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Tu cuerpo en el verano

Los meses de verano invitan a la exhibición… o a la desesperación. Si tuviste éxito en tu dieta invernal, esta primavera te encontrará con esas libras de menos tan necesarias para sentirte bien ante la mirada de los otros.

Pero si a pesar de esfuerzos, limitaciones y sellos en la boca no pudiste con tu ansiedad y ganaste peso, el verano puede ser un suplicio.

Tu cuerpo en el verano

Por eso, ya es hora de que te pongas metas concretas. No insistas con aquellas que tienen que ver con modelos estilo Barbie imposibles de alcanzar o dietas que requieren de decenas de productos y 48 horas por día para poder llevarlas a cabo.

Tu peso saludable te lo ofrecerán… tus buenos hábitos.

El doctor argentino Alberto Cormillot, fundador del Instituto Argentino de Nutrición y de los Dieta Club, una red de clínicas para adelgazar similares a las Weight Watchers estadounidenses asegura que una de las emociones que atentan contra los planes de dieta es la obsesión.

“Una persona que quiere bajar de peso debe concentrarse en mejorar hábitos, comer sano, incorporar ejercicio físico, aunque sea una buena caminata cada dos semanas”,  explica Cormillot.

En los 90, como contracorriente frente a los modelos estéticos inalcanzables que transitaban las pasarelas del mundo, expertos de la Asociación Dietética Americana, delinearon una guía para alcanzar un peso saludable.

Entre los puntos centrales, estaban algunos que tal vez ya conozcas, pero que siempre es útil reiterar. Es más, puedes pegar la siguiente lista en la puerta de tu refrigerador.

  • Evitar las dietas de moda que prometen bajar de peso rápido y fácil. Lo importante, si tienes kilos de más, es bajarlos y mantenerse en ese peso sin volver a engordar.
  • Consumir lácteos descremados para ahorrar calorías y grasas.
  • Reemplazar la mayonesa y el aderezo por poca cantidad de sus versiones dietéticas, mostaza o ketchup, vinagre, limón, unas gotas de aceite, un chorrito de salsa de soja, semillas de sésamo y lino, pimienta, hierbas.
  • Bajar la cantidad de sal, para evitar hincharse.
  • Elegir diferentes tipos de fruta fresca, ensaladas y verduras cocidas. Probar nuevos sabores.
  • Reservar los fritos y postres no dietéticos como “comida favorita”, una o dos veces por semana y en cantidad normal.
  • Elegir bien lo que se come entre una comida importante y otra: fruta fresca, jugos de fruta o vegetales, leche descremada, un sándwich con pan integral, cereales con leche descremada.
  • Tomar mucho líquido (agua, soda, gaseosa dietéticas, sopas, té, gelatina).
  • Hacer gimnasia regularmente, aunque sea en forma de caminatas. Aunque no sea en forma excesiva o extenuante, permite comer sin preocuparse tanto por el peso.

Si sigues estos consejos súper básicos, podrás sentirte bien este verano. Y la balanza lo reflejará, más allá del número exacto que marque.

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