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Las mudanzas y desalojos con frecuencia provocan interrupciones nocivas en la atención de la salud: estudio

MIÉRCOLES, 6 de enero de 2021 (HealthDay News) -- Una investigación ofrece unos hallazgos desalentadores en estos tiempos de dificultades económicas: las personas que tienen que mudarse porque no pueden pagar el alquiler a menudo pierden la atención médica que necesitan.

El estudio, de más de 146,000 residentes en California, encontró una conexión entre la vivienda inasequible y la utilización de la atención de la salud. De las personas que se habían mudado en los últimos cinco años porque no podían pagar la hipoteca o el alquiler, alrededor del 27 por ciento prescindieron o retrasaron la atención médica que necesitaban.

Las mudanzas y desalojos con frecuencia provocan interrupciones nocivas en la atención de la salud: estudio

Esta cifra fue mayor que las tasas entre los californianos que se quedaron en el mismo sitio y aquellos que se mudaron por razones diferentes del precio de la vivienda.

Los hallazgos no implican necesariamente que las mudanzas, en sí mismas, provocaran dificultades para obtener atención médica. Pero tiene sentido que exista una conexión, dijeron los investigadores.

"Los hallazgos son intuitivos", señaló la Dra. Katherine Chen, que trabajó en el estudio y es miembro de la Universidad de California, en Los Ángeles.

Es probable que las personas que tienen dificultades para costearse una vivienda afronten otras dificultades financieras, planteó.

La vivienda es una necesidad tan fundamental que las personas anteponen los pagos de la hipoteca o del alquiler a todo lo demás, afirmó Corianne Scally.

Scally, que no formó parte de la investigación reciente, realiza estudios sobre los problemas de la vivienda en el Urban Institute en Washington, D.C.

Dijo que las familias con escasos recursos pueden verse obligadas a elegir qué necesidades básicas pueden pagar. La atención médica podría situarse al final de la lista, por detrás de la vivienda, la comida y las facturas.

Y aunque existen programas gubernamentales de asistencia para la atención de la salud y los alimentos, comentó Scally, es difícil conseguir ayuda para el alquiler o la hipoteca. Por lo tanto, las personas con ingresos bajos, en particular, quizá tengan que destinar todos sus fondos al pago del importe mensual de la vivienda.

Los hallazgos se basan en encuestas llevadas a cabo entre 2011 y 2017. Actualmente, en medio de la pandemia por el coronavirus, el efecto en cadena de las viviendas inasequibles y los desalojos se incrementa todavía más, advirtieron los autores del estudio.

"Estamos realmente preocupados por esto", afirmó Chen.

Con la pérdida de empleos e ingresos, muchos estadounidenses se han retrasado en los pagos del alquiler o la hipoteca. Chen apuntó a una estadística de una encuesta de la Oficina del Censo, que mostraba que 9 millones de inquilinos se retrasaron en el pago del alquiler en noviembre.

Además de esto, "la COVID está provocando que el acceso a la atención de la salud sea logísticamente más difícil", dijo Chen.

De nuevo, señaló, las personas con bajos ingresos pueden verse particularmente afectadas si, por ejemplo, las clínicas de salud del vecindario tienen horarios reducidos.

El estudio, que se publicó en una edición reciente en línea de la revista Journal of General Internal Medicine, incluyó a 146,417 adultos que respondieron a la Encuesta de entrevista de salud de California, que es continua.

En general, el 5 por ciento afirmaron que tuvieron que mudarse en los últimos cinco años debido a que no podían pagar su alquiler o hipoteca. (La encuesta no preguntó si estas mudanzas fueron voluntarias o debidas a un desalojo).

De los encuestados que hicieron un traslado relacionado con el costo, el 27 por ciento prescindieron o retrasaron el surtido de una receta, o la visita al médico en el último año. Esto es en comparación con poco menos del 23 por ciento de las personas que se habían mudado por otras razones, y el 18 por ciento de las personas que no se mudaron.

Después de que los investigadores sopesaran otros factores, como el empleo y el nivel de ingresos, las personas que se habían mudado debido a los costos eran un 38 por ciento más propensas a tener necesidades médicas no satisfechas, en comparación con las personas que se habían quedado en su residencia.

La relación se observó incluso entre las personas que se habían mudado dentro de su propio vecindario, dijo Chen. Esto, añadió, sugiere que las mudanzas no interfieren en la atención médica solo porque las personas no puedan acceder a su proveedor, o no sepan donde se encuentra la farmacia local.

Es posible que unos ingresos insuficientes sean el motivo principal, aunque otros factores, como el estrés psicológico, también podrían tener algo que ver, dijo Scally.

El estudio no prueba que las medidas para resolver el problema de la vivienda inasequible también mejorarían el acceso de las personas a la atención de la salud, planteó Chen, "pero esperamos que sea así".

Según Scally, hay una buena razón para creerlo. "Creo que, si las personas no tienen dificultades para pagar sus viviendas, se verán mejores resultados en el resto de necesidades básicas", planteó. "Pienso que provocaría efectos en cadena".

La pandemia ha impulsado una moratoria federal sobre los desalojos que finaliza el 31 de enero, aunque algunos estados han pospuesto los desalojos y los cortes de servicios públicos. Algunos estadounidenses cumplen también con los requisitos para las ayudas en el pago del alquiler o la hipoteca.

El equipo de Chen afirmó que, a largo plazo, se necesitan políticas que aumenten el número de viviendas asequibles, cambios en las leyes de la división de zonas, e incentivos fiscales para fomentar nuevos proyectos de viviendas, así como la estabilización del alquiler y otras medidas de protección para los inquilinos.


Más información

USA.gov ofrece más información sobre las ayudas para los alquileres y las hipotecas.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTES: Katherine Chen, MD, fellow, National Clinician Scholars Program, University of California, Los Angeles; Corianne Payton Scally, PhD, principal research associate, Metropolitan Housing and Communities Policy Center, Urban Institute, Washington, D.C.; Journal of General Internal Medicine, Dec. 28, 2020, online

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