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La salud pulmonar de los estadounidenses: los pobres son los que más sufren

MARTES, 1 de junio de 2021 (HealthDay News) -- La salud de sus pulmones quizá tenga mucho que ver con el tamaño de su cuenta bancaria, indica un nuevo estudio de gran tamaño.

Los hallazgos provienen de una observación de seis décadas del riesgo de enfermedad pulmonar entre más de 215,000 niños y adultos estadounidenses.

La salud pulmonar de los estadounidenses: los pobres son los que más sufren

En general, los estadounidenses más pobres siguen teniendo una peor salud pulmonar que sus pares más ricos. En algunos casos, la brecha entre ricos y pobres se están ampliando.

"Examinamos las tendencias a largo plazo en las desigualdades socioeconómicas en la salud pulmonar de los estadounidenses", explicó el autor principal del estudio, el Dr. Adam Gaffney. "En específico, observamos la prevalencia de los síntomas pulmonares, como la falta de aliento, los diagnósticos de enfermedades pulmonares, como el asma y la EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica] y los volúmenes pulmonares". (Esta última medida se refiere a la cantidad de aire que los pulmones retienen durante las distintas fases de la respiración).

La conclusión es que "las diferencias en la salud pulmonar entre los estadounidenses ricos y los pobres han persistido a lo largo de seis décadas y, en algunos casos, solo se han ampliado", señaló Gaffney, profesor asistente de medicina de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, y especialista en atención crítica de Cambridge Health Alliance, en Boston.

El estudio aparece en la edición del 28 de mayo de la revista JAMA Internal Medicine.

Los investigadores escudriñaron los datos acumulados por los Centros para el Control de las Enfermedades de EE. U. 1959 y 2018. Los participantes tenían entre 6 y 74 años.

Las encuestas preguntaban sobre los hábitos de tabaquismo y la salud pulmonar. También se realizaron pruebas de la función pulmonar.

Tras emparejar las respuestas con los ingresos y el historial educativo, el equipo del estudio concluyó que aunque desde la década de los 1960 han existido grandes disparidades en la salud pulmonar, según ciertas medidas estas brechas se han ampliado.

Un ejemplo claro: fumar. Gaffney y sus colaboradores anotaron que la conducta de fumar en realidad tuvo poca conexión con los ingresos antes de la década de los 1980. Pero el equipo encontró una situación muy cambiada con el tiempo, y los estadounidenses más ricos fueron los principales beneficiarios: sus tasas de fumar se desplomaron de alrededor de un 63 por ciento en 1971-1975 a apenas un 34 por ciento en 2018.

Al contrario, en el mismo periodo, las tasas de fumar se mantuvieron básicamente constantes, en entre un 56 y un 58 por ciento, en la quinta parte inferior según los ingresos.

Siguiendo una tendencia similar, el riesgo de sibilancia se redujo entre los que tenían más dinero y un mayor logro educativo, a partir de finales de los 1980, mientras que los estadounidenses pobres experimentaron pocos cambios.

Según otras medidas, a principios de los 1970 alrededor de un 45 por ciento de los estadounidenses más pobres reportaban falta de aliento con el esfuerzo. Hoy en día, esta cifra es de alrededor de un 48 por ciento.

Pero apenas un 26 por ciento de los estadounidenses más ricos dijeron lo mismo en ese entonces, y hoy en día esta cifra se sostiene en apenas un 28 por ciento.

Y aunque el riesgo de asma de los niños ha aumentado independientemente de los ingresos, ha aumentado de forma más dramática entre los pobres. Actualmente, solo un 7 por ciento de los niños más ricos del país sufren del trastorno de la respiración, en comparación con casi un 15 por ciento de los niños más pobres del país.

Entre los adultos, una longeva diferencia económica respecto al riesgo de EPOC y la salud del volumen pulmonar también ha empeorado, observó el equipo.

"Hay una creciente división de clase en el uso de tabaco en EE. UU. que explica parte, pero no todas, las diferencias que observamos", dijo Gaffney. "Otros factores, como una exposición desigual al aire contaminado o unas condiciones laborales poco higiénicas, o un acceso desigual a la atención de la salud, también podrían contribuir".

"En general, nuestros hallazgos sugieren que incluso aunque la contaminación atmosférica ha mejorado en las últimas décadas, y el acceso a la atención de la salud se ha ampliado, no todos los estadounidenses disfrutan de forma equitativa a los medios para una buena salud pulmonar", añadió Gaffney.

Aunque el estudio se realizó antes de que apareciera la COVID-19, Gaffney apuntó que la pandemia ha resaltado la división en la salud de millones de estadounidenses marginados. Las perdurables desigualdades en la salud pulmonar dejaron a muchas personas vulnerables a la neumonía de la COVID, anotó.

Al Dr. Sarath Raju, coautor de un editorial publicado junto con el estudio, los hallazgos no lo sorprendieron. Pero "sigue siendo profundo ver la magnitud de estas disparidades y cómo solo han seguido creciendo a lo largo de los años", lamentó.

"Es probable que estas disparidades en la salud pulmonar tengan un impacto profundo para las personas de todas las edades por todo Estados Unidos, si no se toman medidas para remediarlas", anotó Raju, profesor asistente de medicina pulmonar y de la atención crítica de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.

Raju planteó que hacer que los recursos de cesación y prevención del tabaquismo sean más asequibles sería una medida útil. Pero advirtió que se necesita mucha más investigación para comprender mejor las fuerzas raciales, ambientales e institucionales implicadas.

Más información

Aprenda más sobre la salud de los pulmones en la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association).

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Adam Gaffney, MD, MPH, assistant professor, medicine, Harvard Medical School, and pulmonary and critical care specialist, Cambridge Health Alliance, Boston; Sarath Raju, MD, MPH, assistant professor, medicine, division of pulmonary and critical care medicine, Johns Hopkins University, Baltimore; JAMA Internal Medicine, May 28, 2021

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