MARTES, 5 de enero de 2021 (HealthDay News) -- En algunas personas con enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE), también conocida como acidez crónica, un cambio a un estilo de vida más saludable podría ofrecer un alivio real de los síntomas.
Una nueva investigación muestra que seguir un plan de cinco pasos (no fumar, comer bien, hacer ejercicio, limitar el café, el té y los refrescos, y mantener un peso corporal sano) podría aliviar el reflujo en muchos pacientes. Otros quizá tengan menos necesidad de medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP), encontraron los investigadores.
Al estudiar a más de 9,000 mujeres que dijeron que tenían acidez o reflujo ácido al menos una vez a la semana, los investigadores encontraron que el cumplimiento de las directrices de estilo de vida redujo los síntomas casi a la mitad.
"Es posible que observar un estilo de vida antirreflujo pudiera eliminar la necesidad de medicamentos en general, o al menos reducir de forma sustancial la dependencia de alguien de los fármacos, de forma que quizá solo los necesiten de forma reducida", planteó el investigador sénior, Andrew Chan, del Hospital General de Massachusetts, en Boston. Esto reduce de manera dramática el potencial de cualquier consecuencia de salud a largo plazo, añadió.
Cerca de un 30 por ciento de los estadounidenses sufren de reflujo ácido crónico, anotaron los investigadores. Sucede cuando el esófago, el tubo que lleva la comida al estómago, no se cierra adecuadamente. Esto permite que los contenidos estomacales se devuelvan al esófago, irritándolo.
Fumar y la obesidad también son factores de riesgo conocidos del reflujo, así como el café, el té y los refrescos, apuntó Chan.
En términos de la comida, los autores del estudio recomendaron una dieta de estilo mediterráneo, rica en granos integrales, frutas y verduras, y baja en azúcar y carne roja.
La suma total de los componentes de estilo de vida podría reducir las causas físicas del reflujo al mejorar el tono del esófago y relajar el esfínter esofágico inferior.
Aunque este estudio se limitó a las mujeres, Chan cree que los hombres también responderían a este tratamiento. "Tenemos todo motivo para creer que es algo que sería efectivo para reducir el riesgo de reflujo tanto en hombres como en mujeres", aseguró.
Entre casi 43,000 mujeres que participaron en el Estudio de las enfermeras II, los investigadores identificaron casi 9,300 casos de ERGE crónica. Las participantes que mantenían un estilo de vida saludable tenían casi un 40 por ciento menos síntomas de ERGE, y muchas de las que seguían todas las directrices no tenían síntomas, encontraron los investigadores.
Cada uno de los cinco factores del estilo de vida se asoció de forma independiente con los síntomas de ERGE.
Los investigadores también encontraron que las que mantenían un estilo de vida antirreflujo tenían que tomar menos IBP y/o antagonistas del receptor de la histamina 2 (ARH2, que incluyen a Pepcid, Calmicid y Tagamet). Los IBP, como Nexium, Prilosec y Prevacid son efectivos, pero los resultados del uso a largo plazo se desconocen, advirtió Chan.
Si un cambio en el estilo de vida puede aliviar o eliminar los síntomas, Chan dijo que ese método es preferible a depender de medicamentos.
Los medicamentos se pueden reservar para los momentos en que ocurran síntomas de ERGE, lo que puede suceder incluso cuando se mantiene un estilo de vida antirreflujo, aseguró.
Otra experta gastrointestinal que no participó en el estudio se mostró de acuerdo en que el estilo de vida tiene una influencia importante en los síntomas de reflujo.
"Este estudio es un gran esfuerzo por comprender cómo un estilo de vida antirreflujo afecta a la ERGE", dijo la Dra. Elena Ivanina, gastroenteróloga del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"El hecho de que estas medidas puedan prevenir un 40 por ciento de los síntomas de ERGE significa que se podría evitar que muchos pacientes tomen antiácidos supresores", planteó.
No fumar, aumentar la actividad física y mantener un peso saludable son factores de protección para muchas afecciones, y es importante orientar a los pacientes al respecto en cada visita, añadió Ivanina.
"Siempre es mejor prevenir una enfermedad o tratar mediante cambios en el estilo de vida y la dieta antes de los medicamentos. Por tanto, este estudio ofrece un mayor respaldo a la capacidad de un médico de transmitir este mensaje", dijo.
El informe se publicó en la edición en línea del 4 de enero de la revista JAMA Internal Medicine.
Más información
Aprenda más sobre la ERGE en la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Andrew Chan, MD, MPH, Clinical and Translational Epidemiology Unit, Massachusetts General Hospital, Boston; Elena Ivanina, DO, gastroenterologist, Lenox Hill Hospital, New York City; JAMA Internal Medicine, Jan. 4, 2021, online
