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El gato de la familia podría ser buena medicina para los niños autistas

MARTES, 19 de enero de 2021 (HealthDay News) -- Los gatos tienen un largo historial de mejorar el estado de ánimo de las personas y alegrar sus días. Y es probable que esto sea cierto respecto a los niños con un trastorno del espectro autista (TEA), muestra una nueva investigación.

El pequeño estudio sugiere que adoptar a un gato de refugio podría ayudar a reducir la ansiedad de separación y a mejorar la empatía en los niños con un TEA.

El gato de la familia podría ser buena medicina para los niños autistas

"Los gatos, y los animales de compañía en general, ofrecen una aceptación incondicional, y alguien con quien hablar que escucha, y cuidar a un animal puede ayudar a enseñar responsabilidad", comentó la autora del estudio, Gretchen Carlisle, científica investigadora del Centro de Investigación sobre las Interacciones entre Humanos y Animales de la Universidad de Misuri, en Columbia.

Los TEA son trastornos del cerebro que afectan a las habilidades sociales, la comunicación y el control de los impulsos. En Estados Unidos, afectan a uno de cada 59 niños, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

El nuevo estudio incluyó a 11 familias que tenían hijos con autismo de 6 a 14 años. Se dio seguimiento a las familias durante 18 semanas después de que adoptaran a un gato de un refugio. Los investigadores utilizaron escalas estandarizadas de las habilidades sociales y la ansiedad para elegir a los niños con probabilidades de responder bien a un gato. También se evaluó el temperamento de los gatos.

En general, los padres reportaron un vínculo instantáneo entre el niño y el gato, y el vínculo siguió siendo fuerte con el tiempo, incluso con la responsabilidad añadida de cuidar a una mascota.

Los investigadores encontraron que la ansiedad de separación, el acoso y la hiperactividad de los niños se redujeron a lo largo del periodo del estudio, y que mostraban más empatía tras adoptar al gato. La mayoría de las familias se quedaron con el gato tras el final del estudio. Los nuevos hallazgos se publicaron en una edición reciente en línea de la revista Journal of Pediatric Nursing.

Carlisle dijo que no es que los gatos sean una mejor opción que los perros, sino que los compañeros felinos podrían ser particularmente adecuados para algunos niños con autismo y sus familias.

"Muchos niños con autismo tienen problemas sensoriales, y cuando un perro le ladra a alguien en la cara, puede ser muy abrumador, mientras que un gato se sienta a tu lado y es menos abrumador desde un punto de vista sensorial", explicó.

También es mucho más fácil cuidar a un gato, sobre todo para los padres de niños con autismo, que quizá ya estén abrumados y estresados, dijo Carlisle.

Pero añadió que encontrar al gato adecuado es clave.

"Seleccionamos en específico a gatos de 10 meses a 4 años de edad, porque trabajos anteriores muestran que los gatos más jóvenes son más sociables con los niños con autismo, y el temperamento adulto tiende a haberse formado a los 10 meses en los gatos, de forma que se trata de unos gatos más jóvenes con un temperamento adulto", dijo Carlisle. Un estudio de seguimiento observa el bienestar de los gatos adoptados por estas familias.

Varios expertos en autismo se mostraron de acuerdo en que adoptar a una mascota puede ofrecer beneficios a los niños con autismo y sus familias, siempre y cuando sepan en qué se están metiendo.

"Aunque son pequeños y preliminares, estos hallazgos son promisorios y reflejan lo que veo en la práctica", aseguró la Dra. Melissa Nishawala, directora del Programa de Investigación y Clínico de los Trastornos del Espectro Autista en el Hospital Pediátrico Hassenfeld de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York. "Este es un estudio de mascotas o animales de compañía, en lugar de animales de servicio o de terapia, de forma que es algo que cualquier familia puede hacer, y provee a las familias interesadas una guía sobre cómo hacerlo bien".

James McPartland, director de la Clínica de Discapacidades del Desarrollo de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, concurrió en que los animales pueden ser tranquilizadores, y que pueden ayudar a enseñar responsabilidad a los niños autistas.

"Obtener una mascota es una responsabilidad importante, y quizá para algunas personas resulte más responsabilidad de lo que querían", añadió. "Es importante pensar bien en qué es realista para su familia antes de adoptar una mascota".

Tom Frazier, exdirector científico del grupo de defensoría Autism Speaks, se mostró de acuerdo.

"Las familias deben considerar cuánto tiempo y energía tienen para dedicarle al cuidado de una mascota, la capacidad y el deseo de su hijo de ser parte del esfuerzo, y cuáles son sus metas antes de tomar cualquier decisión sobre tener una mascota", enfatizó Frazier.

Más información

La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals) ofrece una lista de los gatos que se pueden adoptar en su área.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Gretchen Carlisle, PhD, MEd, RN, research scientist, Research Center for Human-Animal Interaction, University of Missouri College of Veterinary Medicine, Columbia, Mo; Melissa Nishawala, MD, medical director, Autism Spectrum Disorder Clinical Research Program, Hassenfeld Children's Hospital at NYU Langone Health, New York City, and clinical assistant professor, child and adolescent psychiatry, NYU Grossman School of Medicine, New York City; James McPartland, PhD, professor, child psychiatry and psychology, and director, Yale Developmental Disabilities Clinic, New Haven, Conn.; Tom Frazier, PhD, professor, psychology, John Carroll University, Cleveland, and former chief science officer, Autism Speaks; Journal of Pediatric Nursing, Dec. 5, 2020, online

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