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Los avances en la atención y el impacto de la COVID protagonizan la más reciente reunión de cardiólogos

VIERNES, 19 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- La pandemia de COVID-19, la alimentación saludable para el corazón y unas mejores formas de tratar y prevenir la enfermedad cardiaca estuvieron entre los temas candentes que surgieron durante la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) esta semana.

"Fui a las sesiones ayer, y estuve en la clínica esta mañana, y aprendí cosas en las sesiones que están afectando a la forma en que trato a mis pacientes", comentó durante una entrevista de HealthDay Now el Dr. Manesh Patel.

Los avances en la atención y el impacto de la COVID protagonizan la más reciente reunión de cardiólogos

Los médicos del corazón todavía están enfrentándose al impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud cardiaca de las personas, y este fue uno de los temas de la reunión, aseguró Patel, jefe de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

Un importante estudio que dio seguimiento a más de 1.7 millones de pacientes encontró que los esfuerzos por controlar la presión arterial se redujeron de forma dramática durante la pandemia, lo que aumentó las probabilidades de que las personas sufrieran un ataque cardiaco, accidente cerebrovascular (ACV) y enfermedad cardiaca.

El porcentaje de personas cuya presión arterial estaba bajo control disminuyó de un 60 por ciento antes de la COVID a alrededor de un 50 por ciento.

"Sabemos que una pérdida de un 10 por ciento en las personas que tienen la presión arterial bajo control, solo durante ese primer periodo de seis a 12 meses de la COVID, conducirá desafortunadamente a secuelas de la pandemia, con unas tasas más altas de eventos cardiovasculares en muchas personas", advirtió Patel.

Por otro lado, una conferencia inaugural de la reunión puso en perspectiva el riesgo de miocarditis provocada por las vacunas contra la COVID-19, dijo Patel.

El conferencista anotó que las tasas de miocarditis en los ensayos clínicos sobre las vacunas probablemente se exageraron, debido a que la sustancia bioquímica que se utiliza para diagnosticar la inflamación y el daño cardiacos puede presentar un aumento anómalo en los varones jóvenes, señaló.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., la tasa de miocarditis entre las personas que recibieron la vacuna "es quizá de 30 a 50 veces más baja que la tasa asociada con la COVID en sí, y es mucho menor que la asociada con todas las demás comorbilidades que suceden cuando se sufre de COVID", explicó Patel.

"Tengo una hija de 14 años y un hijo de 16 años, y ambos se han vacunado", apuntó. "Considero que los beneficios de la vacuna [son] mucho más grandes que el riesgo".

Una alimentación más saludable

La reunión también incluyó una discusión de las nuevas directrices de alimentación de la AHA, que se reformaron por primera vez en 15 años justo antes de las sesiones.

Las nuevas directrices dietéticas saludables para el corazón se enfocan más en los patrones de alimentación, y en garantizar que la persona quema las calorías que come, apuntó Patel.

"Aunque parece muy sencillo, esto entonces conduce a si la persona puede desarrollar el hábito de la actividad. ¿Puede desarrollar el hábito de comprender cuál es su peso diario? ¿Puede desarrollar el hábito de vigilar lo que come, y cuánto come?", planteó Patel.

En general, aconsejó, las personas deben intentar comer más alimentos de origen vegetal y carnes magras, restringir el consumo de sal y de azúcar, y evitar los alimentos procesados.

"Hay 10 normas buenas y realmente sencillas que no se tratan de que este alimento sea bueno o malo para uno. Pasamos demasiado tiempo intentando averiguar cuál es un alimento bueno o un alimento malo, en lugar de cuáles son los hábitos y patrones que conducen a un estilo de vida más saludable", comentó Patel.

Nuevos avances en la atención

Los estudios de vanguardia presentados en la reunión también ofrecieron a los médicos una mejor idea sobre cómo mejorar la atención de los pacientes.

  • Un ensayo clínico encontró que es probable que los médicos deban operar para reemplazar una válvula aórtica estrechada, aunque el paciente no tenga síntomas. "Pareció mostrar que mientras antes se reemplaza la válvula en los buenos centros quirúrgicos, mejor les va a los pacientes", dijo Patel. "Incluso tras dos años, una vez pasan dos o tres o cuatro años, a estos pacientes comienza a irles peor".
  • Quizá los cirujanos cardiacos deban reparar las demás válvulas del corazón que tienen fugas si ya están reemplazando una, encontró otro ensayo clínico que estudió los reemplazos de las válvulas mitrales y tricúspides. "Repararlas al mismo tiempo mejoró de forma significativa a la válvula tricúspide. Algunos de estos pacientes sí requirieron más marcapasos, pero pareció que la mayoría de los pacientes se beneficiarían si intervenían su válvula tricúspide", aseguró Patel.
  • Los médicos no necesariamente deben esperar a que el anticoagulante de un paciente salga del sistema del todo antes de realizar una cirugía cardiaca. Un ensayo encontró que no había un aumento en el riesgo de sangrado si el anticoagulante ticagrelor se paraba de dos a tres días antes de una cirugía de baipás.

"Si se hacía temprano, no era nocivo", dijo Patel. "A veces, si se esperan cuatro o cinco días, las personas pueden sufrir eventos".

Por último, un importante ensayo chino mostró el impacto que los esfuerzos locales y prácticos pueden tener en la salud de la comunidad.

En el estudio, unos trabajadores de la salud comunitarios con algo de entrenamiento médico básico (los "médicos de aldea") ayudaron a reducir la hipertensión en 326 aldeas de la China rural. Estos médicos de aldea entrenaron a las personas en cambios en el estilo de vida para controlar la presión arterial, y las motivaron para que tomaran sus medicamentos con regularidad.

Alrededor de un 57 por ciento de las personas con hipertensión alcanzaron unos niveles normales tras 18 meses de participación en el programa dirigido por los médicos de aldea, en comparación con un 20 por ciento de las personas que recibieron la atención usual.

"En las aldeas que recibieron la intervención de control y tratamiento locales de la presión arterial, la presión arterial se redujo de forma significativa (en 15 mm), una reducción inmensa que probablemente lleve a una reducción en los eventos cardiovasculares", añadió Patel.

Más información

La Asociación Americana del Corazón ofrece más información sobre su reunión aquí.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTES: Manesh Patel, MD, chief, cardiology, Duke University School of Medicine, Durham, N.C.

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