Sobrevivir al Ébola, otro estigma

Kadiatou Fanta estuvo enferma de Ébola y ahora se encuentra a salvo, pero completamente sola. Atrás quedaron los días en que vomitaba sangre y sudaba por la fiebre. Y ahora quiere retomar su vida de antes, pero no la dejan. Incluso al presentar un certificado de salud que la declara libre de la enfermedad, es rechazada.

La sobreviviente del virus cuenta su historia que podría ser la de muchos. “El Ébola ha arruinado mi vida a pesar de que estoy curada", declaró. "Nadie quiere pasar ni un minuto en mi compañía por temor a ser contaminado". No le han dejado ingresar al aula ni tomar sus clases, y se lamenta porque incluso con su experiencia podría ayudar a curar a otros enfermos, ya que sigue la carrera de medicina.

Sobrevivir al Ébola, otro estigma
Getty Images | Foto: GETTY IMAGES

Aunque los médicos repiten una y otra vez que el virus del Ébola se transmite sólo a través del contacto directo con fluidos corporales de los enfermos, como la sangre, la saliva, la orina, el sudor o el semen, el temor y la desconfianza están alejando a las personas de la zona afectada, y cambiando rotundamente las costumbres y algunas creencias. 

Por ejemplo, los líderes espirituales piden a las personas que no se den la mano, que no se besen y que no velen a sus muertos con los cajones abiertos ni tengan ningún contacto con fallecidos a causa del Ébola.

El actual brote, el más feroz de la historia, ya ha cobrado la vida de más de 1,000 personas, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la tasa de mortalidad es del 90%.

Si bien no existe un tratamiento específico para el Ébola, los pacientes pueden recibir atención de apoyo, tales como fluidos intravenosos para mantenerlos hidratados. Si ellos pueden vivir el tiempo suficiente como para desarrollar anticuerpos contra el virus, pueden sobrevivir, aunque todavía podrían contraer otras cepas de Ébola en el futuro, dicen los expertos médicos.

Pruebas de vida

Los trabajadores de salud que ayudan en la zona de África occidental castigada por el Ébola, esperan que al ver la prueba de que las personas pueden sobrevivir al virus anime a las comunidades temerosas de recibir atención médica, a aceptarla, en lugar de ocultar a los enfermos en su casa, donde pueden morir sin ayuda e incluso infectar a sus familiares.

En Sierra Leona, Sulaiman Kemokai, de 20 años, otro sobreviviente, pasó 25 días internado, y contó a los medios lo desesperante que fue padecer de Ébola.

"Cuando me enfermé, me daba miedo ir al hospital, me escondía de mi familia, de los trabajadores de salud. Después de cuatro días, no podía esconderme más, estaba muy enfermo: finalmente una ambulancia me recogió y me llevó al hospital” declaró. Pero este joven no será discriminado por su familia: sus hermanos también padecieron el virus y su madre falleció a causa de la enfermedad.

¿Qué pasará con los enfermos estadounidenses cuando se recuperen del virus? La historia de sobrevivir al Ébola puede ser muy dura, aún después de estar curado. Por eso los expertos consideran que el miedo y el desconocimiento son tan terribles como la misma enfermedad.

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