“Teens” abusan de la hormona de crecimiento

Cuando Lionel Messi, el futbolista argentino que brilla en el Barcelona, tenía 9 años, recibió la triste noticia de que sufría un déficit en la hormona de crecimiento. Ese era el motivo por el cual lo apodaban “la pulga”. Para alentarlo, Diego Schwarzstein, el médico que lo atendía, le aseguró: “Quedate tranquilo, un día vas a ser más alto que Maradona, no sé si mejor pero sí más alto". 

Durante más de tres años Messi recibió aplicaciones inyectables de la hormona de crecimiento, hasta que alcanzó a medir 5’7” pies (1,69 m). En situaciones normales, la HGH se produce en el cuerpo en forma natural y su función primaria es estimular el crecimiento y la producción celular en niños y adolescentes, regulando la composición del cuerpo y el crecimiento de músculos y huesos. 

“Teens” abusan de la hormona de crecimiento
| Foto: THINKSTOCK

Los grandes resultados observados en el futbolista rosarino demostraron el poder de esta hormona. Varios casos de éxito tras el uso de la HGH provocaron que cada vez más adolescentes la empezaran a utilizar para mejorar su rendimiento deportivo, su desarrollo muscular o su aspecto físico. Según la encuesta Partnership Attitude Tracking Study (PATS), el uso de la hormona sintética de crecimiento ha aumentado un 120 % entre 2012 y 2013. 

El dato surge tras evaluar a 3,705 adolescentes de 9° a 12° grado y a 750 padres. El 11% de los jóvenes revelaron haber usado, al menos una vez, la HGH sin prescripción médica mientras que en 2012, esta cifra alcanzaba solo un 5%. Del análisis de los grupos étnicos surgió que la utilizan un 15% de afro-americanos y un 13% de hispanos, y entre los de origen caucásico el uso solo alcanza un 9%.

Además de estimular la producción celular, el uso médico de esta droga sintética ayuda a combatir el deterioro muscular en pacientes con HIV o tumores en la glándula pituitaria. Sin embargo, la utilización ilícita es la más popular, ya que se obtienen resultados similares a los que dan los esteroides anabólicos. Según demostró el PATS, 1 de cada 5 adolescentes dice tener al menos un amigo que usa tanto anabólicos como HGH sin control médico. 

Steve Pasierb, presidente de la entidad Partnership for Drug Free Kids, declara que la gente joven busca sustancias como la HGH y los suplementos que la contienen para mejorar su aspecto físico y su rendimiento deportivo. Lo más grave es que no saben realmente “qué sustancias están metiendo en su cuerpo”, se lamenta el funcionario.

Por ello Pasierb sostiene que debe haber más controles sobre la venta de suplementos que contienen HGH sintético o los que prometen que ayudan a la producción natural de la hormona. “Mientras que los medicamentos con prescripción médica y los de venta libre deben pasar por varias pruebas, los suplementos no están regulados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos)”, explica.

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