El invierno puede ser duro con la piel, especialmente la de las manos y la cara. Prueba con estos pasos rápidos, sencillos y baratos para evitar que la piel se agriete y se pele, algo que ocurre en esta estación.
Evita tomar duchas calientes y baños largos, ya que ambos quitan la barrera natural de aceite de la piel, lo que hace que se seque más fácilmente, sugiere la Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology). La temperatura del agua debería ser de entre a partir de 95 y 100 ºF (de a partir de 35 y casi 38 ºC), pero no más alta.
Inmediatamente después de bañarte, conserva cualquier humedad que haya absorbido tu piel untando un humectante espeso. Elige una pomada o una crema, no una loción aguada. Durante el día, usa productos nutritivos con protección solar. Los rayos solares pueden seguir envejeciéndote, incluso en los meses de clima frío.
Lavarse las manos con frecuencia es esencial para evitar la propagación de los gérmenes del frío y de la gripe, pero para evitar el agrietamiento, huméctelas después de cada lavado. Y lleva siempre guantes que abriguen cuando esté en el exterior y guantes protectores cuando use productos de limpieza o friegue los platos.
No olvides los labios, que también pueden secarse. Usa un protector labial para evitar el agrietamiento. Puede ser tan sencillo como usar vaselina. Evita lamerte los labios cuando estén secos; eso en realidad aumenta la sequedad.
Si se te irrita la piel fácilmente, evita los productos aromáticos y los jabones desodorantes fuertes. Lleva ropa de algodón o de seda que esté en contacto con la piel por debajo de las capas de ropa de lana.
Si tu sistema de calefacción seca el aire de su casa, usa un humidificador, especialmente de noche, para que vuelva a haber humedad en el aire. Si ocurre lo mismo en el trabajo, piensa en una unidad de escritorio.
No esperes a ver señales de sequedad. Sé proactivo y salva tu piel de la dureza del invierno.
Más información
Reciba más consejos para la piel en invierno de Wake Forest Baptist Health.
