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El número de estadounidenses dispuestos a vacunarse contra la COVID-19 sigue aumentando

LUNES, 28 de diciembre de 2020 (HealthDay News) -- Cuando se les planteó la pregunta en encuestas realizadas en un momento anterior del año, apenas alrededor de la mitad de los adultos estadounidenses dijeron que planificaban ponerse alguna vacuna contra el coronavirus. Pero tras el lanzamiento, en gran medida exitoso, este mes de dos vacunas seguras y efectivas, muchos de esos escépticos iniciales ahora afirman que esperarán a su turno para ponerse las dosis de la vacuna.

Según el The New York Times, unas encuestas realizadas por Gallup, la Kaiser Family Foundation y el Centro de Investigación Pew muestran que las tasas de aceptación de la vacuna aumentaron de alrededor de un 50 por ciento en verano a más de un 60 por ciento, y, en una encuesta, a un 73 por ciento.

El número de estadounidenses dispuestos a vacunarse contra la COVID-19 sigue aumentando

Esa última cifra se acerca al umbral que los científicos han considerado necesario para la inmunidad grupal, en que una proporción suficiente de una población sea inmune y la propagación del coronavirus comience a retroceder.

"¡Desde que llegue mi turno para vacunarme acudiré! Estoy muy emocionada y esperanzada", declaró al Times Joanne Barnes, una maestra jubilada de escuela primaria de Fairbanks, Alaska, que tiene 68 años.

A principios de verano, Barnes le había dicho lo contrario al periódico, que no se vacunaría. Barnes dijo que, para ella, los puntos de inflexión fueron "que la administración de Biden volviera a escuchar a la ciencia y las fantásticas estadísticas asociadas con la vacuna".

El lunes, ya había más de 19 millones de casos de COVID-19 en Estados Unidos y más de 333,000 estadounidenses habían fallecido, y más individuos que nunca se han visto afectados personalmente por el nuevo coronavirus. Esta dura realidad también podría estar haciendo que algunos se replanteen ponerse la vacuna.

"Más personas están siendo afectadas o infectadas por la COVID", dijo al Times Rupali Limaye, experta en conductas de la vacunación de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore. "Conocen al alguien que tuvo un caso grave o que falleció. Están cansados y desean volver a sus vidas normales".

Las campañas mediáticas, incluyendo los momentos grabados en cámara de políticos y científicos (como el Vicepresidente Mike Pence, el presidente electo Joe Bidden y el Dr. Anthony Fauci) mientras se subían las mangas para ponerse las vacunas también podrían haber ayudado a fomentar la aceptación.

Aun así, todavía quedan grandes concentraciones de escepticismo y resistencia a la vacunación. Según el Times, la desconfianza en la vacuna es más alta entre los negros que entre los blancos, entre los republicanos en comparación con los demócratas, y entre las personas que viven en áreas rurales frente a las que viven en ciudades.

Pero la resistencia está desapareciendo poco a poco en la mayoría de los grupos, dijo el Times.

Un afroamericano, Mike Brown, tiene una barbería en Hyattsville, Maryland. Este verano, dijo que no se pondría ninguna vacuna contra la COVID-19, pero ha cambiado de opinión.

"La noticia de que tenía una efectividad del 95 por ciento me convenció", declaró Brown al Times. "Los efectos secundarios se parecen a lo que uno sufre al día siguiente tras una noche de alcohol. Eso me ha pasado mucho, puedo afrontarlo para deshacerme de las máscaras faciales".

Llegan más vacunas

El suministro de vacunas contra la COVID-19 de EE. UU. mejoró la semana pasada: Pfizer Inc. y la administración de Trump estaban cerca de llegar a un acuerdo el martes, que llevaría más dosis de la vacuna contra el coronavirus de la compañía a los estadounidenses el año que viene.

Ese acuerdo ayudaría a Estados Unidos a gestionar una escasez de vacunas en ciernes que podría dejar a hasta 110 millones de estadounidenses sin cobertura en la primera mitad de 2021, reportó el Times.

Hasta ahora, solo dos compañías farmacéuticas (Pfizer y Moderna) han conseguido la aprobación de emergencia para sus vacunas contra la COVID-19. En las negociaciones con Pfizer, el gobierno está solicitando 100 millones de dosis adicionales entre abril y junio. La compañía ha indicado que podría producir al menos 70 millones de dosis si puede obtener más suministros y materia prima, según el Times.

El acuerdo pide al gobierno que invoque la Ley de Producción de Defensa (Defense Production Act) para otorgar a la compañía un mejor acceso a unos nueve productos especializados que necesita para producir la vacuna. Una persona que está familiarizada con la lista dijo que incluía a los lípidos que rodean al material de ARN en las vacunas de Moderna y de Pfizer, reportó el Times.

