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Más de un tercio de los padres de EE. UU. se oponen ahora a las vacunas escolares de rutina

VIERNES, 16 de diciembre de 2022 (HealthDay News) -- El foco en las vacunas durante la pandemia podría haber tenido una importante desventaja: aunque hace mucho que se requiere que los niños se pongan ciertas vacunas para asistir a la escuela pública, un creciente número de padres se oponen ahora a estos requisitos, encuentra una nueva encuesta.

Alrededor de un 35 por ciento de los padres opinan ahora que las vacunas infantiles contra el sarampión, las paperas y la rubeola no deberían ser obligatorias, un aumento respecto a un 23 por ciento en 2019. En general, un 28 por ciento de los adultos de todo el país afirman que los padres deberían poder negarse a vacunar a sus hijos contra el sarampión, las paperas y la rubeola.

Más de un tercio de los padres de EE. UU. se oponen ahora a las vacunas escolares de rutina

Esta oposición se resalta en una nueva encuesta de la Kaiser Family Foundation y una Encuesta del Centro de Investigación Pew de 2019. La Kaiser encuestó a más de 1,200 estadounidenses en línea y por teléfono entre el 29 de noviembre y el 8 de diciembre, como parte de su proyecto Monitor de la Vacuna contra la COVID.

"La idea que está circulando es el concepto de que les quitan derechos a los padres", declaró al New York Times el Dr. Sean O'Leary, presidente del comité de enfermedades infecciosas de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics). "Y cuando se plantea de forma tan simple, resulta atractivo para cierto segmento de la población. ¿Pero qué pasa con el derecho de que sus hijos estén a salvo de las enfermedades prevenibles mediante vacunas en las escuelas?".

El nuevo cambio en la opinión se puede atribuir en gran medida a la postura política, señalaron los investigadores de la Kaiser.

Más de 4 de cada 10 encuestados que se identificaban como republicanos o que eran independientes con tendencias republicanas apuntaron que se oponían a los requisitos de vacunación escolar, un aumento respecto a un 20 por ciento en 2019, antes que se arraigaran las controversias sobre las vacunas contra la COVID.

Alrededor de un 88 por ciento de los demócratas dijeron que respaldaban los requisitos de vacunación para las escuelas públicas, un aumento de un 2 por ciento.

Pero estas opiniones sobre los requisitos escolares no concordaban con la opinión pública sobre el valor de las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubeola (SPR), encontró la encuesta.

Alrededor de un 85 por ciento del público general y un 80 por ciento de los padres dijeron que los beneficios de las vacunas SPR superan a los riesgos.

Incluso entre los encuestados que dijeron que no estaban vacunados contra la COVID-19, alrededor de un 70 por ciento aseguraron que los beneficios de las vacunas infantiles superaban a los riesgos.

Los 50 estados y Washington, D.C. requieren vacunas contra ciertas enfermedades contagiosas para los niños que asisten a las escuelas públicas, y se permiten exenciones bajo ciertas circunstancias.

O'Leary comentó al Times que no estaba particularmente preocupado de que los requisitos de obligatoriedad de la vacuna se eliminaran. Un problema más importante, aseguró, es que la creciente adopción de derechos de los padres pueda ralentizar el cumplimiento con los calendarios de vacunación requeridos por los estados, unos calendarios que los pediatras respaldan desde hace mucho tiempo.

"Sabemos que muchos niños no se vacunaron durante la pandemia, no debido a que se negaran a hacerlo, sino porque, por muchos motivos, la gente no iba al médico", señaló. "Y sí hay una reducción en la cobertura global de las vacunas. Entonces, no es el momento de sopesar un repliegue de estas leyes".

Algunos de los sentimientos que se expresaron en la nueva encuesta parecen reflejarse en la adopción de las vacunas.

En total, un 22 por ciento de los encuestados dijeron que habían recibido una vacuna bivalente contra la COVID-19, que ha estado disponibles desde septiembre. Alrededor de un 16 por ciento apuntaron que planificaban ponérsela.

El refuerzo bivalente protege de la cepa original de la COVID, y además de algunas de las variantes más contagiosas.

Entre las personas mayores, que tienen un riesgo más alto de una enfermedad grave, un 39 por ciento aseguraron que se habían puesto el refuerzo, y un 16 por ciento que planificaban hacerlo. En total, un 38 por ciento de los demócratas, un 18 por ciento de los independientes y un 12 por ciento de los republicanos dijeron que habían recibido el nuevo refuerzo.

Entre los adultos vacunados que han prescindido del nuevo refuerzo, el escepticismo era evidente. Alrededor de un 44 por ciento dijeron que piensan que no lo necesitan. Y un 37 por ciento comentaron que no piensan que sus beneficios valgan la pena. Más o menos un 36 por ciento afirmaron que estaban demasiado ocupados.

Entro otros motivos para la renuencia, se encontraban unos efectos secundarios malos en el pasado (un 23 por ciento), querer esperar para ver el número de casos en su área (un 17 por ciento), y esperar hasta que fueran a viajar (un 12 por ciento).

Los republicanos fueron más propensos a decir que no necesitaban la vacuna (un 64 por ciento), o a cuestionar sus beneficios (un 61 por ciento). Los demócratas y los independientes con simpatías demócratas fueron los más propensos a decir que estaban demasiado ocupados: un 51 por ciento.

La renuencia de los padres ante los refuerzos bivalentes era incluso más fuerte. En total, un 16 por ciento dijeron que habían vacunado a sus hijos de 12 a 17 años, y un 14 por ciento habían vacunado a sus hijos de 5 a 11 años.

La encuesta también reveló que muchos padres están igual de preocupados sobre otros virus respiratorios que sobre la COVID-19. Alrededor de un 47 por ciento dijeron que temían que su hijo contrajera COVID-19, un 51 por ciento se preocupaba sobre la gripe, y un 56 por ciento estaban preocupados por el VSR.

Aunque a más o menos la mitad les preocupaban los aumentos en los casos y las hospitalizaciones por la COVID, apenas un tercio estaban preocupados de que les sucediera a ellos. Los adultos negros e hispanos, así como los adultos mayores, estaban entre los más preocupados sobre una enfermedad graves.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre las vacunas infantiles.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Kaiser Family Foundation, news release, Dec. 16, 2022; New York Times

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