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Un tratamiento de 'destellos de luz' podría ayudar a ralentizar el Alzheimer

MARTES, 27 de julio de 2021 (HealthDay News) -- Aunque hasta ahora los esfuerzos por desarrollar medicamentos para el Alzheimer han dado pocos frutos, una nueva investigación resalta el potencial terapéutico de dos herramientas no farmacológicas: la luz y el sonido.

Según dos nuevos estudios de tamaño reducido, exponer a los pacientes con Alzheimer a una hora al día de luz o sonido cuidadosamente modulados parece, con el tiempo, ralentizar la degeneración cerebral característica que tipifica a la progresión de la enfermedad.

Un tratamiento de 'destellos de luz' podría ayudar a ralentizar el Alzheimer

¿Cómo? Al mejorar y reforzar un tipo particular de patrón de ondas cerebrales rítmicas, llamadas "ondas gamma", que se sabe que disminuyen en potencia entre los pacientes que luchan contra el Alzheimer.

"Nuestro método, que es del todo no invasivo, para manipular el poder de las ondas cerebrales gamma funciona simplemente al mostrar a los ratones o a las personas una luz parpadeante y un sonido de zumbido a una frecuencia particular", explicó Li-Huei Tsai.

Tsai es directora del Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). En 2016, participó en un equipo de investigadores que fueron pioneros en la evaluación de esta técnica de estimulación sensorial, llamada "GENUS", en ratones.

Ese esfuerzo temprano arrojó unos resultados alentadores. Después de exponer a los ratones con Alzheimer a destellos de luz visibles a una frecuencia de 40 Hz, el equipo del estudio con los animales encontró que pudieron reducir los niveles de placa beta amiloide en la región de la corteza visual del cerebro.

Hace mucho que se considera que la acumulación de la placa amiloide en el cerebro es una señal clave del Alzheimer. La frecuencia específica de destellos de luz utilizada en el estudio se diseñó para que igualara al punto óptimo de la frecuencia natural de ondas gamma en el cerebro.

Las dos nuevas investigaciones buscaban ver si el éxito inicial con los ratones podía replicarse en las personas.

Uno fue dirigido por la Dra. Diane Chan, neuróloga y miembro clínico postdoctoral del MIT, y miembro del laboratorio de Tsai.

Chan y sus colaboradores inscribieron a 15 pacientes diagnosticados con un Alzheimer leve. En un periodo de tres meses, parte del grupo recibió un equipo para autoadministrarse una sesión diaria de luz y sonido que seguían un patrón y una sincronización cuidadosas. Cada sesión diaria de este grupo de tratamiento duraba una hora.

Como punto de comparación, los demás pacientes se expusieron a unas sesiones diarias "falsas" de luz y ruido blanco constantes.

A los tres meses, los escáneres cerebrales revelaron que la potencia de las ondas cerebrales mejoró en el grupo del tratamiento, mientras que las señales de degeneración cerebral relacionadas con el Alzheimer se ralentizaron. El grupo de tratamiento también rindió mejor en unas pruebas subsiguientes de reconocimiento de rostros y nombres, sin unos efectos secundarios notables.

El segundo estudio fue dirigido por Mihaly Hajos, un neurofisiólogo y profesor adjunto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, director científico de Cognito Therapeutics, Inc. en Cambridge, Massachussets.

Hajos y sus colaboradores trabajaron con 74 pacientes con un Alzheimer de leve a moderado. Durante seis meses, la mitad de los pacientes se sometieron a unas sesiones similares de una hora al día de exposición audiovisual a 40 Hz. La otra mitad se sometió a las sesiones falsas diarias.

Este equipo determinó que aunque la degeneración cerebral vinculada con el Alzheimer continuó desarrollándose en el grupo de tratamiento, sucedió con una tasa un 65 por ciento más baja, cuando se comparó con el grupo que no recibió el tratamiento.

Ambos estudios se presentaron el lunes en la reunión anual de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association), que se celebró en línea y en Denver. Ese tipo de investigación se debe considerar preliminar hasta que se publique en una revista revisada por profesionales.

Tsai advirtió que dado que ambas investigaciones implicaron a grupos pequeños de pacientes, se necesitarán más estudios de mayor tamaño.

Aun así, dijo que siente "un optimismo cauto", dado que ambas iniciativas "indican que GENUS es seguro y que las personas toleran bien el tratamiento, conservó el volumen cerebral en los pacientes con Alzheimer, preservó la conectividad en el cerebro de los pacientes con Alzheimer, y conservó parte de la función cognitiva y diaria de los pacientes con Alzheimer".

Rebecca Edelmayer, directora sénior de implicación científica de la Asociación del Alzheimer, no participó en estos estudios, y sugirió que la exploración de las "ideas poco convencionales" de este tipo debe ser bien acogida.

"Es alentador que ahora observamos estudios sobre el tratamiento y la prevención del Alzheimer que incorporan una variedad de métodos", anotó, "incluyendo las terapias farmacológicas tradicionales, métodos del estilo de vida, y elementos terapéuticos no farmacológicos como los que se usaron en estos estudios".

Al mismo tiempo, Edelmayer enfatizó que como es un "concepto relativamente nuevo", la terapia con luz y sonido aún no está lista para el protagonismo, y que "todavía se necesita realizar mucha más investigación para informar si este sería un método seguro y efectivo de tratamiento".

Más información

Aprenda más sobre la investigación en GENUS en el Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Li-Huei Tsai, PhD, professor, neuroscience, and director, Picower Institute for Learning and Memory, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge; Rebecca Edelmayer, PhD, senior director, scientific engagement, Alzheimer's Association; Alzheimer's Association annual meeting, Denver and online, July 26-30, 2021

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