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La COVID podría provocar una afección cardiaca en los jóvenes deportistas

LUNES, 29 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Se ha encontrado una afección cardiaca, la miocarditis, en varios deportistas universitarios de EE. UU. que tuvieron COVID-19, según un nuevo estudio.

La miocarditis también se ha vinculado con la vacuna contra la COVID en algunos jóvenes. Pero las probabilidades de que esta inflamación del músculo cardiaco ocurra en las personas que contraen la infección con la COVID en sí son mucho más altas, señalaron los expertos.

La COVID podría provocar una afección cardiaca en los jóvenes deportistas

"Todavía estamos aprendiendo más sobre cómo el virus ataca al corazón", comentó el investigador, el Dr. Jean Jeudy, profesor de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. "La miocarditis es parte de la reacción del cuerpo a la lucha contra la infección, pero también es una respuesta al virus que intenta atacar al corazón".

En general, la miocarditis es provocada por una infección viral o bacteriana. Puede afectar al ritmo y a la capacidad de bombeo del corazón. También puede conducir a cicatrices en el músculo cardiaco, anotó el equipo de Jeudy.

El riesgo de miocarditis de las personas con COVID-19 es 16 veces más alto que entre las que no tienen la infección, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Jeudy y sus colaboradores dijeron que la miocarditis se ha vinculado con hasta un 20 por ciento de las muertes súbitas entre los deportistas jóvenes.

Se ha planteado la preocupación de que la miocarditis pueda ocurrir tras la vacunación contra la COVID-19, en particular entre los varones jóvenes, como los del estudio. Pero, según los CDC, hay alrededor de 50 casos de miocarditis por cada 1 millón de hombres jóvenes que se vacunan, muy por debajo del riesgo de miocarditis por la COVID-19 en sí. Basándose en sus datos, los CDC afirman que el beneficio de la vacuna supera con creces el riesgo de desarrollar miocarditis.

"Sabemos que la COVID puede afectar al corazón, y sabemos que no hay motivos para arriesgarse al potencial del tipo de efectos a largo plazo de la COVID", comentó Jeudy.

"Es probable que vacunarse deba ser lo primero en lo que se deba pensar", enfatizó.

En este estudio, el equipo de Jeudy aprovechó la capacidad de la Conferencia de los 10 Grandes (Big Ten Athletic Conference) de reunir datos sobre la frecuencia de la miocarditis en los deportistas estudiantes universitarios que se recuperan de la COVID-19.

La conferencia requiere que todos los deportistas que han tenido COVID se sometan a una serie de pruebas del corazón antes de volver a jugar. Entre las pruebas se incluyen IRM cardiacas, ecocardiogramas, ECG y análisis de sangre.

Jeudy revisó los resultados de casi 1,600 IRM cardiacas de 13 universidades participantes. De estos deportistas, 37 (un 2.3 por ciento) tuvieron una miocarditis relacionada con la COVID-19. Pero lo sorprendente es que pocos tuvieron síntomas.

Veinte de estos pacientes con miocarditis por la COVID-19 (un 54 por ciento) no tuvieron síntomas cardiacos ni anomalías del corazón que se observaran en otras pruebas. Solo las IRM encontraron el problema.

En algunos de los deportistas estudiados, la miocarditis era limitada y desapareció en cuestión de un mes, pero otros siguieron mostrando anomalías en las IRM, apuntó Jeudy.

Las IRM son costosas, y la mayoría de los pacientes hospitalizados con la COVID-19 no las reciben, así que es probable que muchos casos de miocarditis no sean diagnosticados, observó.

Las consecuencias a largo plazo de la miocarditis entre los infectados con la COVID-19 solo se aclararán con el tiempo, dijo Jeudy. Anotó que la inflamación persistente o las cicatrices en el corazón pueden aumentar el riesgo de un latido cardiaco irregular, lo que se conoce como arritmia.

¿Cuándo pueden los deportistas volver a jugar?

"Como mínimo, el deportista estará fuera seis meses, con evaluación, para asegurar que vuelva a jugar de forma gradual", planteó Jeudy. "Tiene mucho que ver con los síntomas. Si hay señales de una reducción en la función o de una arritmia subyacente, esto sería un problema en ese deportista en particular".

Los hallazgos fueron presentados el lunes en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (Radiological Society of North America). Los hallazgos presentados en reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

El Dr. Marc Siegel, profesor de medicina del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York, comentó que la COVID-19 puede afectar a muchas partes del cuerpo.

"Es un virus que activa muchas alarmas por todo el cuerpo, alarmas inflamatorias que comienzan a sonar", dijo Siegel, que no participó en el estudio.

"Estas alarmas inflamatorias ocurren en órganos donde el virus ni se encuentra", apuntó. "Se trata del cuerpo, que lucha sistemáticamente contra el virus. Lo vemos en el cerebro. Lo vemos en el corazón. Lo vemos en los pulmones. Es un riesgo de inflamación en múltiples sistemas orgánicos".

Siegel afirmó que la mejor forma de prevenir la COVID-19 y sus complicaciones es vacunarse.

"Este estudio es otra motivación para vacunarse antes de contraer la COVID", añadió.

Más información

Aprenda más sobre la COVID-19 en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Jean Jeudy, MD, professor, radiology, University of Maryland School of Medicine, Baltimore; Marc Siegel, MD, clinical professor, medicine, NYU Langone Medical Center, New York City; presentation, Radiological Society of North America, Nov. 29, 2021

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