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La COVID no deja un daño cardiaco duradero en la mayoría de los deportistas profesionales, según un estudio


JUEVES, 4 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- Una noticia tranquilizadora para los deportistas profesionales: un nuevo estudio encuentra que muy pocos desarrollan una enfermedad cardiaca inflamatoria tras infectarse con la COVID-19, y la mayoría pueden volver a jugar de forma segura.

La COVID no deja un daño cardiaco duradero en la mayoría de los deportistas profesionales, según un estudio

De hecho, de casi 800 deportistas profesionales que tuvieron un resultado positivo, a menos de un 1 por ciento les prohibieron volver a jugar debido a un daño cardiaco por la COVID-19, señalaron los investigadores.

"Estos hallazgos refuerzan la recomendación anterior de que los casos asintomáticos y leves de COVID-19 no requieren pruebas adicionales en la mayoría de los casos", comentó el investigador principal, el Dr. Matthew Martínez, director de Atlantic Health System Sports Cardiology del Centro Médico de Morristown, en Nueva Jersey.

"Entonces, la mayoría de las personas tendrán una COVID-19 asintomática o leve, y no necesariamente se benefician de pruebas adicionales para evaluar una implicación cardiovascular", dijo.

Estas son las recomendaciones que están siguiendo la mayoría de los equipos de deportes profesionales, aseguró Martínez. "Muchas universidades de la NCAA están haciendo lo mismo", añadió.

Entre los jugadores del estudio, un 58 por ciento tuvieron una COVID-19 sintomática, y un 42 por ciento por ciento fueron asintomáticos o tuvieron síntomas mínimos.

Se encontró inflamación cardiaca en 30 deportistas mediante ECG, ecocardiogramas, IRM cardiacas o pruebas de troponina en la sangre, que pueden revelar el daño cardiaco. Al final, se descubrió una enfermedad cardiaca inflamatoria que requirió una restricción del juego en cinco pacientes.

Para la mayoría de estos deportistas, de una a dos semanas de reposo y un regreso lento al ejercicio fue lo único necesario para que volvieran a jugar, dijo Martínez, que también es asesor de cardiología de la Asociación Nacional de Jugadores de Básquetbol (National Basketball Players Association), los Mets de Nueva York, las Ligas Mayores de Fútbol (Major League Soccer), la Asociación de Profesionales del Golf (Professional Golfers Association), y la Liga Nacional de Fútbol Americano (National Football League).

Quizá ayudara que estos deportistas tuvieran una excelente condición física antes de contraer el virus, anotó. Entre los deportistas que sufren una COVID-19 grave, se recomiendan al menos tres meses de recuperación, apuntó Martínez.

"Para los deportistas que no son profesionales, si tienen la enfermedad pero por lo demás están sanos, la necesidad de pruebas adicionales no es importante", dijo. "Una vez sea asintomático, vuelva al ejercicio poco a poco, como haría con cualquier otro virus".

Martínez comentó que los investigadores continuarán dando seguimiento a estos deportistas, aunque el daño que el virus provoca en el corazón en general se repara solo.

"Es de verdad importante que reconozcamos que en realidad no conocemos los efectos más largos de la COVID-19, así que planificamos dar seguimiento a todos los deportistas", señaló Martínez. "Todos están en la base de datos, así que podemos seguirlos cada semana".

El Dr. Gregg Fonarow, jefe interino de la división de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), y director del Centro de Cardiomiopatía Ahmanson-UCLA, revisó el estudio, y dijo que los informes tempranos sugerían que la COVID-19 podría conllevar lesiones e inflamación cardiacas.

"Pero el grado hasta el cual podrían ocurrir la lesión, la inflamación o la miocarditis en los individuos tras las infecciones asintomáticas o con síntomas leves con la COVID-19 no se ha estudiado bien", anotó Fonarow.

Los hallazgos más recientes sugieren "que entre esta población de deportistas profesionales, solo una pequeña proporción de los individuos tenían hallazgos que sugerían una enfermedad cardiaca inflamatoria tras la COVID-19", dijo.

Este estudio respalda a las directrices actuales de Regreso al Juego de la Sección de Deportes y Ejercicio del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) para los deportistas que han tenido la COVID-19, añadió Fonarow.

"Unos estudios adicionales en deportistas pediátricos, universitarios y de nivel de máster serían informativos", afirmó.

El informe se publicó en la edición en línea del 4 de marzo de la revista JAMA Cardiology.

Más información

Aprenda más sobre los efectos a largo plazo de la COVID-19 en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Matthew Martinez, MD, director, Atlantic Health System Sports Cardiology, Morristown Medical Center, N.J., and cardiology consultant, National Basketball Players Association, New York Jets, Major League Soccer, Professional Golfers Association, National Football league; Gregg Fonarow, MD, interim chief, division of cardiology, University of California, Los Angeles, and director, Ahmanson-UCLA Cardiomyopathy Center; JAMA Cardiology, March 4, 2021

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