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Los antivacunas organizan campañas de internet contra las vacunas para la COVID-19

VIERNES, 29 de enero de 2021 (HealthDay News) -- Las personas que se muestran renuentes a ponerse la vacuna contra la COVID-19 no tienen que trabajar mucho para encontrar rumores y teorías en internet que fomenten sus miedos sobre la seguridad de las vacunas.

Esto se debe a que los grupos e individuos antivacunas están trabajando horas extra para promover teorías aterradoras y falsas sobre las dos vacunas contra la COVID-19, que ahora se han administrado a más de 24 millones de estadounidenses, señalan los expertos en enfermedades infecciosas.

Los antivacunas organizan campañas de internet contra las vacunas para la COVID-19

"Estos tipos de rumores han existido desde que Edward Jenner inventó su vacuna contra la viruela a finales del siglo XVIII", comentó el Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre las Vacunas del Hospital Pediátrico de Filadelfia. "Existía la creencia de que si uno se ponía la vacuna, que se derivaba de la viruela del ganado, uno adquiriría características bovinas. Que le saldría un hocico, una cola, orejas caídas. Básicamente, era la internet de 1802".

Hay dos tipos principales de desinformación que se están promulgando sobre las vacunas contra el coronavirus:

  • Rumores anecdóticos sobre "causa y efecto", que vinculan de forma errónea la muerte precoz de una persona con el hecho de que se hubieran vacunado recientemente contra la COVID-19.
  • Teorías de la conspiración sobre las "grandes mentiras", que alegan que la vacuna puede provocar todo tipo de efectos secundarios mayores, desde infertilidad hasta una alteración permanente de la genética.

Los trabajadores de la atención de la salud se habían preparado para que salieran historias que vincularan a los problemas de salud personales y muertes a destiempo de la gente con su vacunación reciente, aunque no hay ninguna evidencia que vincule ambas cosas.

Por ejemplo, los detractores de las vacunas se aprovecharon hace poco del fallecimiento del Dr. Gregory Michael, un obstetra y ginecólogo de Florida de 56 años, que murió el 3 de enero tras sufrir una reducción catastrófica en las plaquetas (unos fragmentos celulares del torrente sanguíneo que controlan al sangrado).

Las publicaciones que vinculaban a la muerte de Michael con la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer inundaron a internet, a pesar de una falta de evidencias clínicas que vincularan su muerte con la vacunación 18 días antes.

Este no es el primer caso en que una persona muere tras vacunarse, y no será el último, porque las coincidencias ocurren cada día, apuntó Offit.

"Hank Aaron se vacuna. Dos semanas después, fallece de un accidente cerebrovascular. ¿Por qué? Porque tenía casi 90 años, y las personas que tienen casi 90 años pueden fallecer de accidentes cerebrovasculares", enfatizó Offit. "La vacuna no concede la inmortalidad".

Cómo separar los hechos de la ficción

Ahora que millones de personas han recibido las vacunas, entre ellas más de 3 millones que han recibido el régimen completo de dos dosis, los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. podrán de verdad separar los verdaderos efectos secundarios raros provocados por las vacunas de las enfermedades y muertes por coincidencia, planteó Offit.

"Siempre habrá estas asociaciones temporales, siempre, y solo hay que calmarse y esperar hasta que los CDC anuncien que en realidad sí existe un efecto secundario raro. Porque los están buscando. Los están buscando todos los días", apuntó Offit.

Aparte de unos casos raros de shock anafiláctico que ocurren unos minutos tras recibir la inyección, no ha surgido comúnmente ningún otro efecto secundario peligroso en los millones de dosis que se han administrado, dijeron los expertos.

El otro tipo de rumor antivacunas, la "gran mentira", implica teorías de la conspiración altamente específicas relacionadas con la seguridad y los efectos secundarios.

La Dra. Jill Foster, directora de enfermedades infecciosas e inmunología pediátricas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, dijo que "es casi como si mientras más absurdas sean, mejor, porque si de verdad uno puede lograr que alguien crea algo que es tan totalmente absurdo, más poderoso es".

Uno de los mayores rumores en la categoría de las grandes mentiras dice que el ARN mensajero (ARNm) en las dos vacunas contra la COVID-19 de alguna forma reescribe el ADN de la persona, anotaron Offit y Foster.

Las vacunas de Pfizer y Moderna funcionan al llevar ARNm a las células, haciendo que produzcan réplicas de la "proteína de pico" que el coronavirus utiliza para vincularse a las células e infectarlas. El sistema inmunitario reconoce a estas proteínas como foráneas, y monta una respuesta contra ellas, lo que básicamente enseña al cuerpo la forma de combatir una infección real con la COVID-19 en el futuro.

La idea de que el ARNm pueda reescribir el ADN es "del todo imposible", aseguró Offit.

Las células humanas ya contienen cientos de miles de copias de ARN mensajero, que se usan como patrón para producir sustancias esenciales para la vida, apuntó Offit.

Para poder reescribir el ADN, el ARNm de la vacuna primero tendría que poder entrar al núcleo de la célula, algo que no puede hacer, explicó Offit. Incluso si lo lograra, el ARNm requeriría unas enzimas específicas para convertirse en ADN y entonces integrarse en la genética personal, y la vacuna no contiene esas enzimas.

