El cambio de horario ya es un hecho, y si bien la buena noticia es que tienes una hora más para dormir, debes saber que el proceso puede afectar en los primeros días al reloj interno o ritmo circadiano del cuerpo.
¿Es malo el cambio de horario para tu salud? No siempre. Un estudio publicado en New England Journal of Medicine encontró que los ataques cardíacos aumentaron durante los tres días siguientes al cambio a horario de verano en la primavera, tal vez porque la pérdida de sueño es mala para el corazón, pero casi no hubo aumento de estos incidentes en el otoño, cuando llega la hora extra de sueño. De modo que este cambio será favorable para tu corazón.
La primera semana es la más complicada, pero con medidas sencillas puedes burlar esas molestias de los primeros días y adaptarte con éxito al cambio de hora. La American Academy of Sleep Medicine (AASM) brinda consejos para minimizar los efectos del cambio de horario en el organismo:
- Comienza a reajustar el horario de sueño unos pocos días antes del cambio de horario para ir a la cama una hora antes.
- Re-ajusta el horario de comidas para tener la cena una hora antes.
- Ten cuidado al conducir o manejar maquinaria en el día que se produce el cambio de hora.
- Evita las siestas, especialmente antes de acostarte.
- Evita la cafeína en la mañana para que te despierte y el alcohol por la noche para ayudarte a ir a dormir.
- Mantén un horario de luz el lunes después del cambio de hora. Esto implica reducir el tiempo de conducir y evitar las actividades físicas extenuantes.
- Come adecuadamente, mantente bien hidratado y permanece físicamente activo.