Moderna y otras compañías que han trabajado más de cerca con la Operación Velocidad de la Luz para desarrollar sus vacunas ya reciben un tratamiento preferencial de parte de los suplidores, apuntó el Times. Esto incluye a dos compañías (Sanofi y Novavax) que todavía no han iniciado grandes ensayos clínicos en Estados Unidos.

Pfizer ya tiene un contrato para entregar 100 millones de dosis de su vacuna antes de finales de marzo. Moderna tiene el mismo acuerdo, y también ha prometido vender al gobierno 100 millones de dosis adicionales de la vacuna en el segundo trimestre del año, según el Times.

Como tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna requieren dos dosis, esos suministros cubrirían a solo 150 millones de estadounidenses, de los más o menos 260 millones que son elegibles para vacunarse, señaló el periódico.

Si Pfizer provee 100 millones de dosis más, esto dejaría a apenas unos 60 millones de estadounidenses sin cobertura en la primera mitad del año, reportó el Times. Otros productores también podrían intervenir y cubrir el déficit si sus vacunas resultan exitosas.

Los expertos afirman que una nueva variante de la COVID quizá ya esté en EE. UU.

Pero mientras las vacunas de Pfizer y Moderna se distribuyen por todo el país, los expertos de EE. UU. advirtieron que la nueva variante del coronavirus, que podría ser más infecciosa, descubierta hace poco en Gran Bretaña quizá ya esté circulando en Estados Unidos.

"No lo sabemos con una certeza total, pero es razonable suponer que está sucediendo", comentó la semana pasada el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. "Hasta donde sepamos podría estar aquí".

Varios expertos en enfermedades infecciosas dijeron la semana pasada que la variante quizá ni se haya originado en Reino Unido, reportó el Washington Post Más bien, quizá se haya sido identificada originalmente en ese país porque el gobierno británico tiene un fuerte sistema de monitorización que ha rastreado a docenas de miles de secuencias genómicas en muestras de virus. Estados Unidos se ha quedado por detrás respecto a la secuenciación, y no tiene el mismo nivel de vigilancia del virus, según el periódico.

"Podría estar aquí. Quizá incluso comenzó aquí. La secuenciación en EE. UU. es muy esporádica", declaró al Post Jeremy Luban, virólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts.

Según Angela Rasmussen, viróloga del Centro de Ciencias y Seguridad de la Salud Global de Georgetown en Washington, D.C., "tiene sentido que se detectara originalmente en Reino Unido, porque es probable que tengan el mejor programa de vigilancia del mundo. No me sorprendería para nada averiguar que también está circulando en EE. UU.".

Aunque esta variante, conocida oficialmente como B.1.1.7, es preocupante y requerirá una vigilancia estrecha, es poco probable que socave a la campaña de vacunación masiva contra el coronavirus de Estados Unidos, enfatizó William Hanage, epidemiólogo de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston.

"La vacuna es algo bastante completo", explicó Hanage. "De momento no se sabe si las vacunas existentes son o no son menos efectivas contra la B.1.1.7. Creo que hay buenos motivos para pensar que no sufrirán un gran impacto".

El jueves, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. anunciaron una nueva norma: los pasajeros aéreos que lleguen a Estados Unidos desde Reino Unido deben proveer documentación que pruebe que han tenido un resultado negativo del nuevo coronavirus en un plazo de 72 horas antes de su salida.

Un azote global

El lunes, el conteo de casos de coronavirus de EE. UU. había superado los 19.1 millones, mientras que el número de muertes superó a las 333,000, según los cálculos del Times. El lunes, los cinco estados con más casos de infecciones con el coronavirus eran: California, con casi 2.2 millones de casos; Texas, con casi 1.7 millones de casos; Florida, con casi 1.3 millones de casos; Illinois, con más de 939,000 casos; y Nueva York, con más de 928,000 casos.

Frenar la propagación del coronavirus en el resto del mundo sigue resultando difícil.

En India, el número de casos de coronavirus superó los 10,2 millones el lunes, mostró un conteo de la Universidad de Johns Hopkins. El lunes, Brasil superó los 7.4 millones de casos y las 191,000 muertes, mostró el conteo de la Hopkins.

En todo el mundo, el número de infecciones reportadas había superado los 80.8 millones el lunes, con casi 1.8 millones de muertes registradas, según el conteo de la Hopkins.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre el nuevo coronavirus.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTES: Washington Post; The New York Times

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