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Una boca sana le puede salvar la vida a los niños con afecciones cardiacas

MIÉRCOLES, 16 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- Los niños que sufren de afecciones cardiacas son más propensos que sus pares a sufrir caries, dolores de muela o encías sangrantes con frecuencia, encuentra un nuevo estudio del gobierno de EE. UU.

Los investigadores encontraron que de los niños y adolescentes de EE. UU. con afecciones cardiacas, un 10 por ciento tenían una salud dental solo entre "mala" y "regular", según la calificaron sus padres. Esta cifra es el doble respecto a los niños sin problemas del corazón.

Una boca sana le puede salvar la vida a los niños con afecciones cardiacas

En parte, señalan los investigadores, esto es preocupante porque si las bacterias orales llegan al torrente sanguíneo, algunos niños con una enfermedad cardiaca podrían ser susceptibles a una endocarditis infecciosa. La afección es poco común, pero inflama al revestimiento interno del corazón, y puede poner a la vida en peligro.

Pero el problema más general es que una buena salud oral, y ahorrar a los niños el dolor y los procedimientos dentales, es importante, según la Dra. Alene D'Alesio, jefa de odontología pediátrica del Hospital Pediátrico de Pittsburgh.

Apuntó que la atención dental preventiva temprana es esencial para los niños que nacen con defectos cardiacos.

"Deben acudir a un dentista pediátrico a más tardar al cumplir 1 año", enfatizó D'Alesio, que no participó en el estudio.

Hay varios motivos por los cuales los niños con afecciones del corazón podrían ser más vulnerables a las caries, según la líder del estudio, Karrie Downing, investigadora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Por un lado, dijo Downing, podrían someterse a cirugías u otros procedimientos que dificultan el cuidado de los dientes y las encías, o que hagan que ocupe un lugar inferior en la lista de prioridades de las familias.

Más allá de esto, Downing observó que es común que los niños con afecciones cardiacas tengan discapacidades del desarrollo o intelectuales, que pueden hacer que la atención dental resulte más difícil, ya sea en casa o en el consultorio del dentista.

Incluso los medicamentos para el corazón pueden tener un rol, apuntó D'Alesio: algunos provocan resequedad bucal, lo que puede ayudar a fomentar las caries.

Una forma sencilla en que los padres pueden ayudar, planteó D'Alesio, es asegurar que sus hijos beban bastante agua, y no solo jugos u otras bebidas endulzadas.

El estudio, que aparece en una edición reciente de Morbidity and Mortality Weekly Report de los CDC, utilizó datos de una encuesta gubernamental en curso sobre la salud infantil.

Entre 2016 y 2019, casi 120,000 padres de EE. UU. respondieron a preguntas sobre la salud oral y la atención dental de sus hijos. Esto incluyó a casi 3,000 padres de un niño con una afección cardiaca.

En general, estos padres tenían el doble de probabilidades de calificar la salud dental de sus hijos como mala a regular. Y 1 de cada 6 apuntó que su hijo había sufrido de forma frecuente de dolores de muela, sangrado en las encías o caries en el año anterior.

De todos los niños con una afección cardiaca, alrededor de una cuarta parte también tenían una discapacidad intelectual o del desarrollo. Y esto, encontró el estudio, explicó en parte su peor salud dental.

No hubo evidencias de que los niños con enfermedad cardiaca fueran el dentista con menos frecuencia. De hecho, alrededor de un 83 por ciento habían recibido atención dental preventiva en el año anterior, frente a un 80 por ciento de los niños sin afecciones cardiacas.

Pero esto de cualquier forma significa que un 17 por ciento no la habían recibido, un problema que afectaba de forma desproporcionada a las familias sin seguro de salud. De todos estos niños (con y sin enfermedad cardiaca), un 56 por ciento habían ido a un dentista para recibir un chequeo en el año anterior, encontró el estudio.

Idealmente, apuntó D'Alesio, las familias deben acudir a un dentista pediátrico, en lugar de un dentista que trate a adultos. Y los niños con enfermedad cardiaca, señaló, quizá necesiten unas visitas más frecuentes, quizá algunas veces al año.

Por supuesto, esto es más fácil de decir que de hacer. Algunas familias quizá tengan dificultades tan solo para encontrar a un dentista pediátrico cerca, anotó D'Alesio.

Al mismo tiempo, dijo, hay varias cosas que los padres de niños con enfermedades cardiacas pueden hacer para ayudarlos a mantener unos dientes y unas encías sanos.

"No quiero que nadie piense que la enfermedad cardiaca es igual que las caries", apuntó D'Alesio.

Recomendó que los padres monitoricen el cepillado y el uso de hilo dental de sus hijos durante más tiempo, y quizá retrasar su "independencia" hasta los 8, 9 o 10 años.

Downing también sugirió algunas medidas básicas para la casa: piense en utilizar "ayudas" para el uso del hilo dental, por ejemplo un soporte o un mango de hilo dental, y encontrar una pasta dental y un cepillo dental que al niño de verdad le gusten. Downing anotó que un cepillo dental eléctrico podría ayudar a simplificar las cosas.

Más información

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece más información sobre la atención dental de los niños con afecciones cardiacas.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Karrie Downing, MPH, National Center on Birth Defects and Developmental Disabilities, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta; Alene D'Alesio, DMD, chief, Division of Pediatric Dentistry, UPMC Children's Hospital of Pittsburgh; Morbidity and Mortality Weekly Report, Feb. 11, 2022

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