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La COVID-19 puede provocar cicatrices en los riñones, según un estudio

MIÉRCOLES, 29 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- Los pacientes con COVID-19 tienen un riesgo de un daño renal a largo plazo, según los resultados de una nueva investigación.

El daño parece provenir de la capacidad del virus de infectar directamente a los riñones. Y, en algunos casos, las cicatrices y el daño podrían durar mucho más allá de la infección con la COVID en sí, señalaron unos investigadores alemanes, holandeses y estadounidenses.

La COVID-19 puede provocar cicatrices en los riñones, según un estudio

El estudio fue una observación profunda de cómo el tejido renal se veía afectado tras la exposición al SARS-CoV-2 en el laboratorio.

"Otros ya han demostrado que el [coronavirus] puede infectar a las células renales en los pacientes, y esto es algo que también observamos", anotó el autor del estudio, el Dr. Rafael Kramann, director del Instituto de Medicina Experimental y Biología de los Sistemas del Hospital Universitario RWTH en Aquisgrán, Alemania. "Pero lo que me sorprendió es que la COVID-19 también se asociara con la fibrosis (la formación de cicatrices) en los riñones de los pacientes".

Y esa cicatrización no es un asunto sin importancia, aseguró Kramann, porque en última instancia puede "destruir la arquitectura del órgano y conducir a la insuficiencia orgánica".

Estas observaciones siguen a los hallazgos de una investigación anterior publicada en septiembre.

Este esfuerzo monitorizó a 89,000 veteranos que desarrollaron COVID, y encontró un aumento notable en el riesgo de daño renal persistente tanto entre los pacientes gravemente enfermos hospitalizados como entre aquellos cuya COVID había sido relativamente leve.

Kramann y sus colaboradores dijeron que la pregunta principal al principio de la investigación no era si la COVID puede provocar daño en los riñones. Eso ya estaba claro, aseguraron.

Más bien, querían saber si el daño era un producto indirecto de la inflamación provocada por la respuesta inmunitaria de un paciente a la COVID, o si el coronavirus infectaba a los riñones de forma directa.

Para averiguarlo, el equipo aprovechó la tecnología de células madre para crear lo que equivalía, básicamente, a unos "minirriñones", solo para fines de evaluación.

Entonces, el tejido renal cultivado en el laboratorio se expuso al SARS-CoV-2.

El resultado fue que el virus provocó un daño directo en las células renales, aparte de cualquier respuesta inmunitaria inflamatoria. Y este daño resultó en una cicatrización a largo plazo.

El estudio se enfocó solo en el tipo de riesgo de cicatrización asociado con la COVID muy grave, enfatizó Kramann. Sigue sin estar claro si la infección directa del tejido renal provocaría un daño grave similar en los pacientes con una infección más leve con la COVID, comentó.

Kramann dijo que todavía es demasiado pronto para saber si los nuevos antivirales podrían ayudar a minimizar el riesgo de daño renal entre los pacientes con una COVID grave. "Sí, podría ser así, pero no hemos estudiado esto en particular", dijo.

El Dr. Ziyad Al-Aly, director del centro de epidemiología clínica del Sistema de Salud de la VA en St. Louis, revisó los hallazgos.

"Hace algo de tiempo que sabemos que la COVID prolongada también se puede manifestar como una enfermedad renal de nuevo inicio, pero desconocíamos el mecanismo", apuntó. "Este estudio provee algunas respuestas".

La investigación, afirmó Al-Aly, muestra con claridad que el virus puede infectar a las células renales y que puede resultar en cicatrización.

"Este es el tipo de daño en los riñones que resulta en un deterioro de la función renal, enfermedad renal, y que en general es irreversible", advirtió.

En cuanto a cuáles pacientes con COVID podrían ser los más vulnerables, Al-Aly anotó que el estudio no abordó esta pregunta.

"Pero, en general, sabemos que aunque la COVID prolongada puede ocurrir incluso en personas con una enfermedad aguda asintomática o leve, el riesgo es más alto en las que tuvieron una enfermedad aguda grave, personas que de verdad se enfermaron cuando se infectaron inicialmente", observó.

Él y Kramann se muestran de acuerdo en que quizá se demuestre que los antivirales recién desarrollados pueden reducir el riesgo de COVID prolongada.

"Pero esto todavía no se ha probado", añadió Al-Aly. "El mejor consejo que puedo dar ahora es que eviten la COVID".

Los hallazgos se publicaron en la edición del 24 de diciembre de la revista Cell Stem Cell.

Más información

Aprenda más sobre la COVID-19 y el daño en los riñones en la U.S. National Kidney Foundation.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Rafael Kramann, MD, PhD, professor, medicine, and director, Institute of Experimental Medicine and Systems Biology, University Hospital RWTH, Aachen, Germany; Ziyad Al-Aly, MD, chief, research and development service, and director, clinical epidemiology center, VA St. Louis Health Care System, and assistant professor, medicine, Washington University School of Medicine in St. Louis; Cell Stem Cell, Dec. 24, 2021

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