Optimismo ¿La clave para vivir más?

Si bien el optimismo puede verse como una actitud que se toma frente a la vida para mantener alejado el estrés, también es asociado a otros beneficios. A saber, una buena salud física y emocional, obtener mayores logros y alcanzar un mejor desempeño en múltiples actividades.

Ahora, una nueva investigación encontró que una perspectiva optimista también aumentaría las probabilidades de vivir hasta una edad avanzada. Los autores del nuevo estudio analizaron a más de 70,000 personas para llegar a estas conclusiones.

Optimismo ¿La clave para vivir más?
Los optimistas son menos propensos a sufrir depresión, desesperanza y negatividad. | Foto: ISTOCK

"Este estudio nos llevó más allá, al sugerir que las personas optimistas son más propensas a alcanzar una 'longevidad excepcional', que se define como vivir 85 o más años", señaló Lewina Lee, psicóloga clínica investigadora y autora del nuevo trabajo.

Y agregó: "La mayoría de los estudios se enfocan en los déficits o los problemas que aumentan el riesgo de morir. El nuestro es novedoso porque consideramos los beneficios de un bien psicológico, el optimismo, en la promoción de la longevidad".

Junto a su equipo, la experta analizó un seguimiento de 10 años a 69,744 mujeres, y de 30 años a 1,428 hombres. Sus resultados amplían investigaciones anteriores que vincularon niveles más altos de optimismo con riesgos más bajos de enfermedades crónicas y muerte prematura.

En comparación con sus contrapartes, las personas más optimistas tenían entre 50 y 70% más probabilidades de llegar a una edad avanzada. También tenían de 11 a 15% más de posibilidades de vivir más tiempo en general. Esta diferencia se sostuvo incluso después de tomar en cuenta otras influencias, como historial educativo, estado civil, amistades, problemas crónicos de salud y depresión.

En la publicación de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los autores explicaron que el optimismo fue un factor de predicción potente de la longevidad, independientemente del consumo de alcohol o tabaco, hábitos de ejercicio o alimenticios y atención médica que recibieran.

El equipo también sugirió que sus resultados podrían marcar el camino a nuevas intervenciones que fomenten el optimismo y así alargar la vida, como es el caso de la meditación y ciertos programas de psicoterapia.

Una gran diferencia

Los investigadores utilizaron datos del Estudio de salud de las enfermeras, que se enfocó en mujeres, y del Estudio del envejecimiento normativo de Asuntos de Veteranos, que se enfocó en hombres. Se encontraron con la siguiente información:

  • Las mujeres tenían entre 58 y 86 años, con una edad promedio de 70 años cuando se evaluaron por primera vez sus hábitos, salud general y optimismo. Se les dio seguimiento durante 10 años.
  • Los hombres tenían entre 41 y 90 años, con una edad promedio de 62 años cuando recibieron una evaluación similar y un examen físico. Se les dio seguimiento durante 30 años.
  • Tras finalizar la monitorización, encontraron que los resultados entre mujeres y hombres eran similares: mientras más optimista era el individuo, mayores probabilidades tenía de vivir más tiempo y alcanzar una edad "excepcional".

Sin embargo, esto no indica que los pesimistas estén destinados a una vida más corta. "La asociación entre el optimismo y la longevidad excepcional fue independiente de la depresión. Esto sugiere que la presencia del optimismo es más que solo la ausencia de depresión", señaló Lee. De forma que, incluso entre los que luchan con la depresión, un poco de optimismo de cualquier forma podría hacer maravillas por la longevidad.

Kit Yarrow, psicóloga del consumidor en la Universidad de Golden Gate, que no participó del estudio, dijo que el optimismo crea longevidad por muchos motivos. "Los optimistas experimentan menos estrés porque no tienden a concentrarse en lo negativo y se sienten más emporados para vencer los obstáculos".

Y agregó: "Es menos probable que se den por vencidos, y se recuperan más rápidamente de los problemas y los contratiempos. El estrés es un asesino y causa estragos en nuestros cuerpos".

También explicó que los optimistas también son menos propensos a experimentar depresión, sentimientos de desesperanza y negatividad, factores que con frecuencia se vinculan con una peor salud y unas tasas más altas de enfermedad.

La especialista señaló que, además, tienden a cuidarse más y hacer y mantener las amistades con mayor facilidad. Sin embargo, reconoció que el acceso al dinero, la buena comida, la educación y, por supuesto, la genética también puede tener un impacto importante en la longevidad. Pero, a diferencia de unos buenos genes, apuntó Yarrow, "el optimismo y su poderosa hermana, la gratitud, se pueden aprender".

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