinesiología de la Universidad Estatal de Pensilvania. "El tema de los baños de sauna o terapia de calor para mejorar la salud cardiovascular se ha estado disparando durante varios años", dijo Wolf, que no participó en la nueva investigación.

Tiene sentido que las saunas ofrezcan ciertos beneficios para la salud del corazón, anotó. "El calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten para que el cuerpo pueda mantener su temperatura, y esto aumenta el flujo sanguíneo y la frecuencia cardiaca", aclaró Wolf. "La terapia de calor también mejora la disponibilidad del óxido nítrico (NO), y la función de los vasos sanguíneos mediada por el NO es un componente de verdad importante para la salud cardiovascular".

El ejercicio produce unos beneficios similares, señaló. "Si se superpone el calor con el entrenamiento de ejercicio, se obtiene un efecto sinérgico", explicó Wolf.

Es probable que usar una sauna justo después del ejercicio, cuando su temperatura corporal ya es alta, sea incluso mejor. "Quizá llegue a una temperatura corporal más alta con el ejercicio seguido de un baño de sauna que solo con el uso del sauna, y una temperatura corporal más alta podría estimular más a estos cambios positivos", planteó Wolf.

El Dr. Deepak Bhatt es director ejecutivo de los programas cardiovasculares intervencionistas del Centro Cardiaco y Vascular del Hospital Brigham and Women's, en Boston.

"Este es un estudio pequeño pero interesante, que respalda el valor incremental de mejora de los factores de riesgo cardiovasculares del uso de la sauna, más allá de los beneficios del ejercicio", enfatizó Bhatt.

"Se necesitan más estudios de mayor tamaño, aunque parece que el uso de la sauna es un método potencialmente promisorio, sobre todo para las personas que disfrutan de la sauna", añadió Bhatt, que tampoco participó en la investigación.

Las saunas no son para todo el mundo. "Es probable que las personas con una enfermedad cardiaca grave e inestable, para quienes una presión arterial baja podría ser peligrosa, deban evitar las saunas, pero para las personas con una enfermedad cardiovascular estable, los riesgos son mínimos", aclaró. "Sí hay que tener cuidado de no deshidratarse".

Más información

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece consejos para controlar la presión arterial, lo que incluye una advertencia sobre las saunas y la presión arterial.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Earric Lee, researcher, faculty, Sport and Health Sciences, University of Jyväskylä, Finland; S. Tony Wolf, PhD, postdoctoral scholar, Pennsylvania State University, University Park, Penn.; Deepak Bhatt, MD, MPH, executive director, interventional cardiovascular programs, Brigham and Women's Hospital Heart and Vascular Center, and professor, Harvard Medical School, Boston; American Journal of Physiology-Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, July 4, 2022

Comparte tu opinión