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Según los funcionarios de los CDC, hay una 'vía de avance' para reabrir las escuelas

MIÉRCOLES, 27 de enero de 2021 (HealthDay News) -- La mayoría de las clases presenciales se han restringido o cancelado en las escuelas de todo Estados Unidos desde la primavera pasada, y los niños y sus padres han tenido un año muy difícil.

Pero unos nuevos estudios sugieren que quizá se justifique una vuelta a las clases presenciales, según los funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Según los funcionarios de los CDC, hay una 'vía de avance' para reabrir las escuelas

En la edición del 6 de enero de la revista Journal of the American Medical Association, tres expertos de los CDC, encabezados por Margaret Honein, del equipo de respuesta de emergencia a la COVID-19 de los CDC, afirman que mandar a los niños a la escuela es factible, si se implementan las medidas de precaución estándar.

"Unos datos crecientes sugieren ahora que hay una vía de avance para mantener o volver principal o totalmente a las clases presenciales", concluyeron Honein y sus dos colaboradores, los doctores Lisa Barrios y John Brooks.

Afirma que, simplemente, ahora hay más información fiable que hace un año sobre el potencial de propagación del coronavirus en las escuelas, y tiende a apuntar que el aprendizaje presencial en las escuelas es un vector débil de la propagación comunitaria del virus.

Entre los estudios citados se incluían:

  • Un estudio de unas 400 personas, de hasta 18 años, en Mississippi. Encontró que aunque las reuniones sociales en y fuera de casa se vinculaban con un riesgo más alto de infección, "la asistencia presencial a la escuela en los 14 días anteriores al diagnóstico no [se vinculaba]".
  • Otro estudio, realizado el otoño pasado en 11 distritos escolares de Carolina del Norte con más de 90,000 estudiantes. Cuando las escuelas se reabrieron para las clases presenciales durante un periodo de nueve semanas, resultaron apenas 32 nuevas infecciones, en comparación con 773 infecciones adquiridas en la comunidad en general.
  • Un informe de los CDC de 17 escuelas, desde kínder hasta el último año de secundaria, con unos 4,900 estudiantes y 654 miembros del personal. Encontró que las tasas de infección fueron mucho más bajas en el ambiente escolar que en la comunidad circundante. Ese estudio, que también se realizó en otoño, detectó apenas siete casos que se sabe que se generaron dentro de las escuelas.

Unos estudios similares, realizados en España y Letonia, también concluyeron que "las escuelas no se asociaban con una aceleración de la transmisión comunitaria", escribieron Honein y sus colaboradores.

Enfatizan que todas las historias de éxito anteriores ocurrieron en el marco de unas medidas de precaución continuas contra la COVID-19. Esas medidas incluían la obligatoriedad de que todos los estudiantes y el personal usaran máscaras, una distribución adecuada del espacio para mantener el distanciamiento social, una ampliación de las pruebas de la COVID-19, y la restricción de las actividades que requieren un contacto físico cercano, como los deportes.

El equipo de los CDC admitió que convencer a muchos distritos escolares de este último punto ha sido difícil.

"Paradójicamente, algunas escuelas han utilizado un modelo del todo en línea para dar las clases al mismo tiempo que continuaban con los programas deportivos presenciales", escribieron.

Pero los deportes parecen propagar la COVID-19, y con facilidad, según unos nuevos estudios que se publicaron en la misma edición de JAMA.

Un estudio describió un brote relacionado con un torneo de lucha libre de secundaria en diciembre, en que participaron 10 escuelas y 130 deportistas estudiantiles. Entre esos jóvenes luchadores, al final un 30 por ciento tuvieron un resultado positivo de COVID-19. De los 446 contactos conocidos de los luchadores que también recibieron pruebas, se encontró que 41 tenían COVID-19, y uno falleció.

Entonces, "al reconocer el riesgo de una mayor transmisión, algunos estados han parado o pospuesto los deportes escolares", anotó el grupo de Honein.

Por suerte, la situación podría ser muy distinta respecto a una enseñanza escolar presencial con unas medidas de protección adecuadas.

"La gran mayoría de las evidencias disponibles del semestre escolar de otoño ha sido tranquilizadora", dijeron los expertos de los CDC, porque el tipo de propagación de la COVID-19 observado en los lugares de trabajo y los hogares "no se ha observado en los ámbitos educativos de las escuelas".

En declaraciones al The New York Times, Honein explicó que "en agosto y septiembre, no teníamos muchos datos respecto a si veríamos o no la misma propagación rápida en las escuelas que hemos visto en otros lugares de trabajo o residenciales de alta densidad. Pero ahora se están acumulando datos de que, con un alto cumplimiento del uso de las máscaras, el distanciamiento y la división de los estudiantes en cohortes para minimizar el número total de contactos, podemos minimizar la cantidad de transmisiones en las escuelas".

Más información

Aprenda más sobre la COVID-19 en los niños y los adolescentes en los CDC.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: JAMA, Jan. 26, 2021; The New York Times

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