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¿La Casa Blanca no admite gordos?

Al parecer ya quedaron atrás esas épocas donde Chris Christie, actual gobernador de Nueva Jersey, comía donas con evidente glotonería en los programas de televisión. El mensaje de este hombre de la política parecía ser “soy gordo, ¿y qué?”. 

Hoy las cosas han cambiado y el candidato a la presidencia para 2016 ha resuelto bajar de peso. Para ello, en el mes de febrero se sometió en secreto a una cirugía de by-pass gástrico. Y aunque Christie no lo reconozca, su sobrepeso parece haber afectado sus aspiraciones presidenciales en la última campaña, y decidió cortar por lo sano.

¿La Casa Blanca no admite gordos?
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Puntos clave

Los argumentos que él esgrime son otros, ya que según reveló, el hecho de haber cumplido 50 años (en septiembre de 2012) lo hizo reflexionar. En esta etapa de la mitad de la vida, se propuso ser más saludable para que sus cuatro hijos y su esposa puedan tener al jefe de la familia sin los riesgos que implica la obesidad.

En cierto modo, estas declaraciones pretendían dejar bien en claro que la operación fue por una cuestión personal y familiar, más que una maniobra para facilitar su participación en la carrera presidencial para 2016.  De todos modos, se mostró bastante molesto cuando en el mes de febrero, la doctora Connie Mariano, ex médica de la Casa Blanca, comentó que temía por la salud de Christie, y se preguntaba qué podría pasar si se moría en su despacho. El actual gobernador le pidió de mal modo a la médica “que se calle”… pero a los pocos días, exactamente el 16 de febrero, pasó por el quirófano.

La cirugía realizada a Christie utilizó un sistema cuyo nombre comercial es “Lap-Band”, que crea una bolsa gástrica más reducida, limitando la cantidad de alimento que puede ingresar en el estómago. El dispositivo es un anillo inflable que controla el flujo de alimento al resto del sistema digestivo, y el paciente come menos y siente saciedad durante más horas. Según el doctor Jaime Ponce, presidente de la American Society for Metabolic & Bariatric Surgery, las personas con este tipo de intervención pierden entre 1 y 2 libras (alrededor de 500 g y 1 kg) a la semana. 

Los primeros resultados no se hicieron esperar, ya que el mismo Christie comentó que en un restaurante pidió una porción de carne, y que comió sólo un tercio porque se sentía satisfecho. El gobernador republicano, postulado para un segundo mandato en los comicios de noviembre, aún no reveló cuánto ha bajado de peso. Tampoco sus intenciones de llegar a la Casa Blanca, pero aunque no lo admita, se está preparando para ello.

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