LUNES, 24 de mayo de 2021 (HealthDay News) -- Un pequeño número de adolescentes y adultos jóvenes han experimentado una inflamación del corazón tras recibir las vacunas contra la COVID-19 de ARNm producidas por Pfizer y Moderna, informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
El Comité Asesor de Prácticas de Vacunación (ACIP) de los CDC señaló que ha recibido "relativamente pocos" informes de la afección, conocida como miocarditis, entre las personas más jóvenes que recibieron la vacuna, pero la agencia dijo que planifica investigar el efecto, que aparentemente es raro.
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) publicó el domingo una declaración en que afirma que las vacunas de ARNm siguen siendo la opción adecuada para los jóvenes.
"Seguimos confiando en que los beneficios de la vacunación superan con creces a los riesgos, que son muy pequeños y poco comunes. Los riesgos de la vacunación también son mucho más pequeños que los riesgos de la infección con la COVID-19 en sí, que incluyen a sus consecuencias potencialmente letales, y el potencial de efectos de salud a largo plazo que todavía se están revelando, entre ellos la miocarditis", planteaba la AHA en su declaración.
La miocarditis es la inflamación de la capa media de la pared del músculo cardiaco, que puede debilitar al corazón y alterar los impulsos eléctricos que mantienen al latido cardiaco constante. La miocarditis grave puede conducir a la insuficiencia cardiaca, un latido cardiaco anómalo y la muerte súbita.
Los datos de seguridad de las personas que han recibido las vacunas muestran que la miocarditis parece ocurrir sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes, en general en un plazo de cuatro días tras la vacunación, y con una mayor frecuencia tras la segunda dosis, según una declaración del ACIP. También afecta a los varones más que a las chicas y mujeres.
"La mayoría de los casos parecen ser leves, y se está realizando un seguimiento a los casos", según la declaración de la ACIP.
La AHA también anotó que la miocarditis generalmente resulta de una infección viral, lo que no concuerda con la forma en que funcionan las vacunas contra la COVID.
"Todavía está por determinarse si estos casos tienen alguna correlación con recibir una vacuna contra la COVID-19, sobre todo dado que las vacunas contra la COVID-19 autorizadas en EE. UU. no contienen ningún virus vivo", señalaba la declaración de la AHA.
Otros expertos médicos concurrieron en que la situación no tiene un sentido inmediato ni obvio.
"Quizá sea una simple coincidencia, que algunas personas estén desarrollando miocarditis tras la vacunación", declaró al New York Times la Dra. Celine Gounder, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Hospitalario de Bellevue, en la ciudad de Nueva York. "Es más probable que algo como esto ocurra al azar, porque ahora mismo se están vacunando muchas personas".
La AHA dijo que todo el que presente los siguientes síntomas tras vacunarse debe buscar atención médica de inmediato:
- Dolor en el pecho
- Falta de aire
- Un latido cardiaco anómalo
- Un dolor de cabeza intenso
- Vista borrosa
- Desmayo o pérdida de la conciencia
- Debilidad o cambios sensoriales
- Confusión o problemas para hablar
- Convulsiones
- Un dolor abdominal sin explicación
- Un nuevo dolor o inflamación en las piernas
Hasta el lunes, se habían administrado casi 286 millones de dosis de las vacunas contra la COVID-19 en Estados Unidos, y más de 130 millones de estadounidenses estaban vacunados del todo, según los CDC.
A mediados de mayo, el coronavirus había infectado a más de 3.9 millones de niños, y había enviado a más de 16,000 de ellos al hospital, según un informe del Times. Unos 300 niños han muerto de COVID, lo que la convierte en una de las 10 principales causas de muerte entre los niños durante la pandemia.
Más información
Aquí puede leer la declaración del Comité Asesor de Prácticas de Vacunación.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Advisory Committee on Immunization Practices, statement, May 17, 2021; American Heart Association, statement, May 23, 2021; New York Times
