Sufren sobredosis con un medicamento para la adicción a los opioides

Los jóvenes estadounidenses están enfermando (e incluso falleciendo) tras intoxicarse con un medicamento que se usa para la adicción a los opioides, mantiene un nuevo informe.

Los investigadores reportaron que entre 2007 y 2016, se realizaron más de 11,000 llamadas de emergencia a los centros de control de intoxicaciones de EE. UU. después de que un niño o adolescente se expusiera a la buprenorfina, un medicamento recetado potente que ayuda a la gente a desengancharse de los opioides.

Sufren sobredosis con un medicamento para la adicción a los opioides
Niños y adolescentes han sufridos las intoxicaciones.

En la gran mayoría de llamadas (el 86 por ciento) estuvieron implicados niños menores de 6 años, y casi todos esos casos resultaron de una exposición accidental. Once de los niños fallecieron, según el reporte.

Pero no todos los casos fueron puramente accidentales. Entre los de 13 a 19 años, tres cuartas partes de las llamadas implicaron el uso intencional del medicamento, lo que resultó en 4 muertes, dijeron los investigadores.

"Aunque la buprenorfina es importante para el tratamiento del trastorno de uso de opioides, la exposición pediátrica a este medicamento pueden llevar a unos resultados adversos graves", advirtió el autor del estudio, el Dr. Gary Smith. La medicación puede provocar una somnolencia extrema y/o vómitos cuando se toma de forma inadecuada, explicó.

Además, Smith sugirió que la magnitud del problema podría ser mayor de lo que sugieren las cifras actuales, dado que "no todas las exposiciones a la buprenorfina se reportan a los centros de control de intoxicaciones".

La conclusión es, dijo, que "el almacenamiento seguro de todos los opioides, incluyendo la buprenorfina, es crucial. Los padres y los cuidadores que toman buprenorfina deben guardarla de forma segura: arriba, lejos, y fuera de la vista. Lo mejor es en un armario cerrado con llave".

Los proveedores de atención de la salud podrían ayudar, dijo Smith, al hablar de forma proactiva sobre esta cuestión y sobre las mejores prácticas para los protocoles de seguridad con los padres y los cuidadores de los niños pequeños.

Y a los adolescentes, añadió Smith, se les debería aconsejar sobre los riesgos implicados con respecto al uso incorrecto de este tipo de medicamentos.

Smith es profesor de pediatría, medicina de emergencias y epidemiología en la Universidad Estatal de Ohio, y director del Centro de Investigación y Políticas sobre las Lesiones del Hospital Pediátrico Nacional de Columbus, en Ohio.

Smith y sus colaboradores publicaron sus hallazgos en línea el 25 de junio en la revista Pediatrics.

El aumento en las intoxicaciones pediátricas coincide con la epidemia de opioides que afecta a Estados Unidos. Entre 2001 y 2016, la cifra de las muertes relacionadas con los opioides se multiplicó por más de cuatro. En 2016, una de cada 65 muertes en todo el país se asoció con una sobredosis de opioides, tanto si fue con un analgésico opioide como OxyContin o una droga ilegal como la heroína.

Los autores del estudio dijeron que entre 2005 y 2010, la cifra anual de los pacientes que recibieron una receta de buprenorfina se disparó de 100,000 a más de 800,000.

El nuevo estudio analizó la información que cubría de 2007 a 2016 de Sistema Nacional de Datos de Intoxicaciones.

Entre las llamadas a los centros de intoxicaciones sobre niños pequeños, en el 45 por ciento al final se llevó al niño a un centro de atención de la salud, y más o menos una quinta parte de las llamadas resultaron al final ser situaciones médicas graves.

Entre los adolescentes, un poco más de una quinta parte terminaron siendo admitidos en un hospital, y alrededor del mismo porcentaje fueron casos graves. Aproximadamente una cuarta parte de los adolescentes habían estado consumiendo sustancias además de la buprenorfina. Y se cree que 150 casos fueron el resultado de un intento de suicidio, indicaron los autores del estudio.

Además del almacenamiento seguro y del asesoramiento, otro modo de reducir el riesgo podría ser cambiar el modo en que se envasa la buprenorfina, sugirió Smith.

"Los fabricantes de medicamentos deberían usar un envase de una monodosis (lo que a menudo se llaman paquetes de blísteres) como ayuda para prevenir el acceso y la exposición accidentales de los niños a todos los productos de buprenorfina", planteó.

Ese pensamiento fue secundado por el Dr. George Sam Wang, profesor asistente de pediatría en la Universidad de Colorado, y médico de emergencias pediátricas en el Hospital Pediátrico de Colorado.

"Ya habíamos mostrado que los envases monodosis (una forma de envase resistente a los niños) pueden reducir las exposiciones pediátricas a los productos de buprenorfina-naloxona", dijo Wang, que participó en un equipo que hace poco reportó que pasar a los envases monodosis llevó a una reducción del 79 por ciento en la cantidad de exposiciones accidentales entre los niños menores de 6 años.

El Dr. Christopher Garrett, asesor principal de medios de comunicación de la oficina de comunicaciones de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental (SAMHSA) de EE. UU., dijo que es importante tomar medidas para proteger a los niños y adolescentes, y enfatizó la necesidad de seguir animando a los que tienen dificultades con la adicción a los opioides a recibir el mejor tratamiento para los opioides disponible.

"La SAMHSA espera que todos los padres y los tutores sean precavidos al prevenir que sus hijos puedan acceder a todos los medicamentos. Un almacenamiento adecuado y deshacerse de todos los medicamentos son cosas esenciales a fin de prevenir una exposición dañina de los niños y adolescentes", dijo Garrett.

"Pero seguimos trabajando a través de la financiación y el entrenamiento para ampliar el acceso al tratamiento asistido con medicamentos que incorpora fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. , como la buprenorfina", añadió. "Sabemos que el tratamiento asistido con medicamentos es el estándar científicamente demostrado para ayudar a las personas a recuperarse de sus trastornos de consumo de opioides y a retomar sus vidas productivas".

Garrett dijo que cualquier persona que busque ayuda debería contactar con la línea telefónica nacional de la SAMHSA llamando al 1-800-662-HELP (4357).

Más información

Para más información sobre la buprenorfina, visite la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental de EE. UU.

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