Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Para la salud cardiaca, hay un mejor momento del día para que las mujeres hagan ejercicio

LUNES, 21 de noviembre de 2022 (HealthDay News) -- Hace mucho que se afirma que el ejercicio regular es una forma magnífica de preservar la salud del corazón, ¿pero podría una sesión matutina ofrecer más beneficios que una visita vespertina al gimnasio?

Una nueva investigación sugiere que, entre las mujeres de a partir de 40 años, la respuesta parece ser que sí.

Para la salud cardiaca, hay un mejor momento del día para que las mujeres hagan ejercicio

"En primer lugar, me gustaría enfatizar que se físicamente activo o hacer algún tipo de ejercicio es beneficioso a cualquier hora del día", anotó la autora del estudio, Gali Albalak, candidata doctoral del departamento de medicina interna del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Países Bajos.

De hecho, la mayoría de las directrices de salud pública pasan del todo por alto el rol de la hora, apuntó Albalak, y eligen enfocarse en "exactamente con qué frecuencia y durante cuánto tiempo y a qué intensidad deberíamos estar activos" para obtener la mayor cantidad de beneficios para la salud del corazón.

Pero la investigación de Albalak se enfocó en los detalles del ciclo de vigilia y sueño de 24 horas, lo que los científicos denominan el ritmo circadiano. Deseaba saber si podría haber "un posible beneficio adicional para la salud de la actividad física" según el momento en que las personas elegían hacer ejercicio.

Para averiguarlo, ella y sus colegas recurrieron a datos que ya habían sido recolectados por el UK Biobank, que monitorizaban los patrones de actividad física y el estado de salud cardiaca de casi 87,000 hombres y mujeres.

Los participantes tenían entre 42 y 78 años, y casi un 60 por ciento eran mujeres.

Todos estaban sanos cuando les entregaron un monitor de actividad que rastreó los patrones de ejercicio a lo largo de una semana.

A su vez, su estado cardiaco se monitorizó durante un promedio de seis años. En ese periodo, alrededor de 2,900 participantes desarrollaron una enfermedad cardiaca, mientras que unos 800 sufrieron un accidente cerebrovascular (ACV).

El comparar los "incidentes" cardiacos con el momento en que las personas hacían ejercicio, los investigadores determinaron que las mujeres que hacían ejercicio sobre todo a "finales de la mañana" (es decir, entre más o menos las 8 a.m. y las 11 a.m.) parecían enfrentarse al riesgo más bajo de sufrir un ataque cardiaco o un ACV.

Cuando se les comparó con las mujeres que hacían el mayor nivel de actividad más tarde, se encontró que las que más activas estaban a principios o finales de la mañana tenían un riesgo de enfermedad cardiaca de un 22 a un 24 por ciento más bajo. Y las que hacían ejercicio sobre todo a finales de la mañana experimentaron una reducción de un 35 por ciento en su riesgo relativo de ACV.

Pero el aumento en el beneficio por el ejercicio matutino no se observó en los hombres.

¿Por qué? "No encontramos ninguna teoría clara que pueda explicar este hallazgo", anotó Albalak, y añadió que se necesitará más investigación.

También enfatizó que las conclusiones de su equipo se basaron en un análisis observacional de rutinas de ejercicio, en lugar de unas pruebas controladas sobre el momento del ejercicio. Esto significa que parece que las decisiones sobre el momento en que se hace ejercicio afectan a la salud cardiaca, pero es prematuro concluir que causen que el riesgo cardiaco aumente o se reduzca.

Albalak enfatizó que ella y su equipo son muy "conscientes de que hay problemas sociales que evitan que un gran número de personas hagan actividad física en la mañana".

Aun así, los hallazgos sugieren que "si se tiene la oportunidad de estar activo por la mañana, por ejemplo en el día libre o si cambia su desplazamiento diario, no haría daño intentar comenzar el día con algo de actividad".

A una experta, los hallazgos le parecieron interesantes, sorprendentes y un poco desconcertantes.

"No se me ocurre una explicación fácil", admitió Lona Sandon, directora de programa del departamento de nutrición clínica de la Facultad de Profesionales de la Salud del Centro Médico de la UT del Suroeste, en Dallas.

Pero para obtener una mejor perspectiva de lo que sucede, Sandon sugirió que, de ahora en adelante, sería útil reunir información sobre los patrones de alimentación de los participantes.

"A partir de la investigación sobre la nutrición, sabemos que la saciedad es mayor cuando se ingiere comida por la mañana que cuando se ingiere por la noche", dijo. Esto podría apuntar a una forma en que el metabolismo funciona en la mañana, en comparación con la noche.

Podría significar que "el momento en que se consume comida antes de la actividad física podría afectar al metabolismo y almacenamiento de los nutrientes, lo que podría a su vez afectar al riesgo cardiovascular", añadió Sandon.

También podría tratarse de que el ejercicio en la mañana tiende a reducir las hormonas del estrés más que el ejercicio a finales del día. Entonces, a lo largo del tiempo, esto también podría tener un impacto en la salud cardiaca.

En cualquier caso, Sandon se hizo eco del reconocimiento de Albalak de que "cualquier ejercicio es mejor que ningún ejercicio".

Entonces, "haga ejercicio a cualquier hora del día a la que sepa que podrá mantener un horario regular", aconsejó. "Y si puede, haga una pausa para la actividad física en la mañana, en lugar de una pausa para el café".

El informe se publicó en la edición en línea del 14 de noviembre de la revista European Journal of Preventive Cardiology.

Más información

Aprenda más sobre el ejercicio y la salud cardiaca en Johns Hopkins Medicine.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Gali Albalak, PhD candidate, department of internal medicine, subdepartment geriatrics and gerontology, Leiden University Medical Centre, the Netherlands; Lona Sandon, PhD, RDN, LD, program director and associate professor, department of clinical nutrition, school of health professions, UT Southwestern Medical Center, Dallas; European Journal of Preventive Cardiology, Nov. 14, 2022

Comparte tu opinión