La tasa de autismo de EE. UU. aumenta a 1 de cada 40 niños

Un nuevo estudio del gobierno encuentra que alrededor de 1 de cada 40 niños estadounidenses tiene autismo, un inmenso aumento respecto al estimado anterior de 1 de cada 59 niños.

La encuesta preguntó a los padres de más de 43,000 niños y adolescentes de 3 a 17 años de edad si sus hijos habían sido o no diagnosticados en algún momento con autismo o un trastorno del espectro autista (TEA), y también si el joven en cuestión seguía teniendo que afrontar un TEA.

La tasa de autismo de EE. UU. aumenta a 1 de cada 40 niños
| Foto: GETTY IMAGES

Michael Kogan, autor del estudio, ofreció varias explicaciones sobre la discrepancia entre la cifra anterior de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y las nuevas cifras de la Encuesta Nacional de Salud Infantil de 2016.

En primer lugar, anotó, "como no hay una prueba biológica para los TEA, determinarlo es difícil". Y añadió que los distintos métodos de recolección de datos pueden producir resultados muy distintos.

Por ejemplo, Kogan apuntó que los CDC solo recolectaron información de niños de 8 años que vivían en 11 áreas residenciales. En comparación, la encuesta más reciente observó un rango de edad mucho más amplio, y es la primera iniciativa de este tipo en tener un alcance nacional.

Esta última cifra también se basa en un periodo más reciente que la última revisión de los CDC en 2014, anotó. Y las conclusiones de su equipo provienen de información recolectada de los padres, mientras que los CDC realizaron una revisión de expedientes médicos y escolares.

"No sé si 'sorprendido' sería la palabra que utilizaría", dijo Kogan respecto a los hallazgos de su equipo. "Iniciamos el estudio sabiendo que la prevalencia de los TEA ha estado en aumento en los últimos 30 a 40 años".

Kogan es director de la Oficina de Epidemiología e Investigación en la Oficina de Salud Materna e Infantil de la Administración de Recursos y Servicios de Salud de EE. UU.

Aparte de llegar a un estimado de la prevalencia del autismo, los investigadores anotaron que más de un cuarto de los niños con un TEA (un 27%) tomaban algún tipo de medicamento para gestionar los síntomas del trastorno. Casi dos tercios (un 64%) habían estado recibiendo un tratamiento conductual en el año antes de la encuesta.

Pero los padres de niños con autismo indicaron que sus hijos tenían unas mayores necesidades de atención, y más problemas para recibir esa atención, en relación con los que se enfrentan a otras afecciones comparables, tales como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el síndrome de Down, problemas del comportamiento o la conducta, discapacidades intelectuales o del aprendizaje, y/o síndrome de Tourette.

Específicamente, los padres dijeron que tenían un 44% más de probabilidades de tener problemas para obtener atención de la salud mental, un 24% menos de probabilidades de recibir ayuda para la coordinación de la atención, y un 23% menos de probabilidades de contar con un "hogar médico" para su hijo, lo que significa tener un equipo unificado de proveedores de cuidados.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 26 de noviembre de la revista Pediatrics.

Thomas Frazier, director de ciencias de Autism Speaks, expresó poca sorpresa ante los hallazgos.

"Son coherentes en general con encuestas anteriores a padres y otros estudios directos sobre la prevalencia en que los investigadores evaluaron de forma directa para intentar identificar el autismo", dijo, añadiendo que las cifras de los CDC "probablemente sean un poco conservadoras".

En cuanto al motivo de que los estimados hayan mostrado un aumento general en los últimos años, Frazier descartó la idea de que la cantidad total de niños estadounidenses que sufren de autismo esté creciendo con tanta rapidez, y sugirió más bien que los métodos de análisis se han hecho "más liberales e incluyentes".

En cuanto a la cuestión más amplia del acceso a la atención, Frazier concurrió en que hay una necesidad urgente de proveer un mejor acceso a las pruebas tempranas y al tratamiento subsiguiente, sobre todo a las familias con unos ingresos bajos.

"En Autism Speaks, hemos intentado a través de nuestra Red de Tratamiento del Autismo (Autism Treatment Network) aumentar la concienciación y la capacidad de realizar evaluaciones de detección de los pediatras y de los médicos de familia", además de ofrecer una atención médica que sea el "estándar de excelencia", afirmó.

Y Frazier añadió que "las intervenciones del desarrollo y conductuales tempranas e intensivas son efectivas", sobre todo cuando los padres reciben el entrenamiento que necesitan para estar mejor preparados para ayudar a su hijo.

Según Autism Speaks, los trastornos del espectro autista son una "amplia variedad de afecciones caracterizadas por problemas con las habilidades sociales, las conductas repetitivas, el habla y la comunicación no verbal".

Más información

Para más información sobre el acceso a la atención para el autismo, visite Autism Speaks.

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