Nace la primera bebé del mundo del útero trasplantado de una donante fallecida

La primera bebé del mundo nacida de una mujer que recibió un trasplante de útero de una donante fallecida muestra que ese tipo de trasplante puede tener éxito, afirman unos médicos brasileños.

La niña, que pesó 6 libras (2.7 kilos), nació mediante cesárea, hija de una mujer joven no identificada que nació sin un útero.

Nace la primera bebé del mundo del útero trasplantado de una donante fallecida
| Foto: ISTOCK

El nacimiento muestra que los embarazos en que está implicado un útero de una donante fallecida son viables, aseguró el autor principal del estudio, el Dr. Dani Ejzenberg.

"Los primeros trasplantes de útero de donantes vivas fueron un hito médico, que creó la posibilidad de tener hijos para muchas mujeres estériles con acceso a donantes adecuadas y las instalaciones médicas necesarias", comentó Ejzenberg, que trabaja en la Universidad de Sao Paolo. El equipo brasileño reportó el caso en la edición del 4 de diciembre de la revista The Lancet.

Ejzenberg enfatizó que es raro que las mujeres vivas estén dispuestas y sean elegibles para donar un útero a una familiar o amiga cercana. Por eso el nuevo informe es tan importante, dijo.

"El uso de donantes fallecidas podría ampliar mucho el acceso a este tratamiento, y nuestros resultados proveen una prueba de concepto de una nueva opción para las mujeres con infertilidad uterina", señaló Ejzenberg en un comunicado de prensa de la revista.

Ha habido 10 trasplantes de úteros de donantes fallecidas más realizados en Estados Unidos, la República Checa y Turquía, pero el de Brasil es el primero en resultar en un nacimiento vivo.

Un experto en fertilidad de EE. UU. dijo que el éxito de este caso podría ser todo un avance.

"Hasta un 15% de las parejas sufren de infertilidad, y cada año miles de mujeres usan madres sustitutas para poder concebir", dijo el Dr. Tomer Singer, director de endocrinología reproductiva en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

"El trasplante uterino puede ayudar a muchas parejas a lograr su sueño de ser padres", dijo, y "usar un útero de una donante de órgano fallecida aumenta la cantidad de donantes disponibles de forma significativa".

También "elimina el principal problema", añadió Singer, "que es encontrar una donante viva y arriesgar las vidas de las donantes vivas que de otra forma deben someterse a una cirugía mayor para extirpar su útero".

Como reportó el equipo de Ejzenberg, en este caso la receptora fue una mujer de 32 años de edad que nació sin útero, y la donante fue una mujer de 45 años que falleció por un accidente cerebrovascular.

La cirugía de trasplante se realizó en 2016, y duró 10.5 horas.

La receptora recibió cinco fármacos para suprimir su sistema inmunitario (necesarios para prevenir que el cuerpo rechazara el nuevo útero), antibióticos, un tratamiento anticoagulante y aspirina mientras estaba en el hospital. La terapia de inmunosupresión continuó después de que dejara el hospital, y hasta el momento en que su bebé nació.

Antes del trasplante, la mujer se sometió a una fertilización in vitro, que resultó en ocho óvulos fertilizados que se congelaron. La implantación de los óvulos ocurrió siete meses tras el trasplante, dijeron los investigadores.

El embarazo se confirmó 10 días tras la implantación. La única complicación durante el embarazo fue una infección renal, que se trató con antibióticos. La bebé nació a las 35 semanas y 3 días.

El útero trasplantado también se extirpó durante la cesárea, y no mostró anomalías, anotaron los médicos.

La madre y la bebé fueron dadas de alta del hospital tres días tras el nacimiento. A los 7 meses y 20 días de edad, la bebé seguía lactando, y pesaba 15 libras y 14 onzas (7.2 kilos).

Según los datos incluidos en el nuevo informe, entre las parejas infértiles, una de cada 500 tienen infertilidad uterina debida a factores como defectos de nacimiento, una histerectomía o una infección.

Singer anotó que el primer nacimiento en una mujer que recibió un trasplante de útero de una donante viva ocurrió en Suecia en 2013. Hasta ahora, ha habido un total de 39 procedimientos de ese tipo, que han resultado en 11 nacimientos vivos.

En esos casos, la donante era "usualmente una familiar", dijo.

Singer enfatizó que los embarazos en que hay úteros trasplantados de donantes fallecidas implicadas han fallado en el pasado, pero que el caso de Brasil es "un paso emocionante en la dirección correcta".

Aun así, las mujeres que están embarazadas con un bebé mediante el uso de esta técnica se enfrentan a dificultades, añadió.

Éstas incluyen la necesidad de usar varios fármacos inmunosupresores durante los 9 meses del embarazo, lo que podría tener efectos secundarios tanto para la madre como para el bebé; tener que dar a luz al bebé y entonces extirpar el útero en un procedimiento de cesárea e histerectomía; una alta tasa de rechazo del órgano; y una larga cirugía que requiere un método multidisciplinario entre los médicos.

Además, "se necesita más investigación para la evaluación a largo plazo tanto de la receptora del útero como de los recién nacidos", concluyó Singer.

Más información

La Oficina de Salud de las Mujeres de EE. UU. ofrece más información sobre la infertilidad femenina.

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