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Para los estadounidenses más pobres y rurales, encontrar atención especializada para el Alzheimer es difícil

MARTES, 9 de febrero de 2021 (HealthDay News) -- Aunque la enfermedad de Alzheimer es un diagnóstico devastador que es mejor comunicar antes que después, una nueva investigación sugiere que los pacientes pobres que viven en áreas rurales quizá no tengan acceso a los especialistas que podrían detectar las primeras señales de los deterioros de la memoria.

El equipo de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, dirigido por Sayeh Nikpay, que ahora es profesora asistente de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, buscaba determinar si los beneficiarios de Medicare con Alzheimer y demencias relacionadas recibían atención de los proveedores geriátricos especializados, además de si había diferencias socioeconómicas en el acceso a la atención.

Para los estadounidenses más pobres y rurales, encontrar atención especializada para el Alzheimer es difícil

"Las personas con enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas de hecho acuden a esos proveedores, y esto es bueno", aseguró Nikpay. "Pero lo preocupante que hay unas duraderas disparidades socioeconómicas, y también disparidades geográficas, en el acceso a la atención especializada. Y lo que vemos es que estas disparidades siguen aplicando en esta población".

El equipo de la investigación utilizó el Estudio de cohorte comunitaria del Sur, en que se inscribieron unas 85,000 personas de 40 a 79 años, en 12 estados del suroeste entre 2002 y 2009. Los datos provenían sobre todo de una población con unos ingresos bajos.

Los investigadores dieron seguimiento a 10,380 participantes que habían cumplido 65 años en 2016. De ellos, 1,295 participante tuvieron al menos una reclamación de Medicare que indicaba la enfermedad de Alzheimer y trastornos relacionados entre 1999 y 2016.

Entre los que tenían esas enfermedades, las personas con ingresos por encima de los 24,999 dólares eran más propensas a haber visto a un especialista en geriatría que las que tenían ingresos por debajo de los 15,000 dólares. Y las probabilidades de haber realizado al menos una visita fueron más bajas entre los que vivían en áreas no metropolitanas, según el estudio.

Más de 5 millones de estadounidenses de a partir de 65 años tienen enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas. Esto podría haber aumentado a 13.8 millones a mediados de siglo, según los autores del estudio.

Los especialistas en geriatría están entrenados en la forma de identificar a las personas con un deterioro cognitivo (del "pensamiento"), y podrían ser capaces de identificar el Alzheimer y las demencias relacionadas en un momento anterior del proceso de la enfermedad, aclaró Nikpay.

"Cuando pensamos en cómo mejorar la atención en estas poblaciones, de verdad debemos pensar en cómo podemos aumentar el acceso de estos grupos con un nivel socioeconómico más bajo. En cómo se diseña una política de pago que tal vez facilite que accedan a la atención", dijo Nikpay.

Aunque los investigadores no las abordaron en el estudio, esto plantea una variedad de preguntas más amplias, aseguró. ¿La dificultad es el transporte? ¿La falta de un cuidador? ¿No tener dinero para los costos compartidos? Nikpay apuntó que planifica realizar más investigación para determinar las barreras específicas.

El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista Journal of General Internal Medicine.

Nikpay cree que realizar entrevistas cualitativas a las familias que experimentan estos problemas sería útil para identificar las barreras contra el acceso.

Los hallazgos son similares a los de una encuesta de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) publicada el pasado marzo, anotó Morgan Daven, vicepresidente de sistemas de salud de la asociación. El informe encontró que un 82 por ciento de los médicos de atención primaria sentían que estaban en primera línea de la atención de la demencia, pero no sentían confianza en su atención de estos pacientes. La mayoría habían tenido poco o ningún entrenamiento durante sus residencias en el diagnóstico de la demencia.

La encuesta también encontró que un 44 por ciento de los médicos de las grandes ciudades reportaron que no había suficientes especialistas en la atención de la demencia en su área para satisfacer la demanda, en comparación con un 54 por ciento en los suburbios, un 63 por ciento en las ciudades pequeñas, y un 71 por ciento en las áreas rurales.

"Hay muchas cosas que los pacientes y sus familias necesitan en términos de una buena gestión de la atención, la coordinación de la atención, el acceso a los ensayos clínicos, la planificación financiera y otros tipos de planificación vital para el paciente y la familia", comentó Daven. "Son oportunidades que se pasan por alto, cuando la enfermedad no se diagnostica de forma oportuna o cuando los médicos tienen un entrenamiento inadecuado para la gestión no solo de la enfermedad, sino del paciente y la familia".

Las soluciones incluyen tener una fuerza laboral para la demencia con una preparación y un entrenamiento adecuados, aseguró Daven.

"Desde el punto de vista de la política, recomendamos programas de becas y de condonación de deudas", dijo Daven, y anotó que éstos se han utilizado para aumentar el número de médicos en las áreas rurales.

"Los mismos incentivos se deben explorar para aumentar el número de especialistas en la atención de la demencia, y entonces, también en términos de aumentar el número de proveedores que puedan diagnosticar y tratar el Alzheimer y otras demencias, para de verdad aumentar la financiación para la educación y aumentar esa capacidad y esa experiencia en la atención primaria", añadió.

Más información

El Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento de EE. UU. tiene más información sobre el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Sayeh Nikpay, PhD, assistant professor, School of Public Health, University of Minnesota, Minneapolis; Morgan Daven, MA, vice president, health systems, Alzheimer's Association, Chicago; Journal of General Internal Medicine, Jan. 22, 2021

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