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¿Podría la vitamina D ayudar a prevenir el suicidio?

JUEVES, 2 de febrero de 2023 (HealthDay News) -- Un nuevo estudio apunta a que tratar los niveles bajos de vitamina D con complementos podría tener un beneficio crítico para ciertas personas: una reducción en el riesgo de intentos de suicidio.

En un estudio con más de 1 millón de veteranos de EE. UU., los investigadores encontraron que los que recibieron recetas de vitamina D tenían unas probabilidades casi un 50 por ciento más bajas de intentar suicidarse a lo largo de ocho años, en comparación con los que no recibieron recetas de estos complementos.

¿Podría la vitamina D ayudar a prevenir el suicidio?

El beneficio se observó específicamente entre los veteranos que tenían unos niveles bajos de vitamina D al principio, además de los veteranos negros, que podrían tener un riesgo más alto de unos niveles insuficientes de vitamina D.

Los expertos enfatizaron que el estudio no fue un ensayo clínico que evaluara de forma directa la vitamina D para la reducción del riesgo de suicidio. Así que no prueba que los complementos, en sí, en realidad hicieran que el riesgo de suicidio se redujera.

Al mismo tiempo, se sabe que la deficiencia de vitamina D puede provocar síntomas de depresión, lo que incluye cambios en el estado de ánimo y fatiga crónica, comentó la Dra. Christine Crawford, psiquiatra y directora médica asociada de la Alianza Nacional Sobre Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Illness).

Crawford, que no participó en estudio, comentó que en su consultorio, con frecuencia realiza pruebas de los niveles de vitamina D, además de la vitamina B12, el ácido fólico y las hormonas tiroides, a los pacientes con síntomas de depresión. (Las deficiencias de estas vitaminas, o las alteraciones en las hormonas tiroideas, pueden también provocar síntomas de depresión).

"Pienso que la evaluación médica es muy importante", planteó Crawford.

Si se detecta una deficiencia nutricional, anotó, la solución es simple.

Crawford afirmó que, en su experiencia, detectar y tratar una deficiencia de vitamina D puede hacer una gran diferencia.

"En unos cuantos meses, los pacientes pueden mostrar una mejora significativa en el estado de ánimo, y en cómo se sienten física y mentalmente", dijo.

"Pienso que es un estudio magnífico", apuntó Crawford sobre la nueva investigación, ya que sugiere que los beneficios de tratar la vitamina D baja podrían extenderse a un riesgo más bajo de intentos de suicidio.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 1 de febrero de la revista PLOS ONE.

En el estudio, los investigadores Jill Lavigne y Jason Gibbons encontraron a poco más de 660,000 pacientes a quienes se había recetado vitamina D entre 2010 y 2018 por varios motivos. Más o menos la mitad tenían una deficiencia de vitamina D.

Los investigadores compararon a esos veteranos con el mismo número de veteranos a quienes no se recetó vitamina D, pero que por lo demás eran similares en términos de la edad, el sexo, la raza, y los diagnósticos de salud física y mental.

Los complementos de vitamina D contienen una de dos formas de la vitamina: D2 (ergocalciferol) o D3 (colecalciferol). La mayoría de los veteranos tomaban complementos de vitamina D3. En ese grupo, un 0.2 por ciento fueron tratados por intento de suicidio o autolesiones durante el periodo del estudio. Esto es en comparación con un 0.36 por ciento de los veteranos a quienes no se recetó vitamina D.

Hubo un patrón similar entre los veteranos a quienes se recetó vitamina D2: la tasa fue de un 0.27 por ciento que intentaron suicidarse o de otra forma autolesionarse, frente a un 0.52 por ciento de los veteranos sin recetas de vitamina D.

Cuando los investigadores sopesaron otros factores, como las afecciones de salud física y mental, los complementos de vitamina D de cualquier forma se vincularon con una reducción de un 45 a un 48 por ciento en el riesgo de intentar suicidarse.

Y resultó que la asociación más fuerte fue entre los veteranos que tenían una vitamina D baja al principio (unos niveles en sangre inferiores a 20 ng/mL), y entre los veteranos negros.

El cuerpo sintetiza naturalmente la vitamina D cuando la piel se expone a la luz del sol. Pero una piel más oscura, con más melanina, resulta en una producción más baja de vitamina D.

Este podría ser el motivo de que los complementos parezcan ser particularmente protectores para los veteranos negros, según Lavigne, del Centro de Excelencia en la Prevención del Suicidio de la VA en Canandaigua, Nueva York.

Ella y Gibbons, investigador de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, enfatizaron que este tipo de estudio no prueba causalidad.

Pero Gibbons expresó su respaldo del método que Crawford y otros profesionales de la salud ya adoptan: evaluar la vitamina D baja en los pacientes con síntomas de depresión.

Para las personas, obtener vitamina D por su parte es bastante fácil. Pero Lavigne advirtió que la vitamina se almacena en la grasa corporal, y que es posible exagerar con los complementos.

Además, apuntó Crawford, hablar con el médico sobre sus síntomas, y posiblemente evaluar otros problemas nutricionales o de tiroides, es importante. También es crítico que las personas obtengan cualquier ayuda adicional que necesiten, como psicoterapia o medicamentos, planteó.

"Nadie está diciendo que la vitamina D vaya a eliminar todos los pensamientos de suicidio", enfatizó Crawford. Pero para algunas personas, añadió, podría ser "una pieza del rompecabezas".

Más información

La American Foundation for Suicide Prevention ofrece recursos para las personas en riesgo.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Jason Gibbons, PhD, postdoctoral fellow, health policy and management, Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, Baltimore; Jill Lavigne, PhD, MPH, U.S. Department of Veterans Affairs, Center of Excellence for Suicide Prevention, Canandaigua, N.Y.; Christine Crawford, MD, MPH, associate medical director, National Alliance on Mental Illness, Arlington, Va., and assistant professor, psychiatry, Boston University School of Medicine, Boston; PLOS ONE, Feb. 1, 2023, online

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