El brote de salmonella Heidelberg que comenzó en marzo de 2013 no ha terminado: en total, 574 personas la han contraído. En lo que va de 2014, 50 personas enfermaron a razón de 8 casos por semana, y el 77% de las víctimas están en California.
Este tipo de Salmonella es resistente a varios tipos de antibióticos comúnmente recetados. La resistencia a los antibióticos puede estar asociada con un aumento en el riesgo de hospitalización o provocar que el tratamiento falle en las personas infectadas, informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Aunque los CDC reportaron que el origen del foco es el pollo fresco de Foster Farms, en un comunicado del Programa de Monitoreo Nacional de la Resistencia Antimicrobiana (NARMS por sus siglas en inglés) se reportó que no todas las muestras bacterianas del pollo de esa marca exhibieron el mismo patrón de resistencia a los antibióticos.
Dentro de las bacterias resistentes a los antibióticos, la salmonella Heidelberg es sólo la punta del iceberg. Según un informe de 2013 de los CDC, en Estados Unidos mueren 23,000 personas anualmente debido a las enfermedades resistentes a los antibióticos.
¿Por qué ciertas bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos? El uso de estos fármacos ha sido beneficioso y cuando se indican y se toman correctamente, su valor para la salud es enorme. Sin embargo, se han utilizado tan ampliamente y durante tanto tiempo que los organismos infecciosos que los antibióticos deben matar, se han adaptado a ellos, haciendo que cada vez sean menos eficaces.
Las bacterias resistentes en los animales son una preocupación particular, dado que son un reservorio de agentes patógenos resistentes. Y esas bacterias resistentes pueden ser transmitidas a nosotros a través de su carne o alimento que producen y generarnos, a su vez, enfermedades resistentes a los antibióticos.
Las personas infectadas con microorganismos resistentes a los antimicrobianos, son más propensas a tener estancias hospitalarias más largas y pueden ser más propensas a morir a causa de la infección.
“La resistencia antimicrobiana es un problema grave y desafiante. Es críticamente importante que continuemos nuestros esfuerzos para minimizarla, mediante la promoción del uso adecuado y prudente de los antimicrobianos en los seres humanos y los animales” dice textualmente la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).
Para reducir el riesgo hay que cuidar entonces el uso de antibióticos en dos vías: animales y personas.
Luchar en dos frentes
En animales, la FDA ha creado una estrategia para el uso prudente de los antimicrobianos en la cría y producción, e indica su uso debe limitarse a situaciones en las que son necesarias para garantizar la salud animal, y estrictamente bajo la guía veterinaria. Es el uso no racional lo que más preocupa al organismo federal.
La FDA observó que la resistencia a las cefalosporinas de tercera generación, que se utilizan para el tratamiento de la salmonelosis, es la que más se ha incrementado en la salmonella de pollo (del 10 a 33,5%) entre 2002 y 2011. Por eso, ya ha prohibido ciertos usos en vacas, cerdos, pollos y pavos, y sigue de cerca la resistencia a estos fármacos.
En las personas, el riesgo de desarrollar resistencia a los antibióticos, se puede disminuir a través del uso responsable y adecuado de éstos, es decir: tomarlos sólo por indicación médica, no exigirle al profesional médico que los recete, respetar el tiempo de tratamiento prescripto por él y nunca tomar los antibióticos que le recetaron a otra persona.
¿Cómo protegerse de la salmonella resistente?
Los CDC y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por su sigla en inglés) recomiendan a los consumidores seguir estos consejos para prevenir la infección por salmonella de aves de corral producida por Foster Farms o por cualquier otra marca:
Higiene
- Lávese las manos con agua tibia y jabón 20 segundos antes y después de manipular carne cruda, aves o mariscos.
- Lave los utensilios, tablas de cortar, platos y mostradores con agua caliente y jabón después de preparar cada alimento y antes de prepararlo.
- El lavado de las aves de corral crudas antes de cocinar no es recomendable: las bacterias en pueden propagarse a otros alimentos, utensilios y superficies.
- Las superficies de contacto pueden ser desinfectados con una solución recién preparada con 1 cucharada de lejía de cloro líquido en 1 balde de agua de 4 litros.
Manipulación
- Separe las carnes, aves y pescados crudos de otros alimentos en su carrito de compras y en su refrigerador.
- Si es posible, use una tabla de cortar para los productos frescos y una separada para carnes, aves y mariscos.
- Nunca coloque alimentos cocidos en un plato donde había carne cruda, aves, pescados y mariscos.
Cocción
- Cocine las aves de corral a una temperatura interna mínima adecuada de 165 º F.
- Los expendedores minoristas deben mantener las aves de corral cocidas a una temperatura interna mínima adecuada de 165 º F o superior, medida con un termómetro para alimentos.
Enfriado
- Enfríe los alimentos rápida y correctamente.
- Refrigere o congele los alimentos perecederos, alimentos preparados y las sobras dentro de las 2 horas (o 1 hora si la temperatura es superior a 90 ° F).
Por último: Póngase en contacto con su proveedor de atención médica si cree que puede haber enfermado por comer alimentos contaminados. Los síntomas de la infección por salmonella son: diarrea, fiebre y calambres abdominales de 12 a 72 horas después de la infección.
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