"Tiene tantas probabilidades de que el ADN se altere como de que las vacunas lo conviertan en Spider-Man", añadió Offit. "Diría que tiene más o menos las mismas probabilidades".

Uso de jerga médica

Otro rumor sostiene que la vacuna puede provocar infertilidad, porque la proteína de pico que ayuda a crear comparte algunos aminoácidos con la sinectina, una proteína que se encuentra en la placenta, dijo Foster.

"Todas las proteínas están conformadas por una cadena de aminoácidos. La proteína de pico del coronavirus y la proteína de la sinectina tienen una minúscula cantidad de aminoácidos que son los mismos", explicó.

"Lo que le digo a las personas es que es como si usted y yo tuviéramos un siete en nuestros números telefónicos respectivos", continuó Foster. "Nunca podría adivinar los demás números del teléfono. Podría intentar marcar el siete, pero no nos llamaría a ninguno de los dos. ¿Tener un siete en el teléfono significa que tenemos el mismo número o que vivimos en la misma casa?".

Las teorías de la gran mentira funcionan porque contienen cierto nivel de jerga médica (como sinectina, ADN), que hace que parezcan plausibles, dijo Foster.

"Cuando las personas escuchan algo tan específico, piensan que debe ser correcto", apuntó Foster. "Pero solo porque algo parezca muy científico, no significa que sea verdad".

Tiene sentido que las personas estén preocupadas por estas vacunas, y que las personas que no desean vacunarse busquen información que confirme sus miedos, apuntó Annmarie Munana, profesora máster de enfermería de la Universidad de Chamberlain, y miembro del Grupo de Trabajo Científico de la Vacuna Contra la COVID-19 de Chicago.

"Hay muchas cosas en el ambiente, y no falta gente que dice cosas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a través de millones de medios distintos", lamentó Munana.

Conocer a alguien que haya recibido la vacuna importa

Una mayoría de los estadounidenses expresan preocupación sobre la seguridad de la vacuna, encontró una nueva encuesta de la Kaiser Family Foundation:

  • Un 68 por ciento afirman que se desconocen los efectos a largo plazo de la vacuna.
  • A un 59 por ciento les preocupan los efectos secundarios graves.
  • Un 55 por ciento creen que las vacunas no son tan seguras como se dice.
  • Un 31 por ciento piensan que podrían contraer la COVID-19 de la vacuna en sí.

Es probable que el nombre que se le dio a la iniciativa de desarrollo de vacunas, "Operación Velocidad de la Luz", tenga un rol en estos miedos, apuntó Munana.

"Las palabras son importantes", dijo Munana. "Me pregunto, si la hubiéramos llamado Operación Vacuna Segura, ¿habría sido distinto? Es un detalle tan pequeño, pero creo que sí hace una diferencia".

De algunas formas, la mejor defensa de las vacunas se produce cada día, con cada vacunación exitosa que no resulta en una emergencia médica grave, enfatizó Munana. Cada una sirve como ejemplo positivo.

"Puedo hablar con las personas y ofrecerles puntos específicos sobre cuántos millones de vacunas hemos administrado y evaluado y que estos son los resultados, pero lo que de verdad cambia la opinión de alguien es cuando conocen a una persona que se vacunó y a quien le fue bien", dijo Munana.

La encuesta de la Kaiser Family Foundation lo corrobora. Conocer a alguien que se ha vacunado contra la COVID-19 parece influir en si la persona se muestra entusiasta o renuente sobre su propia vacunación, encontraron los encuestadores.

Entre los que dicen que desean la vacuna "lo antes posible", alrededor de la mitad (un 52 por ciento) conocían a alguien que se había vacunado, encontró la encuesta. Por otra parte, entre lo que dicen que se vacunarán "solo si es obligatorio", apenas un 29 por ciento conocían a alguien que había recibido la vacuna.

Los trabajadores de la atención de la salud pueden ayudar en el esfuerzo al ser honestos con las personas, e informarles que podrían sentirse mal durante un día tras la vacunación, como resultado de la respuesta inmunitaria que crea, apuntó Munana. De esa forma, lo que se podría interpretar como un efecto secundario accidental, se reconoce más bien como una parte desafortunada del proceso.

Foster sugirió que las personas que estén asustadas por los rumores sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 deben tomarse un momento para calmarse, y entonces consultar lo que las sociedades y grupos médicos están diciendo sobre esos rumores.

"Dicen que cuando uno está enojado, debe contar hasta 10", dijo Foster. "Le digo a las personas que, cuando uno tiene miedo, debe contar hasta 10 y preguntarse si está buscando cosas solo para confirmar su miedo o si está buscando la verdad. ¿Qué estoy haciendo? ¿Busco motivos para no vacunarme y alimento mis miedos, o de verdad busco una respuesta?".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre las vacunas contra la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Paul Offit, MD, director, Vaccine Education Center, Children's Hospital of Philadelphia; Jill Foster, MD, director, pediatric infectious diseases and immunology, University of Minnesota Medical School, Minneapolis; Annmarie Munana, DNP, MSN, MJ, master instructor of nursing, Chamberlain University, Chicago; Kaiser Family Foundation, KFF COVID-19 Vaccine Monitor, January 2021

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