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Las personas subestiman el impacto de los gestos de amabilidad sin motivo

MIÉRCOLES, 24 de agosto de 2022 (HealthDay News) -- Invitarle un café a alguien quizá no parezca como algo importante, pero un nuevo estudio muestra que los pequeños gestos de amabilidad tienen un mayor impacto de lo que la gente cree.

En una serie de experimentos, los investigadores encontraron que las personas que recibían un gesto amable en general lo apreciaban más de lo que la persona que lo ofrecía había anticipado. Un motivo, sugieren los hallazgos, quizá sea que los beneficiarios sienten el cariño que el gesto implica, mientras que el dador con frecuencia lo pasa por alto.

Las personas subestiman el impacto de los gestos de amabilidad sin motivo

Los expertos afirman que la implicación es bastante directa: si usted tiene una oportunidad de ser amable, aprovéchela.

"Quizá piense que es algo pequeño", señaló el investigador, Amit Kumar. "Pero para el beneficiario, su significado va más allá del objeto que usted ofrece".

Ser amable sí conlleva cierta concienciación y esfuerzo. Es más que solo ser cortés. Y si usted no se da cuenta de cuánto significan los pequeños gestos amables, apuntó Kumar, quizá no se moleste.

En uno de los experimentos, los participantes dijeron que deseaban haber realizado "pequeños gestos de amabilidad sin motivo" con más frecuencia en sus vidas diarias.

"Entonces, ¿qué nos frena?", preguntó Kumar, profesor asistente de la Facultad de Negocios Austin McCombs de la Universidad de Texas.

Basándose en los hallazgos, apuntó, una subvaloración constante de la amabilidad podría tener parte de la culpa.

"Esto tiene todo el sentido", comentó James Maddux, experto sénior del Centro para el Avance del Bienestar de la Universidad George Mason, en Fairfax, Virginia.

Maddux, que no participó en el estudio, dijo que los hallazgos son coherentes con otras investigaciones que muestran que las personas tienden a subestimar el poder de los pequeños gestos, como enviar un mensaje de texto a un conocido solo para preguntarle cómo está.

Lo interesante de esta nueva investigación, plantea Maddux, es que sugiere algo sobre el "por qué".

"El dador podría tender a pensar sobre lo que llamo la utilidad del acto, su beneficio", apuntó. "Pero el beneficiario percibe el cariño subyacente".

Kumar habla más sobre los hallazgos del estudio en el siguiente video:

Los hallazgos, que se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of Experimental Psychology: General, se basan en una serie de experimentos que observaron distintas situaciones hipotéticas de dar y recibir. En algunos casos, el beneficiario era alguien a quien el dador conocía, mientras que en otros se trataba de un desconocido.

En todos los casos, el "regalo" era pequeño (una nota amable o una taza de chocolate caliente), y se pidió a los dadores que predijeran el impacto positivo que tendría en el beneficiario.

En las distintas situaciones, encontró el estudio, los dadores sí se dieron cuenta de que el gesto amable mejoraría el estado de ánimo del beneficiario. Pero subestimaron el grado hasta donde lo hacía, y los beneficiarios consideraron de forma consistente que el gesto era más importante que los dadores.

Un experimento, que implicó a 200 personas y unos sabrosos pastelitos, intentó llegar a los motivos. Algunos participantes recibieron un pastelito, pero aunque a algunos les dijeron que era solo por su participación en el estudio, otros lo recibieron como un regalo de un amable desconocido. Resulta que el segundo grupo apreció más el pastelito.

Pero otros participantes del estudio, a quienes se pidió que predijeran la mejora en el estado de ánimo de los beneficiarios, previeron unos resultados similares, sin importar el origen de los pastelitos.

Todo esto sugiere que aunque los observadores pensaban que un pastelito era un pastelito, los beneficiarios reales percibían la amabilidad subyacente al regalo de un desconocido.

¿Y qué es tan importante sobre estas mejoras para el estado de ánimo? Maddux dijo que estas "pequeñas dosis de positividad" en un día ordinario se suman, y respaldan el bienestar mental, de forma similar a la que dar paseos breves a lo largo del día puede beneficiar a la salud física.

Además, la amabilidad podría generar más amabilidad, sugieren los nuevos hallazgos. En otro experimento, los participantes primero recibieron un regalo, ya fuera de los investigadores del laboratorio o de otro participante. Entonces, jugaron un juego en que se les pidió que dividieran 100 dólares entre ellos mismos y otro participante del estudio a quien no conocían.

Al final, las personas que habían recibido un regalo de un desconocido fueron más generosas que sus contrapartes que recibieron un regalo del laboratorio: solo se quedaron con unos pocos dólares, y dieron más al desconocido.

Esto, aseguró Kumar, sugiere que la amabilidad puede ser contagiosa.

Y aunque el foco de los experimentos fue el estado de ánimo de los beneficiarios, los dadores también se sintieron bien. Y esto no tiene nada de malo, anotó Maddux: la mejora mutua en el estado de ánimo puede motivar a que haya más amabilidad.

Kumar añadió que, "cuando piense en su vida diaria, hay muchas oportunidades para la amabilidad. Solo inténtelo. Es probable que el impacto sea mayor de lo que usted piensa".

Más información

La Clínica Mayo ofrece más información sobre el arte de la amabilidad.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Amit Kumar, PhD, assistant professor, marketing and psychology, University of Texas at Austin McCombs School of Business; James Maddux, Ph.D., senior scholar, Center for the Advancement of Well-Being, George Mason University, Fairfax, Va.; Journal of Experimental Psychology: General, Aug. 18, 2022, online

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