El síndrome inflamatorio pediátrico, a quiénes afecta más

Los niños negros parecen ser particularmente vulnerables al raro pero grave síndrome inflamatorio que ataca a los niños con COVID-19, sugiere un nuevo estudio de investigadores franceses.

El síndrome podría ser una respuesta inmune retrasada al virus que sucede varias semanas tras la infección, señalaron los investigadores.

El síndrome inflamatorio pediátrico, a quiénes afecta más

Muchos niños sufren dolor abdominal, vómitos y diarrea, una presión arterial inestable e inflamación del músculo cardiaco.

Los primeros casos surgieron en la ciudad de Nueva York el mes pasado. Un total de 195 niños han contraído el síndrome, según el departamento de salud de la ciudad.

El síndrome afecta a los vasos sanguíneos y a los órganos, y tiene síntomas similares a los de la enfermedad de Kawasaki y al shock tóxico.

Se ha diagnosticado un pequeño número de casos en otros estados de EE. UU., que incluyen a Nueva Jersey, California, Luisiana y Mississippi, reportó el New York Times. Al menos 50 casos se han reportado en países europeos.

El nuevo estudio, que se publicó el 3 de junio en la revista médica BMJ, describe a 21 niños y adolescentes (con una edad promedio de 8 años) que tuvieron señales de una enfermedad parecida a la Kawasaki y que fueron admitidos a un hospital de París entre el 27 de abril y el 11 de mayo. Más de la mitad de los niños eran de ascendencia africana.

Entre los niños, un 90 por ciento tenían evidencias de una infección reciente con la COVID-19.

De los niños, 17 necesitaron cuidados intensivos, pero todos los pacientes habían sido dados de alta sin complicaciones el 11 de mayo.

"Estos hallazgos clínicos deberían provocar un alto nivel de vigilancia en los médicos de atención primaria y de emergencias, y una preparación durante la enfermedad del coronavirus de 2019 en los países con una proporción alta de niños de ascendencia africana y unos niveles altos de transmisión en la comunidad", concluyeron los investigadores, dirigidos por la Dra. Julie Toubiana, del Hospital Necker-Enfants Malades, en París.

Toubiana y su grupo enfatizaron que se trata de un estudio observacional, de forma que no puede probar que ser negro haga que el riesgo de un niño de contraer la enfermedad aumente. Aun así, apuntaron que el síndrome parece ser más común en los niños de ascendencia africana, lo que sugiere que las condiciones sociales y de vivienda o la susceptibilidad genética tienen algún rol en la tendencia.

Los investigadores han añadido una importante capa al conocimiento creciente sobre este trastorno, escribió en un editorial publicado junto con el estudio la Dra. Mary Beth Son, del Hospital Pediátrico de Boston.

Parece muy probable que aparezcan más informes en todo el mundo, advirtió Son, pero señaló en un comunicado de prensa que el informe francés "es el primer paso en este proceso crítico" de comprender el síndrome.

Más información

Para más información sobre la COVID-19, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

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