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Tu desafío: hacer dieta en familia

Lejos de ser un obstáculo, hacer dieta en familia debería resultarte una verdadera oportunidad para inculcarles hábitos sanos de alimentación.

La primera premisa que debes tener en cuenta, y en esto coinciden los especialistas, es que no hay que hacer comidas distintas en la casa porque tú estas a dieta: todos deben comer en forma saludable. Por supuesto, a la hora de los postres quizá decidas no comer una porción de torta de chocolate, pero ahí pesará principal y exclusivamente tu voluntad. Y el ejercicio de la voluntad forma parte de toda dieta.

Tu desafío: hacer dieta en familia

Hacer dieta en familia debe ser una aventura de exploración de nuevos sabores y de educación. Para eso, vale la pena repasar aquellos consejos de los que saben principios generales aplicables a tu nuevo escenario.

Ya que estás comiendo saludable, ofrece a tus hijos el mismo menú. Sin embargo, como dice la Academia Americana de Pediatría, la comida nutritiva no tendrá ningún efecto si el niño la rechaza. Por eso, sugiere que los padres apelen a la creatividad para ofrecer opciones, colores y variedad: en vez de vegetales verdes, los que son amarillos o naranjas; o en vez de carne de res, pavo, pollo, puerco o pescados. Si observas, cada uno de estos productos se ajusta perfectamente a tu dieta.

Según la Academia Estadounidense de Psiquiatría del Niño y del Adolescente, la comida en familia –y rol de ésta– es esencial para luchar contra una epidemia de este siglo: la obesidad infantil. Y verás que muchas de las recomendaciones que ofrece esta academia son principios básicos que encajan a la perfección con tu programa para tener un peso saludable.

  • Cambiar los hábitos de comer (comer despacio, desarrollar una rutina).
  • Planificar las comidas y hacer una mejor selección de los alimentos (comer menos alimentos grasosos y evitar los alimentos de poco valor nutritivo o la llamada “comida chatarra”).
  • Controlar las porciones y consumir menos calorías.
  • Aumentar la actividad física (especialmente caminar) y tener un patrón de vida más activo.
  • Hacer las comidas en familia en vez de estar viendo la televisión o estar en la computadora.

Si el que se pone caprichoso con el menú es tu marido, tampoco es justo que trabajes doble elaborando otro menú, pero sí puedes agregar a la carne magra que comerás un acompañamiento de frijoles y arroz para él, pero cuidado, no cocines estos alimentos en cantidad para no tentarte. No hay imagen más tentadora que el de la comida que queda en la cacerola.

Fuentes: Academia Estadounidense de Psiquiatría del Niño y del Adolescente; American Academy of Pediatrics.

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