La salud cardiaca podría depender del lugar donde vives

 El condado en el que reside podría tener mucho que ver con sus probabilidades de fallecer de enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular (ACV), según un nuevo estudio estadounidense.

Aunque las muertes por enfermedad cardiovascular se han reducido en general en los últimos 35 años en Estados Unidos, todavía hay algunas zonas del país donde las tasas de mortalidad son inusualmente altas, según los investigadores. La pobreza y la falta de acceso a una atención médica de calidad podrían condenar a muchos  a una muerte prematura.

La salud cardiaca podría depender del lugar  donde vives
La muerte por ataque cardiaco se redujo casi un 50% en los últimos 30 años

"En algunos condados, el riesgo de fallecer de enfermedad cardiovascular es extremadamente bajo, y en otros condados el riesgo sigue siendo muy alto", dijo el investigador principal, el Dr. Gregory Roth, profesor asistente de cardiología en la Universidad de Washington.

Por ejemplo, en el condado de Pitkin, en Colorado, aproximadamente 35 de cada 100,000 personas fallecieron de enfermedad cardiaca en 2014, la tasa de mortalidad más baja de Estados Unidos. En ese mismo año, la tasa más alta estuvo en Franklin Parish, Luisiana, donde 440 de cada 100,00 personas fallecieron de enfermedad cardiaca, según el estudio.

¿Por qué la diferencia?

Hay dos factores principales que parecen motivar estas diferencias, dijo Roth. Uno es la exposición a los riesgos que provocan la enfermedad cardiaca y el ACV, como la hipertensión, el colesterol alto, una mala dieta, fumar y la obesidad. El otro es la falta de acceso a una buena atención primaria y hospitalaria, explicó.

Roth cree que estos hallazgos se mantendrían para las otras enfermedades crónicas, incluyendo la diabetes. De hecho, un estudio publicado la semana pasada encontró grandes variaciones en la longevidad a lo largo y ancho de Estados Unidos.

Esta última investigación no observó qué factores provocan estas diferencias, indicó Roth. El próximo paso será intentar comprender por qué existen estas diferencias.

"Lo que resulta realmente frustrante sobre unas diferencias de este tipo con respecto a la enfermedad cardiaca es que sabemos que podemos prevenirlas, y sabemos el tipo de exposiciones y de riesgos que configuran entre el 70 y el 90 por ciento de todos los casos de enfermedad cardiaca del país", afirmó Roth. "Se trata de una enfermedad muy prevenible".

Para estimar la tasa de mortalidad a partir de las enfermedades cardiovasculares, Roth y sus colaboradores examinaron los certificados de defunción de más de 3,100 condados estadounidenses.

Los condados con más muertes

La tasa general de mortalidad por las enfermedades cardiovasculares se redujo un 50 por ciento entre 1980 y 2014, de 507 muertes por cada 100,000 personas a 253 muertes por cada 100,000 personas, según el informe.

Pero a lo largo de todo el país, era evidente que había diferencias sustanciales entre un condado y otro. También se vieron diferencias significativas con respecto a la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular, las enfermedades de las arterias y las venas, y otras afecciones relacionadas con el corazón, añadió.

Los condados con las tasas más altas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares estaban en una franja que se extiende desde el sureste de Oklahoma, a lo largo del valle del río Mississippi, hasta el este de Kentucky, indicó el equipo de Roth.

Fuera del sur, había varias zonas en las que las tasas de enfermedades cardiacas eran altas, incluyendo unas tasas altas de fibrilación auricular (un latido cardiaco irregular) en el noroeste, de aneurisma de aorta (un bulto en la arteria principal del cuerpo) en el oeste medio, y de endocarditis (inflamación del corazón) en la zona del oeste montañoso y en Alaska.

Las tasas de mortalidad por enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular más bajas se dan en los condados de alrededor de San Francisco y en la parte central de Colorado, el norte de Nebraska, la parte central de Minnesota, el noreste de Virginia y el sur de Florida, encontraron los investigadores.

Incluso en los estados en los que las personas creen que están relativamente sanas, uno puede encontrar lugares en los que las personas no están sanas, advirtió Roth. "Se pueden encontrar variaciones de una salida de la autopista a la siguiente salida", dijo.

Roth espera que estos datos puedan usarse para dirigirse a las áreas en las que las tasas de mortalidad son altas, y mejorar la atención médica y las intervenciones en el estilo de vida a fin de reducir las muertes por enfermedad cardiaca y ACV.

El informe aparece en la edición del 16 de mayo de la revista Journal of the American Medical Association.

El Dr. David Katz es el presidente del Colegio Americano de Medicina del Estilo de Vida (American College of Lifestyle Medicine). Dijo que "se trata de un estudio importante que nos informa de que aunque la tendencia al alza en la mejora de la medicina cardiovascular en EE. UU. podría producir mejoras en todas partes, ciertamente las mejoras no son las mismas, ni van al mismo ritmo".

Este estudio es un recordatorio de la importancia del papel que juegan los aspectos sociales en la salud, dijo. Estos incluyen el medioambiente, los factores educativos y el estatus socioeconómico.

Katz se mostró de acuerdo en que las disparidades entre los condados probablemente se deban a la prevalencia de los factores de riesgo y a las diferencias en el acceso a una atención médica de calidad.

"Las tasas de mortalidad por ataque cardiaco y ACV en descenso en EE. UU. como un todo pueden enmascarar muchos detalles sobre quién se está beneficiando de dichas tendencias y quién no. Y dichos detalles se han revelado aquí", dijo.

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