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Las dietas que reducen el hierro en el cerebro podrían conservar su agudeza

LUNES, 13 de septiembre de 2021 (HealthDay News) -- Los adultos mayores que comen de forma regular alimentos como el pescado, los frutos secos y el aceite de oliva quizá tengan menos acumulación de hierro en el cerebro, además de unas memorias más agudas, sugiere un estudio de tamaño reducido.

El cerebro requiere cierto nivel de hierro para funcionar con normalidad, pero el cerebro que envejece puede acumular una cantidad excesiva. Y esa cantidad excesiva de hierro se ha vinculado con el deterioro cognitivo, que es el deterioro lento en la memoria y las habilidades de pensamiento, que puede conducir a la demencia.

Las dietas que reducen el hierro en el cerebro podrían conservar su agudeza

Todavía no está claro que el hierro adicional en realidad provoque el deterioro mental, o que limitar la acumulación retrase la demencia, señaló Valentinos Zachariou, investigador principal del nuevo estudio.

Pero la dieta es una forma potencial de lograrlo, aseguró Zachariou, investigador en neurociencia de la Universidad de Kentucky, en Lexington.

Su equipo encontró señales de que ciertos nutrientes de la dieta podrían ser protectores, como la vitamina E y los ácidos grasos particulares que se encuentran en alimentos como el pescado, los frutos secos y los aceites de oliva y cártamo.

Los investigadores utilizaron IRM del cerebro, y encontraron que los adultos mayores con las mayores ingestas de esos nutrientes tendían a tener unas concentraciones más bajas de hierro en el tejido cerebral. También tenían un mejor rendimiento, en promedio, en las pruebas estándar de la memoria, en comparación con sus pares cuyas dietas tenían una falta relativa de estos nutrientes.

Los hallazgos solo muestran correlaciones, y no prueban causalidad, enfatizó Zachariou.

Afirmó que lo que se necesita es un ensayo sobre una "intervención" que evalúe de forma directa los efectos de una dieta rica en los nutrientes.

El estudio, que se publicó en una edición reciente en línea de la revista Neurobiology of Aging, no es el primero que vincula los hábitos dietéticos con un deterioro cognitivo más lento.

La dieta mediterránea clásica (rica en pescado, aceite de oliva, verduras y granos integrales) se ha vinculado con una mayor agudeza mental en los adultos mayores. Sucede lo mismo con un patrón alimenticio llamado dieta MIND, que adopta elementos de la dieta mediterránea, y que también enfatiza las bayas y las verduras de hojas (como fuente de vitamina E, entre otros nutrientes).

Zachariou dijo que su estudio no se enfocó en ninguna dieta en particular. Más bien, su equipo se interesó en ciertos nutrientes que, según investigaciones de laboratorio anteriores, podrían ayudar a eliminar el exceso de hierro en el cerebro, o contrarrestar sus efectos nocivos.

"Pero hay mucho solapamiento entre lo que encontramos y la dieta mediterránea", anotó Zachariou.

En el estudio participaron 73 adultos sanos de 61 a 86 años. Reportaron su consumo de alimentos particulares en el mes anterior, además de sus hábitos de ejercicio y de consumo de alcohol.

Al final, un grupo de nutrientes se destacó por su correlación tanto con las concentraciones de hierro en el cerebro como con el rendimiento en la memoria: la vitamina E, que se encuentra en alimentos como las verduras de hojas, los frutos secos y los aceites vegetales; la lisina, que se encuentra en el pescado, el pollo y el hígado de vaca; los ácidos grasos omega 3 DHA, encontrados en alimentos como el pescado y los aceites de oliva, soya y cártamo; y los ácidos grasos omega 6 LA, que también se encuentran en esos aceites vegetales, además de en las almendras y el germen de trigo.

Mientras mayor era el consumo de estos alimentos de las personas, encontró el estudio, más bajas eran las concentraciones de hierro en el cerebro y mejor era el rendimiento de su memoria.

Esto fue así incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta la edad, los hábitos de ejercicio, el consumo de alcohol y los niveles educativos de los participantes, todos los cuales podrían afectar a la salud del cerebro.

"Son resultados positivos que ameritan más investigación", planteó Angel Planells, un dietista registrado de Seattle que trabaja regularmente con adultos mayores.

Pero Planells, que también es vocero de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition & Dietetics), apuntó a una realidad más amplia: la mayoría de los estadounidenses de todas las edades tienen importantes brechas nutricionales en sus dietas. Por ejemplo, en general apenas consumen una porción de frutas y verduras al día.

Como las personas son "criaturas de hábitos", Planells en general recomienda hacer pequeños cambios sostenibles en la dieta con el tiempo, en lugar de un cambio radical. Por ejemplo, añadir una porción semanal de marisco, y tener frutos secos a mano para los refrigerios.

Planells añadió que aunque la dieta es clave para un envejecimiento sano del cerebro y el cuerpo, también hay otros factores, desde la actividad física hasta los hábitos de sueño.

"Vamos todos a envejecer con elegancia", planteó, "al comer bien, hacer actividad física, seguir con la mente implicada, asegurar que atendemos a nuestra salud mental, y descansar y recuperarnos de manera adecuada mediante el sueño".


Más información

La Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) ofrece más información sobre el estilo de vida y la salud del cerebro.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Valentinos Zachariou, PhD, scientist, department of neuroscience, University of Kentucky, Lexington; Angel Planells MS, RDN, national spokesperson, Academy of Nutrition & Dietetics, Chicago; Neurobiology of Aging, June 22, 2021, online

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