Hablar con su hijo pequeño podría ofrecer beneficios reales a su cerebro

MARTES, 16 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Cuando los padres hablan con sus hijos pequeños, no solo les enseñan palabras, sino que podrían también estar dando forma a sus cerebros en desarrollo, sugiere un nuevo estudio.

Los investigadores encontraron que los niños pequeños cuyos padres pasaban mucho tiempo hablando con ellos día a día mostraban una característica cerebral particular: una mayor concentración de mielina en las partes del cerebro relacionadas con el lenguaje.

Hablar con su hijo pequeño podría ofrecer beneficios reales a su cerebro

La mielina es una capa protectora de proteína y grasa que rodea a las fibras nerviosas del cerebro, y que ayuda a acelerar la transmisión de las señales eléctricas a través de ellas.

Los nuevos hallazgos sugieren que cuando los niños pequeños se exponen a más conversación, sus cerebros acumulan mielina con una mayor rapidez que los de los niños que escuchan menos palabras.

"La mielinización del cerebro es de verdad importante, ya que hace que la comunicación entre las células cerebrales sea más eficiente. Esto, a su vez, puede ayudar a acelerar el pensamiento", comentó el investigador sénior, John Spencer, profesor de psicología de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra.

No está claro si los niños pequeños con relativamente más mielina en las áreas de lenguaje del cerebro al final desarrollan unas habilidades lingüísticas más fuertes. Pero Spencer señaló que su equipo está dando seguimiento a los niños con el tiempo, de forma que quizá puedan dar respuesta a esa pregunta.

Por ahora, dijo, el mensaje para los padres es simple: "Hable con sus hijos, una y otra vez".

Esto también aplica a los bebés, según Spencer. Aunque quizá todavía no conozcan el lenguaje, dijo, "están escuchando, y su aporte literalmente ayuda a darle forma a sus cerebros".

En el estudio, que se publicó en la edición del 15 de mayo de la revista Journal of Neuroscience, participaron 163 bebés y niños pequeños que tenían más o menos 6 y 30 meses de edad, respectivamente. Todos usaron una pequeña grabadora durante hasta 16 días, a lo largo de tres días, para capturar la cantidad de conversación adulta que escuchaban.

Esto podría haber incluido a los padres y otros cuidadores que les hablaran, les leyeran o simplemente hablaran cerca de ellos con otra persona.

Entonces, los investigadores utilizaron IRM para cuantificar la cantidad de mielina en unas áreas específicas relacionadas con el lenguaje en el cerebro de los niños.

El estudio encontró que, entre los niños pequeños, había una correlación directa entre la cantidad de conversación adulta que escuchaban y la concentración de mielina en el cerebro. Pero no fue así entre los bebés de 6 meses: los bebés rodeados de más cháchara mostraban menos mielinización, en comparación con otros bebés.

El motivo no está claro. Pero Spencer especuló sobre una posible explicación: el cerebro de un bebé de 6 meses, apuntó, está ocupado sobre todo en el desarrollo de más células, mientras que la mielinización es una "aceleración" del cerebro de los niños pequeños.

Spencer apuntó que es posible que las palabras de los padres ayuden a respaldar cualquier cosa que sea lo más necesario para el cerebro en un momento dado: el crecimiento celular en la infancia, y la mielinización en la niñez temprana.

Anand Patel es un psicólogo infantil del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York. Apuntó que tiene sentido que las "interacciones con el mundo" de un niño pequeño creen un cambio fisiológico en el cerebro.

Con frecuencia, dijo Patel, el tiempo que los padres pasan hablando con sus bebés y niños pequeños se considera como una forma de crear un vínculo emocional, algo que es cierto, anotó.

Pero, como este estudio demuestra, también podría ser un contribuyente crítico para el desarrollo de su cerebro, planteó Patel, que no participó en la investigación.

Hablar con su hijo pequeño no tiene que implicar una lección formal para "aprender palabras". De hecho, aseguró Patel, enseñar el lenguaje "de forma indirecta" (simplemente hablando) es un mejor método.

Esto puede incluir hablar con un niño pequeño con un estilo de "saque y devolución", cantar una canción o leer un libro en voz alta. Los padres también pueden hablar en estilo "presentador", sugirió Patel. Por ejemplo, mientras preparan la cena, pueden narrar lo que hacen al niño que está sentado en su silla alta.

Patel dijo que esto es un punto útil para los padres ocupados. Pueden incluir tiempo de conversación mientras hacen sus tareas diarias.

Como vivimos en un área de dispositivos, los hallazgos plantean una pregunta: ¿Escuchar cualquier conversación, de uno de los padres en la habitación o una voz en una tableta inteligente, puede mejorar el desarrollo cerebral de un niño pequeño?

El estudio no abordó este tema. Pero Patel dijo que cree que aunque un tiempo limitado con un dispositivo es adecuado, "nada puede reemplazar la interacción humana".

"Dado que estamos en esta era electrónica", añadió Patel, "pienso que un estudio como este enfatiza la importancia de las interacciones entre padres e hijos, no solo para su bienestar emocional y mental, sino también para el desarrollo de su cerebro".

Más información

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece recursos para el desarrollo infantil temprano.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: John P. Spencer, PhD, professor, School of Psychology, University of East Anglia, Norwich, U.K.; Anand V. Patel, PsyD, child psychologist, Pediatric Behavioral Health Integration Program, Montefiore Medical Center, New York City; Journal of Neuroscience, May 15, 2023, online

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